The Afghan Whigs - How do you burn? (2022)

Crítica: The Afghan Whigs - How do you burn? (2022)

El sonido de The Afghan Whigs es un amasijo de substancias en el que se retuercen palos diversos de la baraja musical como el rock, el grunge o el blues…

Por Jorge García.


A pesar de que “How do you burn?”, nuevo disco de la ya clásica formación de Cincinnati The Afghan Whigs fue publicado el pasado mes de septiembre, algunos llevábamos desde mucho tiempo antes siguiéndole la pista y recortando enteros en la cuenta atrás que iniciaron varios meses atrás, cuando anunciaron la fecha definitiva para su publicación.

No era tarea fácil dar continuidad en materias de calidad y solvencia al excepcional “In Spades” publicado hace cinco ejercicios, pero con esta nueva compilación de temas, si no lo consiguen, poco les falta.

El sonido de The Afghan Whigs es un amasijo de substancias en el que se retuercen palos diversos de la baraja musical como el rock, el grunge o el blues. Siempre apegados a un cierto ambiente tórrido y oscuro donde la pasión y el recogimiento se aúnan para crear muros de sonido sumamente exuberantes y suculentos.

The Afghan Whigs

La producción corre a cargo del líder de la banda Greg Dulli con la contribución de Christopher Thorn, ambos distribuyen la alquimia sonora que maneja el grupo con sabiduría y talento, recortando allá y rellenando acullá, forzando la máquina de sonidos y sacando el mayor partido a cada recodo melódico y sónico de todas y cada una de las excelentes composiciones que completan el tracklist de “How do you burn?”.

En lo referente a la cabeza pensante de la banda, que no es otro que el gran Greg Dulli, queda de manifiesto que se encuentra en un momento de creatividad dulce y floreciente ya que este nuevo cancionero es perfectamente capaz de mirar directamente a los ojos a los míticos álbumes de los noventa. En el aspecto vocal mantiene intacta la proyección, intensidad y esa facultad heroica y épica que desprende su timbre y su fraseo, especialmente apreciable en los rutilantes estribillos marca de la casa.

Cuando a principios de año llegaba la trepidante “I’ll make you see God”, con ese vibrante riff de guitarra que arranca sensaciones de ansia y lujuria en el oyente, seguido semanas después de “The Getaway”, con esas teclas gaseosas que armonizan un corte que mira al soul y al rock sin perder la esencia típica de los Whigs, la cosa empezaba a prometer.


La promesa se hizo más firme si cabe con el tercer eslabón de la cadena de singles previos a la publicación del elepé: “A line of shots” y su cacharreante instrumentación que conduce a una liturgia estilística fluida y progresiva de tremenda enjundia y apoteosis calculada.

Trallazos como la convulsa “Catch a Colt” o el corte experimental, dotado de una ácida carga de sintetizadores titulado “Jyja”“Please, Baby, please” con piano y soul o la intensa y verista “Domino and Jimmy” no hacen más que catapultar a “How do you burn?” a unas cotas de excelencia a las que no estamos muy acostumbrados, aunque en el histórico musical de Dulli y los suyos, estas situaciones de privilegio suponen algo bastante habitual.


Mucho más que feliz vuelta de The Afghan Whigs con un disco en el que no apartan la mirada ni bajan la guardia con respecto a su propia imagen en el aterrador (para tantos) espejo del pasado y es que escuchando este disco, el tiempo parece haberse detenido en los mediados noventa para Greg Dulli y sus Afghan Whigs.

Reseña publicada el pasado 20 de septiembre en el Exile SH Magazine.

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