R.E.M. - Green (1988)

...un disco de estructuras sónicas perfectamente engrasadas y que derrocha frescura dentro de un estilo que con los primeros tres discos se fue consolidando...

Por Jorge García.

Cuando hace más de diez años empecé con esta aventura del blog, hubiese apostado a que nunca escribiría sobre R.E.M. De haber sido así, hoy hubiese firmado mi rendición y la apuesta tendría que darla por perdida.

No quiere decir esto que me haya convertido en un irreductible fan de los de Athens, pero sí es cierto que con el paso de los años he ido cogiendo el punto a su música, o al menos a varios de sus discos.

Empecé hace algunos años con "Murmur", era el primero y algunos me decían que el mejor, no estoy de acuerdo en absoluto, de hecho me aburre soberanamente.

Creo que la segunda parte de los ochenta es la que más me gusta dentro de la discografía de REM y más concretamente el trabajo de 1988 "Green" - también "Document" (1987) - con el que cierran en cuanto a grabaciones la década.

Podría ceñirse este álbum a la lista de 'Discos repescados', pues con éste ocurrió igual que con otros de la misma formación que en su día no consiguieron engancharme y pasé directamente a otra cosa. Cierto que cuando "Green" llegó a mis manos (a principios de este siglo), la poca fe que tenía en REM, a tenor de lo poco que me habían afectado discos noventeros suyos, propició que la escucha de este catálogo fuese un trámite en el que no puse demasiado mimo ni empeño. Mea culpa.

Mi opinión hoy es totalmente diferente y "Green" me parece un disco de estructuras sónicas perfectamente engrasadas y que derrocha frescura dentro de un estilo que con los primeros tres discos se fue consolidando como inequívoco del grupo y que a partir de "Document" se perfila en toda su redondez y perfección.

Esta opinión, que he vertido sin ningún tipo de prejuicio y, tal vez, con la arrogancia involuntaria propia del advenedizo, la suelto sin contrastarla con ningún aficionado fiel a la banda y, por tanto, mejor conocedor de sus interioridades y cronologías que un servidor, pero como es sincera y relata mi parecer, ahí la dejo.

No solo esta redondez definitiva del estilo a la que hacía referencia hacen de "Green" el disco con el que mejor me siento a la hora de escuchar de todos los que ha facturado la banda, es que la ecuación melodía + sonido + voz es la que mejor se adapta a mi aritmética como escuchante.

Canciones fluidas y de rápida asimilación, que no obstante dejan a su paso una estela que no se borra con el simple acto de apagar el reproductor, es más, provocan, como el buen vino hace con el paladar, un cosquilleo que invita a volver sobre esas canciones simples y directas para seguir descubriéndolas, pues no son solo lo que se escucha en primer plano y el regusto no se difumina pasando a otro disco más condensado o embrutecido.

Lo que suena es determinante de la morfología de REM, eso es personalidad y firma sónica propia, y siempre me ha parecido muy respetable todo aquél que consigue un efecto categórico de estas dimensiones con la mera escucha de unos pocos segundos de cualquiera de sus temas, y este grupo puede presumir de esto. Por ello no veo necesario establecer bases descriptivas de un sonido perfectamente conocido por todos y propio del grupo.

Son diez canciones, diez partes que forman un todo plenamente equilibrado y coherente, donde la extrapolación de una de ellas no nos llevará a una comprensión mejor del conjunto, por lo cual, la escucha debe realizarse en bloque. Esto no quita que algunos momentos me parezcan, subjetivamente, más venturosos, por citar algunos dejaré en negro sobre blanco dos soberbias citas como "World leader pretend" y "Turn you inside-out".

Definitivamente, no solo "Green", sino REM en su conjunto, debe ser considerado parte de la nómina de títulos que se van amontonando en la sección "Discos Repescados", y con tal voluntad dejo terminada esta reseña.