Los Tupper - 'Silver Wedding' (2020): compromiso con el rock and roll

 

...Los Tupper han ampliado y expandido un homenaje humilde y sincero a tantos iconos del rock como asoman la patita por los surcos del álbum...

Por Jorge García

25 años de canciones y discos, de conciertos, actitud y rock and roll bien merecen una celebración. La banda cántabra Los Tupper certifican un cuarto de siglo de compromiso con todo lo citado: con canciones, discos, conciertos y en especial con el rock and roll.

Y es de justicia que ese compromiso se materialice en una sonora y artística ceremonia de aniversario, en unas refulgentes bodas de plata, bodas con el rock y con el público, con tantos buenos temas y discos, con tantas experiencias, noches, participaciones y fotogramas fijos en la memoria colectiva de los que hemos estado cerca del grupo.

Y como a toda buena celebración, no le puede faltar la tarta, y en esta ocasión el pastel nupcial viene impreso en la stoniana portada de "Silver Wedding", el disco de aniversario que es el auténtico homenaje al tiempo transcurrido, a las emociones vividas y provocadas, a nuestra imprescindible música del diablo, y también a la banda: un auto-homenaje más que merecido a ellos mismos, a Los Tupper.

Ambición no suele ser una palabra amable salvo cuando se trata de crear arte, entonces la ambición es al tiempo una cualidad y un desafío reservado a los más osados y talentosos, a los que desfilan sobre la cuerda del funambulista a sabiendas de que la red que habría de cubrir su caída tiene más agujeros que un queso de gruyer.

Y digo esto porque "Silver Wedding" es un disco ambicioso. En él, Los Tupper han ampliado y expandido un homenaje humilde y sincero a tantos iconos del rock como asoman la patita por los surcos del álbum, así la humildad se disuelve ante la presencia estática y solemne de Rolling Stones, Jacobites, Doors, David Bowie o Roxy Music que entre otros hacen desfilar sus substancias por las texturas y urdimbres de las canciones que nutren "Silver Wedding", conformando finalmente un codicioso ejercicio donde se ven agasajados el rock, el glam o el funky.

Gracias a una producción minuciosa y plena de sabiduría, donde se distingue la claridad de ideas que reinaba en las intenciones (ambiciones) de Alex Pis, Raúl Real y Manuel Gastado cuando operaban ante los controles, pero que de poco hubiese servido sin unas construcciones tan sobrias y redondas como lo son las diez canciones que conforman el tracklist, y el cariño y entrega que se hace evidente que fue quien gobernó las sesiones de grabación. Por todo ello podemos decir que nos encontramos ante un disco muy especial, un álbum que termina siendo más que una celebración: un regalo para todos los que amamos el rock and roll.

Dejarse llevar por un disco como este es cosa fácil, rockear con el tema que hace unos días escuchábamos en estas mismas páginas, el stoniano (y Burningniano) "Beating the blue". Flotar con la fina sofisticación de plateadas coplas como "Just like Harry Dean" o la gaseosa cualidad nocturna de la magnífica "Raindrops".

Un glam underground y maldito como "Phantom limb" nos trae a la memoria al viejo colega que se fue recientemente, Dave Kusworth; mientras "Long distance call" es una sensual pieza funky al estilo más Jaggeriano, con profusión de armónica y coros.

No puedo evitar recordar a los Roxy Music de los primeros setenta cuando escucho "Wonder Why" y su trepidante piano; "Gardens" vuelve a hacer hincapié en texturas lujosas y aerodinámicas; "China White-blues" es otro momento destacado con unas teclas que se enredan con las guitarras y el terciopelo se enciende en las armonías vocales del estribillo, uno de mis momentos favoritos del disco.

Y aún quedan dos cartuchos en el cargador: la iridiscente "Ficcional life" y la oscura "She's got the fire" con un órgano que bien hubiese podido acompañar cualquier soflama del mismísimo Rey Lagarto.

No se pueden celebrar mejor unas bodas de plata, con más sentimiento, compromiso y ambición artística que como lo están haciendo Los Tupper, fabricando quizás su mejor álbum y haciendo partícipe a la parroquia de los fastos rockeros que acompañan a la efeméride. Ojalá en breve podamos celebrar el banquete preceptivo en toda celebración: en vivo y en directo, brindando por los novios y por el futuro.

En el Exile SH Magazine estamos encantados y orgullosos de hablar de este disco en su presentación pública y recomendarlo sin ningún tipo de reserva, porque necesitamos fiestas y rock and roll. 

Reseña publicada el pasado 16 de noviembre en el Exile SH Magazine.