Motörhead - "Ace of Spades" (1980)

Crítica: Motörhead - "Ace of Spades" (1980)


Si bien el celebérrimo "Ace of Spade" acapara las miradas hacia este álbum, es de justicia no discriminar ninguno de los temas que completan el tracklist definitivo...
Por Jorge García.


Revisando el otro día el archivo del blog, caí en la cuenta de que nunca en los casi doce años de existencia del mismo había pasado por estas páginas una formación tan esencial e imprescindible como Motörhead.

Una firma tan destacada como la que esculpió en la roca de la historia el inigualable Lemmy Kilmister en la segunda mitad de los setenta, para con el paso de años y discos perpetuarla como ineludible parada en el eterno desfile del rock, no podía ser ignorada en una casa como esta que pretende rendir pleitesía a la música del diablo.

No me apetece entrar en disquisiciones roñosas y picajosas sobre cuál es y por qué, el mejor disco de Motörhead, al fin y al cabo nos referimos a una banda que nunca ofreció un disco con material mediocre. Ahora bien, como es obvio, en su discografía destacan algunos referentes por encima del resto.

Y si además de calidad, queremos hablar de conexión con un público masivo, debemos incuestionablemente referirnos a su magna obra de 1980 titulada "Ace of Spades". De ella, si les parece bien, vamos a hablar hoy.


Esta sintonía con el público en general a la que hacía referencia en el párrafo anterior fue determinada por la soberbia pieza que da título al disco, una inapelable concentración de rock, high energy y blues con egregia vestimenta metalera, cuya melodía pluscuanperfecta se adapta a la poderosa vocalidad de Lemmy como anillo al dedo y que supone uno de los temas más determinantes de la historia, no solo de Motörhead, sino del rock and roll como el concepto artístico de vital importancia que viene siendo en las últimas siete décadas.

Es pues evidente, que la canción de título homónimo podría por sí misma dar sentido de obligatoriedad a la presencia del elepé en cualquier discografía que se precie, pero lo cierto es que "Ace of Spades" es más, mucho más que la célebre canción que da título al disco.

Cuando entra en escena "Ace of Spades", la personalidad musical de Motörhead está más que diseñada y asimilada por Lemmy y su bajo, Philthy Taylor y sus tambores y Eddie Clarke y su estruendosa guitarra. No obstante, en este habitáculo sónico se refuerza esta propuesta bajo la atinada producción de Vic Male, haciendo de la fusión de estilos clásicos remozados en sonoridades hard-metaleras el sello sónico y estilístico exclusivo de la banda, suponiendo además una rampa de lanzamiento para futuros sonidos y aplicaciones como el trash metal.

Si bien el celebérrimo "Ace of Spade" acapara las miradas hacia este álbum, es de justicia no discriminar ninguno de los temas que completan el tracklist definitivo, pues todos y cada uno de ellos son parte de un todo absolutamente perfecto, pleno de acerada potencia eléctrica y obsesiva sensación de adicción.


Por señalar alguna pieza subjetivamente destacable, no me resisto a citar algunos trallazos irresistibles como "Love me like a reptile", "Shoot you in the back", "Fast and Loose" o una preferida personal como "Jailbait".

Misión cumplida, con Motörhead, con la historia del rock, con este modesto blog y conmigo mismo. Poco podemos apuntar cuando un disco empieza a girar y de sus surcos salen los sonidos y las frases que se escapan por los canales de vinilo del impresionante, indeclinable e inmortal "Ace of Spades".

Comentarios

  1. Nunca es tarde, Jorge, yo llevo casi quince años sin hablar de John Cale y me encanta. Ya sabes de mi amor por Motörhead, así que encantado con tu entrada.

    Abrazos.

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    1. Es cierto que nunca es tarde, pero me apena no haber dado cancha a Lemmy y los suyos antes, es una banda que con los años cada vez me ha gustado más y más. Que usted es un devoto fan de la banda salta a la vista a poco que uno visite Ragged Glory.
      Un abrazo.

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