Radio Futura - "La Ley del Desierto, La Ley del Mar" (1984)

 

Crítica: Radio Futura - "La Ley del Desierto, La Ley del Mar"

...era un trabajo con una diferenciación clara entre las caras A y B, cada una capitaneada por un tema que ha sido santo y seña de la música popular hispana...

Por Jorge García.


En 1983, la industria nos prometía a los voraces adolescentes musiqueros de la época que vendría entregada en un futuro próximo en forma de videoclip. Tanto era así, que empezaba, en las inversiones y cábalas que se hacían los grupos y las discográficas, a pesar mas el vídeoclip que la mismísima música. 

No es necesario aclarar que finalmente aquél supuesto nuevo orden de distribución musical no cuajó y todavía por unos años, hasta la actual incertidumbre sobre el futuro de la continuidad del soporte físico de almacenamiento de canciones, fue el disco, y más tarde CD el modo mayoritario e incluso casi monopolizado de distribución.

Era entonces frecuente encender cualquiera de los dos únicos canales de TV que existían - para nuestra suerte - y encontrar la emisión de clips, que servían lo mismo para un roto que para un descosido, ya que se fue haciendo evidente que servían a los programadores para rellenar huecos entre espacios de forma barata, además de moderna y plenamente aceptada por el público más melómano.

Gracias a los videoclips muchos de los chicos de entonces tuvimos nuestro primer contacto con innumerables bandas, tanto patrias como internacionales.

Y así, por este procedimiento, conocí a Radio Futura. Era frecuente la emisión de dos vídeos del grupo de los Auserón. Recuerdo especialmente los correspondientes a los temas "Dance Usted" y "La Estatua del Jardín Botánico".


La banda no terminaba de cuajar, crítica especializada hablaba maravillas del grupo que había sido llamado a abanderar La Movida, pero lo cierto es que por unas cosas u otras comercialmente no enganchaba con un público masivo fuera de Madrid, que se decantaba por otros proyectos: unos más osados y provocadores como Alaska y Pegamoides; otros más románticos y aseados como Secretos o Nacha Pop; incluso se podían incorporar a la fiesta algunas bandas más rockeras, post punk, o rockabilly como Gabinete CaligariParálisis Permanente, La Mode Loquillo y Los Trogloditas, recién llegados desde Barcelona.

Quedaban los personales y difícilmente clasificables proyectos de Radio Futura en una suerte de tierra de nadie de la que no parecían capaces de salir. Esta situación venía originada en gran parte por culpa de sus problemas con Hispavox, que tenían poco menos que secuestrado al grupo, sin grabar nuevos temas a la espera de que el contrato que les unía caducase.

Finalmente consiguen huir de Hispavox y desembarcar con sus nuevas canciones - que llevaban años ensayando e incluso interpretando en directo, en la discográfica, entonces en plena expansión, Ariola, quienes confiaron en los madrileños/maños dándoles la posibilidad de grabar un disco que parecía llamado a ser el último cartucho que le quedaba a la banda para seguir en el mundillo musical y no tener que disolver sus fuerzas en busca de proyectos de otra índole y mayor fortuna.

Así, entre los meses de diciembre del 83 y febrero del 84, se gestaría en los míticos estudios Doublewtronic de Madrid, el disco definitivo de Radio Futura: "La Ley del Desierto, La Ley del Mar".

Fue otra vez vía vídeoclip, que descubrí un tema que cuatro décadas después no necesita presentación: "Escuela de Calor". La canción fue un éxito fulgurante desde el primer minuto. Finalmente, en lugar de tener que esperar a que las circunstancias generales miraran a Radio Futura, fue Radio Futura la que modificó las circunstancias generales del mercado, que se tuvo que arrodillar ante la avalancha de críticas favorables cosechadas por el álbum.

Las radios lo quemaron, programando varios temas extraídos de sus surcos, otro de los sencillos que dieron el espaldarazo definitivo al elepé fue la imprescindible e iniciática de muchas cosas "Semilla Negra", tema excepcional donde se planta la semilla de un rock latino que posteriormente daría mucho de que hablar, aunque no siempre bien.

