…un delicioso disco acuñado en los vetustos moldes de alguno de los más solemnes géneros de la música americana…
Por Jorge García.
Debo admitir que no recordaba a Rumbecat, que no es sino el nombre de la banda que hoy recupero, como ya hice hace unos meses en mi otra casa, el Exile SH Magazine. Y eso que el disco de debut de estos jóvenes de Virginia, que fue publicado en 2016 y respondía como "‘Til the neighbors shout”, me causó una muy grata sensación.
Retornan seis años después con un nuevo cancionero en el que vuelven a repetir, e incluso ampliar, aquel buen pálpito que me sorprendió en su ópera prima.
Seis años es un trecho de tiempo más que respetable para fabricar un disco, cierto que ha habido una pandemia de por medio, aunque ignoro si esta habrá sido la causante en parte de esta demora a la hora de presentar un segundo disco. De cualquier modo, después de escuchar minuciosamente este trabajo, titulado “If the sky falls down”, debo decir que doy por bien empleada la espera.
Nueve canciones que huyen de urgencias y premuras, que se nota que son el resultado de un trabajo cadencioso y que se han cocinado en puchero, con mimo y a fuego lento, haciendo plof, plof, como un buen cocido.
El resultado es un delicioso disco acuñado en los vetustos moldes de alguno de los más solemnes géneros de la música americana. Cada palo es tratado conforme a la tradición, sin pretender empañar la sacrosanta autenticidad de los venerables sonidos del blues o del folk o del rock o del soul o del southern rock.
Lo cuidado y respetuoso de la producción se aprecia en todos y cada uno de los rincones del disco, así como un virtuosismo que se reivindica en las líneas de hammond o los intensos, que no efectistas, solos de guitarra. El buen gusto de desborda en el delicado uso de la voz femenina, en segundo plano, subrayando estribillos y estrofas; además, la excelencia melódica brilla por doquier.
La sucesión de canciones, que se despliegan con candor y doncellez, nos comunican con puntos clave del mapa musical americano como Nueva Orleans, Alabama, Tennessee, California o incluso Jamaica. Pues “If the sky falls down” es un rico mosaico de influencias, purezas y sonidos enraizados, que toman como ejemplo a diversas deidades entronizadas en el olimpo de la música americana del pasado siglo.
Estoy seguro que no les costará sentir la presencia de The Allman Brothers Band o Lynyrd Skynyrd en coplas sureñas como “Gotta got uptown” o la magnífica “Modern man”. También podrán vislumbrar ecos de The Band o Van Morrison en académicas piezas como “If the sky falls down” o el crepuscular medio tiempo titulado “Building a house” que cuenta con una vibrante parte de armónica.
Bucólicos temas de emocionantes armonías vocales que se fijan en la soberbia “Meet me at the station”, un reggae que fluye tímido pero pertinaz en “Dig me a hole”¨; “Sweet alyssum” que es coronada por un febril y bello estribillo o los tonos amarillos propios del ocaso del día en el precioso folk titulado “Don’t give up”, son valiosos activos que hacen brillar esta entrega. Además del soleado instrumental “Missing stuff”.
El peso de la tradición, el respeto al pasado y el recogido placer de paladear canciones nacidas para respirar pero no para destacar, solo sublimar y portar emociones, leyendas, verdades, mentiras y sentimientos de esos que alimentan a las grandes epopeyas. Tal vez suene rimbombante, pero eso es lo que creo que se puede encontrar en este precioso y muy clásico disco, segundo vástago de esta agrupación de juvenil mestizaje, que responde al nombre de Rumblecat.
Reseña publicada el pasado 25 de febrero en el Exile SH Magazine.
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