Carolina Otero & The Someone Elses - "Popalina" (2023)

Crítica: Carolina Otero & The Someone Elses - "Popalina"

El rico equilibrio conseguido en el tracklist se cimenta gracias a que la suma de sus partes crea un todo en el que refulge el pop guitarrero, el dream-pop, el power-pop o el alt-rock...

Por Jorge García.


Me costó ensamblar la imagen sonora que tenía de la música de Carolina Otero en el pasado, con la nueva propuesta que plantea en su último disco titulado "Popalina". En esta última aventura vuelve acompañada de unos remozados Someone Elses y nos canta en castellano, con un timbre menos grunge y un sonido que sin dejar de ser alternativo se escora hacia el pop de guitarras de finales de los ochenta, el britpop de los noventa y algún retazo shoegaze.

Admito que los gustos de un servidor empastan mucho mejor con las infecciosas sonoridades noise de Sonic Youth, que con los quebrantos de guitarras rasgadas y de poca distorsión de Blur. Por lo cual, el histórico discográfico de la compositora, cantante y poeta valenciana, caracterizado por la anarquía melódica, la oscuridad sónica y el feroz ritmo sincopado, se acopla a mis preferencias mucho más que las alineadas melodías de guitarras de tonos radiantes y temperaturas cálidas que escuchamos en el reciente "Popalina".


No obstante, con el paso de las escuchas - no muchas, no soy de los que piensan que los discos necesiten de demasiados pases, más bien suelen ser los fans los que los necesitan, cuando no les gusta lo que sus bandas favoritas les dicen en su último trabajo y les cuesta aceptar la realidad de los hechos - he ido sintiéndome bien con las canciones de "Popalina", he ido descubriendo rincones amables a la vez de incisivos, y desde luego menos inofensivos de lo que el juvenil color vocal con el que tiñe su instrumento Carolina Otero pudiera hacer pensar en un principio.

Bajo el auspicio del siempre interesante e independiente sello No Aloha Records y con atinada producción de Paco Loco, no me duelen prendas en reconocer - a pesar de las primeras y renqueantes impresiones que han retrasado esta reseña - que "Popalina" tiene un intenso pulso en el simiente de su cuerpo instrumental y que sus letras se enfrentan a escenarios diversos como la ironía, el ingenio teñido de humor y sarcasmo, la reflexión o la matizada exposición de sentimientos. Elementos más que suficientes sobre los que plantear una ecuación cuyo resultado, una vez satisfecho, pueda llenar de gozo a cualquier tipo de oyente.

El rico equilibrio conseguido en el tracklist se cimenta gracias a que la suma de sus partes crea un todo en el que refulge el pop guitarrero, el dream-pop, el power-pop o el alt-rock menos delicado y terso, como ocurre en dos preferidas del lote como "El nuevo Titanic" o "Se donde vives" con esencias post-punk en el caso de esta última que la emparentan con los mismísimos Parálisis Permanente

Esta simbiosis de etiquetas que perfectamente pueden cohabitar en un mismo receptáculo estilístico es la clave para que "Popalina" pueda abarcar tanto, sin perder fuerza en el abrazo, y que de esa manera todo el recorrido por el álbum resulte coherente, diverso e intrépido.

Si definitivamente mi tema favorito es la ensoñadora "Foto de Man Ray", otros momentos como "Polaroid" y su chispeante energía cinética; la noventera "Examigo"; un corte encantadoramente naíf y juvenil como "Juego interprovincial";  la muy deductiva y también preferida "Harley Benton" o el colofón "Casémonos" sobre un original del grupo canadiense Alvvays, el cual se ve claramente superado por la cover aquí presentada por Carolina Otero & Someone Elses, son motivos de peso para recomendar girar hacia la nueva propuesta del grupo valenciano. Y es que, como decía aquél: En la variedad está el gusto.

Se recomienda visitar la reseña que sobre este mismo trabajo publicó Chals Roig en el Exile SH Magazine.

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