Y es que "La Ley", nombre acortado del disco, era un trabajo con una diferenciación clara entre las caras A y B, cada una capitaneada por un tema que ha sido santo y seña de la música popular hispana. La cara A, era la de "La Ley del Desierto" y contenía "Escuela de Calor", cara más rockera, también árida, con textos más misteriosas e introvertidos, este lado del vinilo es tan perfecto, que en sí mismo se trata de una obra completa.

Además de "Escuela de Calor" nos encontramos en esa travesía por el desierto (tirando de evidencia un poco torpe, lo sé) con la rockera y guitarrera "Tormenta de Arena", que cuenta con la latosa sonoridad de una batería electrónica muy de la época; la elegante y fluida "Hadaly"; la versión instrumental de "Escuela de Calor" (el tema en principio nació para ser instrumental, posteriormente se le añadió letra).
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Finiquita la cara A dos temas excepcionales: la refrescante y reflexiva "Historia de Play-Back" que esta dotada de unas personales y geniales guitarras del recordado Quique Sierra, y "La Ley", un nervioso y juguetón tema de vitamínico estribillo.


La cara B, que adelanto que a un servidor le gusta menos que la A, tiene la importancia histórica de suponer una innovadora apuesta por la experimentación con otros ritmos paralelos al rock pero que demostraron que podían ser tangenciales al mismo como el son cubano, las esencias caribeñas o el Reggae. 

Letras más directas, aunque igualmente sugerentes y oscuras como "En Portugal"; la rítmica y de pegadizo estribillo "Un Africano por la Gran Vía" o la estimulante "Oscuro Affaire" de histriónica interpretación canora por parte de Santiago Auserón y nuevamente con la apabullante guitarra de Quique.

Más comercial si cabe, y de disciplinado desfile melódico, en la ligera "La Secta del Mar"; a la que sigue la no siempre comprendida "El Nadador" que da paso al final de este grandioso disco, que no es otro que la ya comentada "Semilla Negra".

Un disco clave en la música hispana, una obra que marca un punto y seguido en la concepción de sonidos nuevos, aperturistas y abiertos a sugerencias, con una actitud sónica valiente y generosa, una producción de la época que no se disimula pero sigue perenne y cuyo influjo y rigor se sigue haciendo notar después de cuarenta años.

Comentarios

  1. Le ley - la cancion - es de los temas del grupo que mas disfruto. Para mi, con 091, el mejor grupo de este país que no se llama país. Quizá sea más de Juan Perro. Menos movida y más rockerizado. Pero la verdad es que la trilogia Ley-Pais en Llamas-Juan Perro me parece apabullante. Saludos,

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    1. Esa trilogía de los ochenta es imprescindible. Te diré de hecho que de los tres "La Ley" es el que menos me gusta y "De un país en llamas" el que más, pero en realidad tanto da.
      Gracias y un saludo.

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  2. Tuve la oportunidad de asistir a la presentación del disco en la sala RockOla (aun conservo la entrada). El ambiente era extraordinario, de auténtica pasión por el grupo y su propuesta. Tienes razón, era una banda muy de Madrid, de aquella época en que sus canciones eran constantemente radiadas y sus imágines las podías disfrutar en cualquier garito, en onsolidad de pintura ("Cota Cero, Sobre el nivel del mar"), de fotografía (en PhotoCentro con Bernard Plossu, de hecho, la fotografía del avión es del autor francés), en TVE (bendita aquella propuesta de solo dos canales...). Todo era un totum revolotum y Radio Futura esta en el centro, en el sitio y momento adecuado.
    El álbum es un prodigio de frescura, aire nuevo y pasión por consolidar un cambio totalmente necesario.
    Me lo llevaré con mis cenizas.
    Abrazo,

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    1. Alguna vez me has contado lo de esa presentación y aquellos Radio Futura de entonces. Me da mucha envidia porque nunca les vi en vivo, no quiso el destino. Aquella época en Madrid estaba el centro de lo que se cocía a nivel cultura juvenil y los que lo vivisteis fuisteis unos afortunados, el resto os escuchamos contarlo.
      Un abrazo Javier.

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