Barricada - 'No hay tregua' (1986) - Mis discos de los ochenta

Crítica: Barricada - 'No hay tregua' (1986)

...el grupo se encuentra en un momento dulce en cuanto a su papel como compositores, y Enrique Villareal 'El Drogas' aporta una lírica potente al tiempo de intelectual y vehemente...

Por Jorge García.


En 1986 la banda navarra Barricada lanza al mercado "No hay tregua", su tercer larga duración y el resultante de un proceso de crecimiento musical y también ideológico que explota con este inflamable ramillete de canciones, que conforman su disco más redondo, más impactante y posiblemente más identificativo del estilo y personalidad de los de La Chantrea.

Tras la publicación del álbum, Barricada rompe con la multinacional RCA, con la que habían firmado un contrato meses antes. Las tensiones entre el grupo y los directivos de la marca, que pretendían censurar ocho de los diez temas del disco, fueron la principal causa de la ruptura.

La figura de Rosendo Mercado, que se alineó con el grupo y resistió las presiones fue determinante para que finalmente todos los temas fuesen grabados y viesen la luz. En realidad el de Carabanchel es una pieza concluyente en general, y especialmente para el resultado definitivo del disco, pues oficia de productor del mismo, y esto se nota en la fibra y textura de muchas de las canciones, que reciben un tratamiento muy identificativo de la figura de Rosendo sin que por ello se pierda el toque personal de Barricada.

Por otra parte queda de manifiesto que el grupo se encuentra en un momento dulce en cuanto a su papel como compositores (las canciones vienen firmadas como Barricada), y Enrique Villareal 'El Drogas' aporta una lírica potente al tiempo de intelectual y vehemente. De hecho los textos de algunas de las canciones, en especial la que da título al disco, levantan una polémica que duraría varios años y que en muchos de sus aspectos no tiene ningún motivo ni razón.

Acusados incluso de pro-etarras, nos encontramos una vez más ante la incomprensión habitual de ese reducto mezquino y analfabeto de la sociedad y clase política, que no fue capaz de comprender el significado de temas como el mentado "No hay tregua" y que únicamente su afán de prohibir les mueve y motiva.

Pero dejando atrás viejas infamias, nos concentramos en la soberbia y explosiva colección de himnos que habitan entre los surcos de este tremendo y demoledor disco. El grupo, que bebe de la tradición sónica del rock urbano que oficiaba en los extra radios de Madrid en los últimos setenta y primeros ochenta, además de estar hermanados con el hard rock y el heavy metal de la época, cuenta con una especial inspiración a la hora de dibujar melodías y con la influyente mano de Rosendo cuaja un sonido limpio y a la vez rutilante.

Imposible resististe a estribillos y riffs, soflamas y solos, ritmos y coros que contagian al más hierático oyente y que embadurnan de actitud temas tan poderosos e incendiarios como el ya comentado corte de título homónimo, pero también trallazos como "Contra la pared", "Campo amargo", "Aún queda un sitio", "Okupación", "A pecho descubierto" o "Juegos ocultos", todos ellos bramando sus distorsiones y rugiendo opinión y nihilismo.

Empezamos la semana con furia y rock and roll. Con canciones que parece que pertenecen a otra época, a otro mundo, a unos años de lucha y ansia de libertad que parecen olvidados en forma, y lo que es peor, en fondo.


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