Cuando el arte crece y fortalece su seminal y libertario ímpetu con la sensación de plenitud de lo proverbial, es cuando el equilibrio hace su aparición…
Por Jorge García.
Me parece necesario empezar esta reseña presentando brevemente a The Lookers, formación nacida en el País Vasco francés, más concretamente en la localidad de Ziburu y que presentó sus primeras referencias discográficas en 2013 con un impactante 7″ que contenía dos pelotazos en toda regla, alumbrados en base a un intenso y rugoso power-pop, un inquieto rock de guitarras Liverpulianas y alegatos punk y garage, los dos temas contenidos en aquél primer trabajo vienen acreditados como «It will be O.K.»/«Sally».
En aquellos días, con la mayoría de edad prácticamente recién estrenada, el grupo rebosaba energía y actitud, evidente prerrogativa de su edad. No obstante, la formación no se durmió en los laureles y continuó publicando fogosos discos con los estilos mentados como leitmotiv de su propuesta sónica.
La sensación era clara: cada disco iba ganando en matices y madurez, en gusto por las melodías y solidez en cuanto a estilo y personalidad. Así alcanzaron una importante cima a finales de 2018 con el estupendo «Real things» (con el que un servidor les conoció).
Han tardado cuatro años y unas pocas semanas en volver a presentar material nuevo, un álbum de trece cortes titulado «Sabotage & Fun», que es el asunto que nos ocupa en esta reseña, y que me siento en condiciones de asegurarles, tras varias escuchas al mismo, que la espera ha merecido la pena.
![The Lookers](https://exileshmagazine.com/wp-content/uploads/2023/03/the-lookers-1024x683.jpg)
Es posible que se aprecie una menor carga noise en las guitarras y menos energía juvenil general en el discurso. Es cierto que el tono se ha templado un poco, que las melodías reclaman mayor presencia en el conjunto y que las texturas se muestran más suaves y calmas.
Pero tampoco creo que esta circunstancia deba ser tomada como una posible deserción o transfuguismo por parte de The Lookers, entiendo que este disco creado con más mimo, sutilidad y detalles es consecuencia de los años y la madurez que a todo artista le sobreviene tarde o temprano, aspectos inevitables que en este caso han sido negociados por el grupo con sapiencia, dando el tono adecuado al sonido y también al estilo, que no pierde ingredientes, aunque si los distribuye de forma distinta.
Interesa a este recactor que quede constancia de que el espíritu pretérito y explosivo del grupo está también presente en este álbum, perfectamente representado por coplas de energizante pulsión como «Citizens left alive», «Roaming around», la aún juvenil y vital «What a twist» o incluso la inicial y crudamente elegante «Everything was made by mistake».
Es en la adición de otras coordenadas sónicas donde radica el crecimiento que se aprecia en «Sabotage & Fun». Por ejemplo: en la atmósfera lisérgica y volátil que domina la extensa «Bad decision»; en las radiantes guitarras rasgadas del medio tiempo «Keep on being youself» que se recrudecen en el solo; del preciso y sutil encuentro de guitarra y piano de la excelente «The future»; de la juguetona melodía con ínfulas folk de «Feed the shadow» o de la esencia pop sixtie con acústicas beat de «Center of the universe».
Otros momentos como «Asteroid» que se postula como uno de mis favoritos por su temple garagero o la pieza de emulsión rock clásica «Back on the moon» afianzan mi opinión a propósito de este estupendo álbum que se debate entre lo efímero de la juventud y lo eterno de lo arraigado.
El movimiento se demuestra andando y también tocando, cantando y componiendo. Cuando el arte crece y fortalece su seminal y libertario ímpetu con la sensación de plenitud de lo proverbial, es cuando el equilibrio hace su aparición y con él, discos como este notable «Sabotage & Fun» de los venidos a más The Lookers. Un disco que no queremos dejar pasar en Rock and More.
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