The Nude Party - "Rides On" (2023)

Las ínfulas juveniles y las ganas de fiesta se moderan y se abren a impulsos más maduros, buscando la introducción de elementos también tradicionales dentro de la universal paleta de colores del rock and roll...

Por Jorge García.

La irrupción de la joven banda de Carolina del Norte The Nude Party en el año 2018 supuso uno de los episodios más destacados de aquella añada.

El álbum de título homónimo con el que se presentaron en aquellos días reflejaba una arrogante juventud que rebosaba actitud y ganas de disfrutar, siempre bajo el cobijo estilístico de The Rolling Stones en su encarnación más canalla y fiestera (Reseña).

Seguían en sus trece con su segundo larga duración titulado "Midnight Manor" (2020), que si bien no supuso maduración o evolución alguna - probablemente tampoco se buscó semejante cosa - si suponía una confirmación oficial de The Nude Party como grupo a tener en cuenta, siempre bajo los apartados y especificaciones marcados en su declaración de intenciones previa.

En 2023 vuelven con "Rides on" para certificar las sensaciones ya anunciadas primero y consolidadas después, pero ahora añadiendo unas evidentes pormenorizaciones sónicas que les llevan más allá de las iniciales cartas de presentación en base a la juerga y el rock infeccioso y gamberro.

Sin renunciar a los matices stonianos que marcaron sus primeros pasos, manteniendo una inequívoca sintonía sónica que los sitúa en la frontera entre los sesenta y los primeros años setenta y con el rock and roll como principal y casi único argumento, en esta tercera intentona se abren a sonidos más oscuros, urbanos, cenagosos y underground con Lou Reed como principal figura inspiracional en muchos momentos del trabajo.

Las ínfulas juveniles y las ganas de fiesta se moderan (que no desaparecen) y se abren a impulsos más maduros, buscando la introducción de elementos también tradicionales dentro de la universal paleta de colores del rock and roll - siguen sin buscar la piedra filosofal que descubra el sonido del rock para el nuevo milenio - y se dejan seducir por pianos Honky-Tonk, bajos borboteantes, armónicas y entornos más claustrofóbicos, si bien esta experimentación se hace con prudencia y comedimiento, aunque queda presente y evidente.

Los ochenta parecen querer tomar partida en esta nueva colección de canciones con influencias del Paisley Underground, en especial de los soberbios Dream Syndicate: "Ride on" o del incombustible Dan Baird en cualquiera de sus múltiples personificaciones: "Word gets around".

Con todo lo dicho, entiende este escriba que el tercer disco de The Nude Party supone un paso al frente, menos tímido de lo que puede parecer en un primer momento, y que apunta a un camino más rico en matices y texturas que ojalá seduzca tanto al grupo como a los fans (parece que felizmente así está siendo) para que en un futuro crezca la propuesta de esta formación que ya es una realidad y que con esta actitud no se convierta en un grupo tributo de sí mismos, como ocurre con otros.

En la música los mejores argumentos son las canciones y aquí tenemos algunas piezas ciertamente redondas que van más allá de una mimética emulación de Stones o Reed como "Midnight on Lafayette Park", "Cherry Red Boots" o "Stately Prison Cell".

Si decíamos en el párrafo inicial de este escrito que The Nude Party fue una de las mejores noticias que nos dejó 2018, entiendo que por motivos no exáctamente iguales aunque si como clara continuación de aquellos, la misma banda vuelve a protagonizar similares buenas nuevas en este 2023. Ojalá siga la fiesta, aunque ya no sea tan ruidosa y canalla.

Se recomienda visitar la reseña que sobre este mismo álbum publicó David H. Molina en el Exile SH Magazine.