Drive-By Truckers - Decoration Day (2003)

 

Crítica: Drive-By Truckers - Decoration Day (2003)

El álbum esta lleno de personajes sombríos, ceñudos y amarrados a la tradición sudista mas pegada a la tierra de los caminos y a las etílicas historias de las cantinas...

Por Jorge García.


El Día de la Decoración es, en el sur de los Estados Unidos, el día en que se honra a los soldados caídos en la guerra civil americana mientras luchaban en las filas de La Unión. Organizaciones sureñas de mujeres y niños en edad escolar dedicaban el día a visitar y decorar las tumbas de los hombres y mujeres caídos durante la contienda. Hoy en día, aunque sustituido por el Memorial Day que se celebra el último lunes de mayo, aún sigue conmemorándose a la antigua usanza en muchos parajes del sur profundo.

Esta historia viene a colación para hacernos una idea del plano argumental en el que se mueve "Decoration Day", cuarto disco de Drive By Truckers publicado inmediatamente después del rompedor en su día "Southern Rock Opera", retrato también de la vida del sur, pero en un plano mucho mas luminoso, recreando la figura del mítico gobernador John Wallace y rindiendo un cálido homenaje a los ídolos sureños Lynyrd Skynyrd.

Este "Decoration Day" es en cambio una visita sombría, e incluso en ocasiones temible a los usos y costumbres más ancestrales del sur, con la muerte como trasfondo, así como los recuerdos, las historias locales de pequeños pueblos bañados por el sol abrasador y la superstición heladora.


El álbum esta lleno de personajes sombríos, ceñudos y amarrados a la tradición sudista mas pegada a la tierra de los caminos y a las etílicas historias de las cantinas.

El disco adolece de los riffs poderosos y nervudos de su antecesor y aquí toman el relevo tímidas guitarras acariciadas en sordos arpegios, lloronas pedal steel guitars que suenan como lobos hambrientos en la noche, como voces oscuras, desapasionadas, tranquilas, como resignadas al destino que a todo hombre espera en el sur, sabedoras de que han nacido para cantar en ese tono lúgubre.

En cambio las composiciones son excepcionales, enmarcadas en ese halo de tibieza instrumental, se desarrollan fluidas en las voces de HoodCooley e Isbell, siempre apropiadas en su entonación y fraseo. Mandan los ritmos medios y lentos, las melodías que se desarrollan entre sonoras construcciones guitarreras, nunca estridentes aunque si densas, canciones que dicen lo que pretenden y que se hacen entender gracias a una inequívoca letanía de oscuridad y aldeano costumbrismo perfectamente transmitido por una banda que estaba en estado de gracia. 

Flotando entre nieblas y gases funestos, evocando tristes recuerdos campesinos sobre años pasados y ya casi olvidados. Así crepitan un racimo de temas excepcionales, en los que encontramos feroces guitarras que ayudan a Patterson Hood a invocar al infierno "Hell No, I Ain't Happy"; stonianos riffs para dar un rayo de luz a la oscura atmosfera del disco en el único momento de la entrega con un conato de esperanza en la magnífica declaración de matrimonio "Marry Me".


Aromas y acordes countries en la triste "My Sweet Annette", donde nos cuentan la historia de la dulce Annette y como fue abandonada en el altar hace tantos años que ni el viento lo recuerda, con un fiddle que parece venir del pasado para dar mas tristeza aún a la historia, un gran tema.

Mike Cooley interpreta "Sounds Better in the Song", tema country de melancólica melodía cantado con voz oscura y cargada de remembranza, precioso y desesperanzado podría haber sido firmado por el mismísimo Johnny Cash. La etílica y autocompasiva "Your Daddy Hates Me", con un texto duro sobre alcoholismo y recelos repartidos entre un suegro y un yerno que solo comparten a la hija del primero y el odio que ambos sienten por el otro, una terrible historia del sur en la plañidera voz de Patterson Hood.

Jason Isbell contribuye con dos temas grandiosos: la acústica y sensitiva balada "Outfit" y la oscura y sublime "Decoration Day", eléctrica y desgarradora, cantada en tono ahogado, entregado, apasionado, un tema excepcional.


Otros temas como "Sink Hole", "Heathens" o "When the Pin Hits the Shell" no desmerecen en nada a los ya comentados, creando, entre todos, un disco bello, sugestivo e interesante, con el amargo regusto de la tradición mas oscura y caduca del sur, pero también la mas romántica, aquella sobre cuyo poso se edifica una forma de sentir la vida y también la música, que hace de sus habitantes y artistas seres con "duende". Si "Southern Rock Opera" es un gran disco, este no lo es menos, concebido en un momento superlativo en cuanto a lo creativo por una banda que dio un sentido nuevo al southern rock y que lo sigue haciendo a pesar de que sus últimos discos estén lejos de estos que alumbraron en los primeros compases del actual milenio.

Comentarios

  1. Para mi el mejor disco de la banda. Sin Isbell, siguen siendo buenos pero son otra cosa.

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    1. Para mi también. Además fue el primero que escuché de ellos.

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