Los domingos photosong - Gene Clark - For a spanish Guitar


Último domingo del invierno, la primavera llama a la puerta y no seré yo quien reniegue de su llegada. Los Stones inician gira en Madrid el uno de junio y las entradas desaparecen de las páginas de venta en minutos, para volver a aparecer en otras plataformas con precios hinchados. Si ese es el sistema tan democrático que queremos y del que tantos presumen en el (también muy democrático) mundo de la prensa y la política, todos contentos.

No seré yo el que sucumba a un timo consentido por tantos, mi devoción por SS.SS.MM será siempre  inquebrantable pero esta vez me los pierdo, consciente de que posiblemente sea la última oportunidad.

El mundo sigue igual, y dudo mucho que la tragedia de Ucrania sea algo nuevo bajo el sol, al fin y al cabo se trata de lo de siempre, desgraciadamente es así. Precios al alza, trozos de historia reescritos por unos y otros, cultura presentada en el escaparate virtual de las RR.SS., regalos del día del padre, huelgas donde hoy el débil es el culpable, periodistas leyendo al dictado del que paga y vista gorda hacia el odio y el retraso de algunos que ahora son convenientes y por ello, aceptables. 

No merece la pena empeñar la vida en una lucha que nadie va a consentir que se gane, incluso los que pierden con la vitoria del ganador, impiden que la batalla tenga opciones y prefieren acurrucarse al calor de su amo, que siempre pasa factura a su súbdito, haciéndole saber cual es su papel en el relato: el papel del que hociquea en busca del pienso derramado por el suelo.

No son buenos tiempos, en realidad creo que son igual de malos que siempre, pero ahora las pantallas nos los escupen a la cara, haciéndonos cómplices de alguien, normalmente del malo, porque sí, hay un malo, el que se disfraza de bueno en el carnaval que él mismo ha organizado.

Pero como entiendo que necesitamos un oasis de pasotismo, de indiferencia ante el mundo, ante el otro, ante nosotros mismos, un lugar donde refugiarse de la calima de putrefacción pulverizada en la que respiramos y sin darnos cuenta vamos malviviendo, me voy a ceñir a la canción del domingo, que para eso estamos aquí.

Con la mirada en el cielo, esperando la fresca aparición del rocío, la llegada de los primeros rallos de sol primaveral, mirando tus ojos inquietos bajo los párpados mientras duermes, esperando que se abran y den luz a la oscuridad, que tan siquiera por unos minutos algo tenga sentido, algo sea bello y puro. Mientras imploro la quimera, vuelvo a escuchar una vez más esa canción a la que siempre recurro, el recodo que siempre pienso que da paso a la primavera y la esperanza. Ojalá así sea...

Gene Clark canta "For a spanish guitar"...

¡Feliz domingo!


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