...el crisol de palos estilísticos que se manejan en 1976 no difieren en nada de los que habrían de crear el leitmotiv de la banda durante las siguientes décadas...
Por Jorge García.
El segundo, ¿o tercero? disco de AC/DC, publicado en 1976, sería bautizado con un título más que explicativo respecto de lo que se esconde en su interior: "Dirty Deeds Done Dirt Cheap".
Y digo el segundo disco de la banda puesto que en Europa es lo que fue, ya que los dos primeros álbumes publicados por los hermanos Angus y Malcolm Young y el irreverente y testosterónico Bon Scott en Australia, fueron presentados fuera de la isla en un único volumen denominado "High Voltage" en donde recopilaban canciones de aquellos dos primeros discos australianos, es decir: "High Voltage" y "T.N.T.".
Y si extendemos las coordenadas cronológicas al blog, habremos de consentir en que "Dirty Deeds Done Dirt Cheap" es el primero, pues aunque parezca increíble nunca había pasado por esta casa, en sus doce años de existencia, ningún elepé de AC/DC. Vamos a solucionar esta excentricidad repasando brevemente el disco más 'sucio', callejero y mundano de cuantos nos ha dejado el grupo.
Hablaremos - es pertinente puntualizarlo - de la versión europea publicada en diciembre de 1976, no de la australiana alumbrada tres meses antes, que contiene un diferente cancionero. En USA el disco no se vio editado oficialmente hasta 1981.
Por momentos parece incluso que la eclosión del punk llegase a Australia antes que a U.K. habida cuenta de que en los surcos de este trabajo ya parecen profetizarse algunas señas de identidad de un punk que, aunque campaba por sus respetos desde hacía tiempo, sería unos meses después de este lanzamiento cuando haría estremecerse al mundo noble y bien durmiente con sus exabruptos y reaccionarismos desde la capital inglesa.
Pero no desviemos el foco de atención de allí hacia donde señala de manera incuestionable, que no es hacia otro punto que a las referencias que de manera concluyente alumbran la música del grupo, provocando que el crisol de palos estilísticos que se manejan en 1976 no difieran en nada de los que habrían de crear el leitmotiv sónico de la banda durante las siguientes décadas y hasta la actualidad, teñidas de un rugoso y altanero tono ceniciento en la presente ocasión.
El rock pionero de tono cincuentero se adapta a las rutilantes distorsiones guitarreras y a la desquiciada vocalidad de un Bon Scott en plenitud de facultades para firmar la flemática y acelerada "Rocker". Similar suerte corre el blues de raíz en otra joya del álbum como es "There's Gonna Be Some Rockin'".
También el boogie sucumbe a los usos y costumbres de AC/DC. con sus riffs secos y concisos, las trepidantes solos y la personalidad rompedora y petulante de Bon Scott, así queda claro en la soberbia "Ain't For Fun (Waiting Round to Be a Millonaire)".
Esta segunda entrega pone de manifiesto el periodo de arrolladora locuacidad creadora por la que atravesaba el grupo, que en aquellos años marca diferencias con el resto del mundo del rock a base de canciones e impulsos frenéticos convertidos en riffs, estribillos o punteos. Tanto el irresistible tema que da título al elepé, como otros instantes de diferentes texturas, como el blues/soul reptante y underground de "Ride On" señalan hacia una banda en irremediable ascenso hacia el Valhalla del Rock and Roll.
"Love at First Feel" es un tema con la denominación de origen propia del grupo, al igual que ocurre con la soberbia apisonadora sónica titulada "Problem Child". Por otra parte, "Big Balls" es un tema un tanto desconcertante, pero es divertido y disfrutable como el que más. Cierran el elepé (insisto, en la versión europea) con la húmeda e insinuante "Squealer".
Por fin se hace justicia en Rock and More con una banda como AC/DC, que ocupa un lugar de privilegio en la historia y que aquí habíamos ignorado de manera incomprensible y bastante poco decente. Por algún motivo que no me veo capaz de explicar, siempre he pensado que el disco de los australianos que habría de figurar en el blog por primera vez tendría que ser este más que sobresaliente "Dirty Deeds Done Dirt Cheap", sin duda uno de mis favoritos por el tono voluptuoso y desafiante del mismo, por la carga polvorienta de su sonido y porque es imposible no sucumbir a su poderío y hercúlea musculatura.
¡Ya era hora, ja ja ja! En fin, menuda bomba rocanrolera que nos ha traído. Y, después, a conquistar el mundo mediante "Let There Be Rock", "Powerage", "Highway To Hell" y, ya sin Bon Scott, "Back In Black". El mejor grupo de rock de la segunda mitad de los años setenta y uno de los mejores de todos los tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al igual que con Gluecifer, la idea es reseñar más discos de AC/DC, hasta 1983 son imprescindibles pero en los finales setenta no tienen rival. Este disco siempre me ha gustado de manera especial y es el que más me gusta recordar, aunque tal vez mi favorito sea "Powerage".
EliminarUn abrazo.
produccionelectronica.com
ResponderEliminarLa música de AC/DC es una explosión de energía que sacude el alma. Con riffs eléctricos y letras memorables, cada canción es un himno que resuena en el corazón del rock 'n' roll. 🤘🎸
Desde luego excelente definición de su música. Gracias por el aporte.
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