Loquillo y Trogloditas - "El ritmo del garage" (1983) - Cuarenta años de callejones y Cadillacs.

Crítica: Loquillo y Trogloditas - "El ritmo del garage" (1983)

...temas que miran en diversas direcciones, pero que curiosamente no crean un batiburrillo estilístico incoherente, sino que dan lugar a un álbum variado en cuanto a sonidos...

Por Jorge García.


Después de su etapa con Intocables y de hacer de marinerito durante un buen número de meses de mili, Loquillo se encuentra, a su regreso a Barcelona, con una nueva recua de músicos reclutados por Sabino Méndez que terminarían siendo bautizados como Trogloditas.

El único bagaje discográfico de Loquillo hasta entonces era un disco grabado a toda velocidad junto a bandas de la ciudad condal como Intocables (su banda de entonces, junto con Sabino), C-Pillos y algunos colegas como Carlos Segarra, mítico líder de Los Rebeldes. Aquél disco llevaría por título "Los Tiempos Están Cambiando" (1981), álbum que pasó inadvertido, cuya producción se puede considerar inexistente y con un repertorio preparado en unos pocos días. 

Para la grabación de "Los tiempos están cambiando" se juntaron un grupo de jóvenes con mas actitud que conocimientos técnicos sobre el uso (y abuso) de los instrumentos, por no hablar de la forma anárquica de cantar del Loco. A pesar de todo, lo cierto es que en general suena joven, garajero, sucio y con un desparpajo fuera de toda norma. Años después, tras ser recuperado por Hispavox, obtuvo una considerable repercusión gracias en parte al éxito de "Rock and Roll Star", autentico himno del rock español y al surf "Esto no es Haway", tema que Jesús Ordovás eligió como sintonía de su histórico programa de radio Diario Pop.

Pero cuando volvió de la mili Loquillo no tenía nada: un grupo, eso si. Y una actitud, además de un deseo: escapar del laberinto en que, según él, se había convertido Barcelona. Así que convence a la banda y se van al Madrid de "La Movida" a buscarse la vida.

Pronto empiezan a ser conocidos en la capital. Por una o por otra, Loquillo esta en todas las salsas, su talento para atraer sobre sí a artistas, productores, managers y todo bicho viviente que tenga que ver con la industria de la música es notable y pronto consigue estar en contacto con lo mas granado de una movida ya en declive pero con resortes que accionar.

De este modo, no es de extrañar que la figura de Loquillo empiece a dejarse ver cada vez en mas lugares, incluido el legendario espacio "La Bola de Cristal", programa que les da popularidad gracias a sus continuas participaciones, y donde traban amistad con numerosos figuras llamadas a ser piezas clave del caldo cultural de la capital y consiguientemente del estado. 

Gracias a todos estos factores consiguen firmar con la incipiente Tres Cipreses - que posteriormente sería parte de DRO - un contrato discográfico para llevar al estudio una colección de temas de enmarañada diversidad estilística que daría forma a su primer disco: "El Ritmo del Garage".

Grabado durante la primavera de 1983 en los estudios DoubleWtronics y producido por el dueño del estudio Jesus N, Gomez, en el álbum termina colaborando todo el Madrid musical, por allí se dejan caer Jaime Urrutia, Poch, Ulises Malone, Julian Hernandez o una joven Alaska que se encontraba en la cima de su gloria.


Junto a Alaska precisamente graban los dos temas más populares del disco, el homónimo "El Ritmo del Garaje" tema garagero, juvenil y callejero, con una letra entre rebelde e inocente que se convirtió en un éxito de forma inmediata, arrastrado en parte por la popularidad de Alaska, y el segundo single del disco "Quiero un Camión", también con Alaska, rock de carretera, simple en su formación, con una letra de no demasiada enjundia pero estribillo pegadizo que se coreaba alegremente en los conciertos de la banda, muchos de ellos como teloneros precisamente de Alaska y los suyos.

Junto a estos dos pelotazos, un ramillete de temas que miran en diversas direcciones, pero que curiosamente no crean un batiburrillo estilístico incoherente, sino que dan lugar a un álbum variado en cuanto a sonidos y rudimentario en lo referente a virtuosismo técnico y miramientos comerciales.

De esta manera conviven en el disco temas puramente rockeros como "María", magnífico Rock'n'Roll en el que se relata el nacimiento al rock de una adolescente que se vuelve loca ante los primeros riffs escuchados en la radio y que le envenenan el corazón. 

"Pégate a Mi", enérgica canción de corte clásico que sigue siendo un tema habitual en los conciertos de la banda, tocada, como todo el disco, a una velocidad endiablada por unos Troglos que echaban chispas en su exaltación rockera, y la no tan recordada "Rocker City", tema de orientación apocalíptica, (era la época), sobre un mundo devastado tras una guerra nuclear, muy ochentero en su connotación argumental y con un ritmo nuevamente vivo y adictivo.

La garajera "Tejanos Rellenos", con una letra entre cómica y lujuriosa, interpretada con actitud lasciva por el Loco y violencia sónica por sus Troglos. El surf  de ambiente carcelario y estribillo frenético "No Surf", que de siempre me ha maravillado por su impresionante dinamismo e intrepidez, son otros favoritos personales que arrastro desde la adolescencia. 

"Mi Amigo Murió en un Accidente de Circulación" es el tema que pasa más desapercibido del disco, medio ritmo de letra pesarosa sobre carreras clandestinas y fatales consecuencias que habría la cara B, del vinilo. "Barcelona Ciudad" es otro tema tocado a velocidad vertiginosa y que durante años cerraba los conciertos de la banda, con una letra crítica hacia la ciudad que les vio nacer y subrayado por un teclado que le da un aura de local de ensayo.


Quizás el corte menos recordado sea el Rockabilly "Me convertí en Hombre Lobo por Culpa de Los Rebeldes" donde la velocidad alcanza lo ininteligible, como si estuviese acelerada artificialmente y con un sonido casi incapturable, no obstante es un momento con cierto encanto juvenil.

Y para el final hemos dejado la joya de la corona, bueno, una de las joyas de la música rock en castellano: la preciosa, romántica, dolida, crepuscular y etílica balada "Cadillac Solitario", uno de los temas clave del rock patrio, una tópica pero inmortal historia de amor roto, con resacoso despertar al abrigo de las palmeras del Tibidabo, mientras el sol empieza a alumbrar la ciudad y el dolor se viene arriba con las primeras luces. 

Disco imprescindible en el rock español que este año cumple cuarenta años y en el que se dan cita una gran parte de los elementos que harán del rock español un género nunca masivo pero si con ciertos referentes significativos: un rock de barrio, de sudor y noches cálidas, de ojos vidriosos esperando la llegada del sol desde el bordillo de cualquier calle, fumando y soñando, atrapados por la juventud inocente y frágil. Un disco histórico e imprescindible. Uno de mis discos de los ochenta.

Comentarios

  1. También es uno de mis discos favoritos. Lo tengo en cassette y aún lo pongo. Yo soy de las que conservan el VHS, la pletina, el giradiscos... y también quise ir siempre a LA, y no obstante, he estado en San Francisco, pero no en LA. Por dios, ya cuarenta años... Nos hemos hecho viejos...
    Un beso.

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    1. Yo lo compré en casette en su día, después en vinilo a finales de los ochenta y finalmente en CD con la reedición del 30 aniversario en 2013. Conservo todos y también tengo algun VHS de la época aunque no tengo video hace años. Parece mentira que hayan pasado cuarenta años.
      Un beso y gracias.

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