...Se nutrían sus crípticos textos con una refriega de guitarras distorsionadas que se convulsionaban y bramaban formando una poderosa atmósfera noise...
Por Jorge García.
Hacía tiempo que no retrocedía a los años noventa montado en la nostalgia destilada por alguno de mis discos favoritos de aquella década que me vió joven y lozano, como nunca más volvería a ser y estar.
El final de la primavera me ha hecho cabalgar de nuevo a lomos de la morriña, y para dar sentido de ser a la misma, he elegido el debut de Pavement como leitmotiv del viaje.
"Slanted and Enchanted" fue, y sigue siendo, una de las cumbres de aquello que se llamó indie, nomenclatura rápidamente absorbida por la industria para reconvertir la esencia primigenia de un movimiento musical alumbrado gracias al azar y a un grupo de inconformistas músicos que saltaron a la palestra en los finales ochenta, en algo mucho más vendible, puesto en manos de otros músicos mucho menos enrabietados, que convenientemente disfrazados, se enfundaron del espíritu del mercado y se dejaron domar como buenos hombres de fortuna.
Pero vamos al lío: el disco con el que rompen amarras los chicos de Stephen Malkmus es un muestrario de rock alternativo con vocación expresionista y experimental. Se nutren sus crípticos textos con una refriega de guitarras distorsionadas que se convulsionan y braman formando una poderosa atmósfera noise, que tiene flemático reflejo en la voz de Malkmus, las espumajeantes notas del bajo y el desquiciado vigor de la percusión.
No daban crédito a lo fácil y se internaban en laberintos estilísticos a base de ruido y efectos que descolocaban al más pintado, líneas desafinadas y garabatos sónicos que dotaban de enjundia e introversión a esas letras oscuras y enigmáticas a las que hacíamos referencia.
Tal vez la nigromancia de este trabajo radica en que dentro de un cáustico desorden formado por retazos de intuitivo nihilismo inspiracional, todo encaja a la perfección y termina creando un fluido sonoro formado por unas partes que crean un todo absolutamente equilibrado y sugestivo.
La apatía es otra sensación que se capta en el fraseo de Malkmus y en las despojadas soflamas instrumentales que decoran algunos temas más lentos: "In the mouth a desert", "Our singer"...
El estallido arrítmico y deflagrador de la breve "Conduit for sale!", el ácido dramatismo de "Loretta's scars" o la deriva velvetiana de "Zürich is stained" o "Here", son pinceladas que corrompen esta especie de Retrato de Dorian Grey pleno de magnetismo y contagiosa reacción musical y química.
Comentarios
Publicar un comentario