The Doors - "L.A. Woman" (1971)

Crítica: The Doors - "L.A. Woman" (1971)

...la música de The Doors iba girando hacia territorios más carnales y ortodoxos dentro de los diferentes estilos que baraja la música americana.
Por Jorge García.


Es bastante habitual nombrar "L.A. Woman" como último disco de The Doors, aunque en realidad esto no es cierto, pues tras este llegaron "Other voices" (1971), "Full Circle" (1972) y "An American Prayer" (1978). También es verdad que estos álbumes no contaron - obviamente - con el concurso de Jim Morrison y que su repercusión comercial y aceptación crítica fueron bastante discretas.

Pero lo que es un hecho ineludible y que marca a "L.A: Woman" de cara a la historia, es que fue el último disco de la banda californiana con el mítico Jim Morrison ante el micro.

Las sesiones de grabación de este sexto disco de The Doors fueron bastante problemáticas debido a desavenencias y malos rollos entre Morrison y su complicado carácter - más extremo en aquellos momentos aún si cabe - y el resto del grupo. Además, el productor de todos sus discos anteriores Paul A. Rothchild declinó trabajar en este aduciendo motivos un tanto ambiguos.

Finalmente, la producción corre a cargo de la propia banda con la participación del ingeniero de sonido Bruce Botnick.

De cualquier manera y a pesar de los pesares, el disco - grabado en tres meses en el local de ensayo del grupo tras ser reconvertido en estudio de grabación - resultó un enorme éxito artístico y comercial. Este último aspecto se vio engrandecido tras conocerse la muerte en Paris y en extrañas circunstancias de Jim Morrison, tres meses después de la publicación de "L.A. Woman".


No es ningún secreto que la música de The Doors iba girando hacia territorios más carnales y ortodoxos dentro de los diferentes estilos que baraja la música americana. Esta tendencia ya se evidenciaba en el precedente y también magnífico "Morrison Hotel" (reseña), y aquí se enraiza y oscurece aún más, mirando de manera determinante al blues y a sonidos pantanosos.

La voz de Morrison se ha castañeado de manera evidente con el paso del tiempo y su fraseo pierde la inicial frescura para tornarse más introvertido y circunspecto, pero la banda interpreta de manera magistral, y esto se aprecia tanto en la paleta de colores y texturas que abarca en el presente trabajo el órgano de Ray Manzarek, como en las guitarras de aromas americanos de Robby Krieger, ambos ofrecen, tal vez, sus mejores prestaciones instrumentales bajo la marca The Doors precisamente en "L.A. Woman".

El estado de gracia de la banda se hace extensible a las canciones que nutren el álbum, con abismales temas de profundo y viscoso entorno sónico como "The Charling" con esencias funky, "Been Down So Long", la pantanosa y afligida "Cars Hiss by my Window" o la sublime y radiante "L.A. Woman".

También es destacable el cover sobre la pieza de John Lee Hooker "Crawling King Snake". Otras texturas más livianas aparecen en "Love Her Madly" que nos retrotrae a los inicios del grupo.

La cara B se muestra más experimental, con temas como "L'America", "Hyacinth House" donde Manzarek interpreta un fragmento de la "Polonesa Heroica" de Chopin o "The WASP (Texas Radio and the Big Beat)".


Capítulo aparte merece "Raiders on the Storm" y sus más de siete minutos de sonidos subyugantes, agonía casi palpable y belleza sin límite, uno de los grandes temas de The Doors y de cualquier otra banda que quieran imaginar.

Último disco de The Doors con la voz de ese mito llamado Jim Morrison, una obra absolutamente demoledora con una banda que transitaba por caminos tortuosos, cosa que se refleja en los surcos de "L.A. Woman", pero que el grupo sabe canalizar musicalmente para crear un disco sublime que celebro que finalmente pase por las páginas de Rock and More para constatar a The Doors como una de mis bandas favoritas de la historia, aspecto este que (al contrario de lo que ocurre con otras) se va incrementando con el paso de los años.

Comentarios

  1. Mira que me gusta esta banda, en cualquier momento (demasiados pocos ultimamente por desgracia...) The Doors son una celebración religiosa y este "LA Woman" supone una excelsa comunión entre banda y oyente, una especie de recordarte "de este gancho no te vas a escapar tan facilmente cabroncete"
    Un disco también de viaje, ideal para ponerlo en el coche imaginario y dejarse llevar por esas carreteras interminables, llenas de sueños, paisajes, ecos y gasolineras abandonadas.
    Me gustan todos sus discos pero este "LA Woman" más que ninguno. Forma parte de mis suelas.
    Abrazo Addi.

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    1. No había pensado nunca en lo que dices de un disco de carretera, pero tienes razón. A mi este, el primero y "Morrison Hotel" son los que más me gustan, no sé en qué orden la verdad. The Doors es el grupo que más ha crecido en mis preferencias con el paso de los años y hoy es uno de mis más sagradas paradas musicales.
      Un abrazo Javier.

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