The Cars - The Cars (1978)

Crítica: The Cars - The Cars (1978)

...un batiburrillo donde hacen frente común las guitarras eléctricas de origen rockero, las melodías aterciopeladas del pop y ciertas esencias sónicas...

Por Jorge García.

El debut homónimo de la banda bostoniana The Cars en 1978, pasa por ser uno de los discos más emblemáticos de aquello que se dio a llamar New Wave, repasarlo en la actualidad demuestra que sigue manteniendo sus facultades sónicas, estilísticas y anímicas intactas.

Sin entrar en disecciones sesudas con respecto a lo que escondía la etiqueta mentada, "The Cars" es un batiburrillo donde hacen frente común las guitarras eléctricas de origen rockero, las melodías aterciopeladas del pop y ciertas esencias sónicas que juguetean con la oscuridad del post-punk, los sonidos sintetizados que profetizaban la (maldita) era que estaba por llegar, donde el abuso de estos artefactos sería el leitmotiv de aquél movimiento llamado tecno pop, e incluso ciertos ramalazos glam.


En cualquier caso, este debut acierta en el centro de la diana gracias a un ramillete de temas de perfecto trazo melódico, obra de su líder Ric Ocasek y a una producción, obra de Roy Thomas Baker (Queen, The Who), que es capaz de negociar con los estilos referidos sin perder solidez estilística y dando carta de naturaleza al sonido que habría de convertirse en la denominación de origen del grupo.

Esta ópera prima es en realidad, un auténtico greatest hits, pues todos y cada uno de sus cortes son susceptibles de convertirse en canciones de éxito, así ocurrió con temas como "Good times roll", "My best friend's girl" o la excelente, auténtico caballo de batalla de The Cars, "Just what I needed".

Pero lo cierto es que el resto de playlist no tiene desperdicio, haciendo hincapié en recursos sónicos y produccionales que se convertirían en el núcleo sonoro de la música comercial de los ochenta, pero conservando aquí una clase y sofisticación que no sería tan habitual en la mayoría de bandas de moda en la década siguiente.

Así merecen ser destacados temas como la vigorosa "Don't cha stop"; la pegadiza con interacción de sintetizadores y guitarras de "You're all I've got tonight"; la percutora y pegadiza "Bye Bye love" o un electrónico precedente tecno titulado "Moving in Stereo".

No merman la redondez de "The Cars" ni "I'm in touch with your world" ni el climático colofón sintetizado que recuerda por momentos a Queen y que se titula "All mixed up".

Sigue funcionando a la perfección este disco, primero de una serie de excepcionales trabajos que la banda de Boston fue publicando hasta mediados los ochenta, un álbum que insufla sensaciones, atmósferas y tintura sónica, además de resultar excitante y ecléctico. Despedimos el año en el apartado de reseñas con la de este excepcional debut de The Cars.

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