José Ignacio Lapido - En otro tiempo, en otro lugar (2005)

Crítica: José Ignacio Lapido - En otro tiempo, en otro lugar (2005)

...guitarras carentes de pretensión pero que dibujan paisajes sonoros que bordean la voz del poeta eléctrico como por ensalmo...

Por Jorge García.


Lo normal hubiera sido que los sellos discográficos patrios se hubiesen pegado de leches por tener en su catálogo un disco como "En otro tiempo, en otro lugar". Y que por tanto José Ignacio Lapido, gracias a este álbum, hubiese disfrutado de una promoción amplia e implicada que pudiese poner en su justo lugar dentro el mundillo musical español a la figura y portentosa trayectoria del granadino.

No fue así, y José Ignacio Lapido vio como unos y otros rechazaban su trabajo sin observar (increíblemente) sus posibilidades, hasta que no le quedó otra al autor de "Música celestial", que acudir a la autogestión.

Quedaban atrás tres excelentes discos en solitario y unos cuantos lustros de míticos elepés y conciertos con 091, desde el principio acompañados de la pletórica prosa de los analistas musicales, pero con la escasa compañía de unos cuantos fieles, siempre demasiados pocos para lo que se ofrecía.

Inasequible al desaliento, Lapido congrega a una banda de infinita cohesión, construida durante los años de travesía en solitario y que estaba formada por Víctor Sánchez (guitarra), Raúl Bernal (teclados), Sergio Martín (bajo) y Antonio Lomas (batería).

Se encierran durante varias semanas en los estudios Producciones Peligrosas en Granada, y bajo la producción del propio Lapido, otorgan facultad de eternidad a un ramillete de canciones pluscuamperfectas, rebosantes de inspiradas melodías y elegíacos textos, que conforman un disco que por mor de una industria mezquina e incompetente y un auditorio en general ausente, no está considerada como debería: un trabajo imprescindible dentro del rock español del presente siglo.

Por lo demás el trabajo suena a Lapido, con sus guitarras carentes de pretensión pero que dibujan paisajes sonoros que bordean la voz del poeta eléctrico como por ensalmo, las teclas de sonido clásico del piano y el órgano y el latido que la base rítmica impone a unas melodías perfectamente identificables con el alma de los Cero. Y sobre todo una lírica que apenas cuenta con competencia dentro del panorama español, rimas que supuran melancolía y esperanza; recuerdos hechos canción y lamentos, encuentros e intimidades que se construyen gracias a una delicada y minuciosa selección de puñales con forma de palabras.

El tracklist es tan suculento que entiendo que es suficiente mentar algunas coplas como "Escrito en la ley", "No digas que no te avisé", "En otro tiempo en otro lugar", "Por sus heridas" o la más popular "La antesala del dolor" para que cualquier recién llegado pueda hacerse idea de lo que se esconde en las tripas de este inconmensurable disco.

Era hora de hablar de alguno de los discos míticos de José Ignacio Lapido, me alegro de que la primera vez haya sido con esta magnífica obra, un enorme trabajo entre otros no menos excelsos que poco a poco también iremos reseñando, porque Lapido lo vale y yo lo necesito hacer.

Comentarios

  1. Jorge, ¿que tal? tuve la suerte de ver a la banda presentar el disco aqui en Algeciras. Compré el disco y lo tengo firmado por el poeta. Esos golpes de la suerte. Gracias por el recuerdo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Manolo, que alegría verte por aquí. Yo también le ví presentar el disco en Bilbao, en un pub enfrente (al otro lado de la ría) del Guggenheim bastante pequeño, la verdad es que estábamos unos pocos, pero fue la pera limonera.
      Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario