The Lookers - "Real Things" (2018)

Crítica: The Lookers - "Real Things" (2018)



Aquí ya empezaba a disolverse el punk más frenético de sus primeros singles concentrándose en melodías más perfiladas y sonidos menos crudos...

Por Jorge García.


Recientemente hablaba en mi segunda casa, la web Exile SH Magazine, del nuevo disco del terceto de Ziburu The Lookers, que lleva por título "Sabotage & Fun" (pinchar).

Comentaba allí lo bien negociados que estaban por parte de los miembros del grupo los efectos que el paso del tiempo impone a la hora de que su música gane en madurez sin perjudicar a otras características originales y vitales de su estilo y personalidad.

Por eso, el último paquete de canciones de The Lookers consigue una redondez que aúna la iridiscencia eléctrica y exaltada de la juventud con el sentido reflexivo y experimental de la madurez, todo un logro en unos tipos que son aún muy jóvenes.

Pero este comentario corresponde a 2023. En 2018 The Lookers encajonaban en un radiante catálogo un ramillete de canciones que ya miraban a las cualidades atesoradas en "Sabotage & Fun" con respecto al paso del tiempo, pero lo hacían aún desde una distancia prudencial. Ese cajón de sastre musical se tituló "Real Things".

Aquí ya empezaba a disolverse el punk más frenético de sus primeros singles y el grupo empezaba a concentrarse en melodías más perfiladas y sonidos menos crudos, todo ello, sin perder el fresco y dulce aliento de la mocedad.

Con credenciales adheridas al punk, al glam-rock y al powerpop; sin olvidar alientos sesenteros y setenteros al modo en que oficiaban The Jam, Flamin' Groovies e incluso The Beatles, el trío vascofrancés fabrica una excelsa carta de canciones perfectamente producidas - una vez más - por Ives Grimonprez, donde mantienen su espíritu rebelde y echao palante pero con una mayor sutileza sónica, permitiendo que las melodías se dejen querer y respiren con otros ecos, es decir, que suenen más pop, más aireadas. Menos oscuras.

Tal vez el tema de apertura, "Focused", pueda oficiar de botón de muestra sobre lo que la banda pretendía cuando gestaba y grababa "Real Things": Un rock enérgico y guitarrero que mantiene frescura y personalidad punk a pesar de sonar radiante y limpio. Otro corte destacado del álbum, "Not dead yet", se sitúa en una coordenada estilística y textual diferente sin romper la coherencia general del disco y aportando además una riqueza y cromatismo que se expresa por medio de los diferentes matices que conviven en "Real Things".

Esta circunstancia es la que propicia el que nos encontremos ante un gran disco. Su versatilidad dentro de un equilibrio total, la perfección en la fabricación de melodías y los múltiples influjos que se recogen en la escucha de estas catorce canciones avalan esta opinión.

En resumen: que la banda es capaz de introducir secuencias powerpoperas, cual Caballo de Troya, en unas construcciones mucho más férreas en su origen, suavizándolas pero sin caer en remilgos indeseables. Escúchense para mejor entender esta afirmación pelotazos como "Monsters", "Real things""Everybody I likes what everybody likes" o "Eyes of the camera" (con cierta esencia Kinks), por citar algunos instantes ciertamente brillantes.

En otros parámetros más seminales y congénitos nos encontramos piezas como la punk de stoniano riff "Steal a boat", la setentera y 'londinense' "I wont to try to" o la visceral "The shake of money". Temas como una de mis preferidas personales "The man you deserve to know" que rezuma chulería o "Lemonade king" hacen de "Real Things" un extraordinario mosaico de variedad multicolor.

Cierran el tracklist sin desentonar ni un ápice, la calmada "Locked in my own shell"; una diáfana pieza de armonías vocales titulada "For no reason" y la agitada, juvenil y nerviosa "Pictures on the wall", que no hacen sino enriquecer lo que ya era un compendio de grandes momentos en clave de rock, powerpop, punk y pop.

The Lookers siguen evolucionando en 2023, pero tal vez el auténtico salto hacia cotas más ambiciosas, maduras y elevadas llegó antes de la pandemia con este estupendo trabajo titulado "Real Things" que sigue sonando de lujo y además creciendo exponencialmente.

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