Julian Lennon - Valotte (1984)

Crítica: Julian Lennon - Valotte (

El tracklist raya a una altura notable y la producción es francamente elegante y apropiada, dentro de los efectos y defectos de 1984...

Por Jorge García.


Hacía siglos (al menos desde el pasado siglo) que no volvía a escuchar "Valotte", el debut de Julian Lennon publicado en 1984, cuando el cachorro de John tan solo tenía 21 primaversas.

En el día de su publicación, el que suscribe contaba con apenas 13 años y estaba escarbando en la discografía de The Beatles, pero aún no había entrado de lleno en los discos de Paul, John o George en solitario.

Se podría decir por tanto, que conocí antes este disco que los de su padre. Los singles del elepé sonaron de lo lindo en las radio fórmulas de la época, los vídeos eran pasados de seguido por TV y los premios se acumulaban en la estantería del salón de estar del joven Julian. 

Discos de oro y platino daban carta de naturaleza a las ventas que conquistó aquél agridulce debut del hijo del mito (entonces John era un Dios y no el malvado que para muchos parece ser hoy), que además tenía un doloroso parecido con la deidad que todavía fluctuaba en las neblinosas imágines de los vídeos caseros que daban imagen a muchas de las canciones de la leyenda.

Elegante producción de Phil Ramone, pulidas composiciones con minuciosas interpretaciones por parte de un selecto grupo de músicos, vídeos atractivos e incluso felicitaciones de su padrino (el que ofició como tal, aunque el auténtico fue Brian Epstein) Paul McCartney hacían suponer que estábamos ante un gran disco. Pero algo no llegó a funcionar del todo en aquél capítulo que mezclaba un nacimiento con una resurrección.

La crítica no dió cancha al disco, no tuvo piedad y se utilizaron todo tipo de artilugios lingüisticos para menoscabar la calidad del trabajo y el mérito del vástago del ex-Beatle. Siempre me he preguntado si la respuesta de la prensa especializada ante este debut hubiese sido la misma de haber sido el firmante del mismo el hijo de un ebanista de Birmingham o de un ingniero de caminos, canales y puertos de Seattle.

Supongo que nunca lo sabré. El caso es que he vuelto a pinchar el disco, en parte arrastrado por la curiosidad de saber si hoy, con la perspectiva que da el paso de los años, y el barbecho en el que han reposado en mi memoria las diez canciones que conforman el álbum, puedo responder a la cuestión formulada más arriba, o cuando menos formar una opinión propia que de una vez por todas coincida con la que expuso la crítica en 1984, o por contra difiera de esta, dando una lectura más positiva de "Valotte".

Y la verdad es que me tengo que decantar por la segunda posibilidad. He escuchado durante el día de Reyes "Valotte" y lo he hecho con gusto, sin que sus sintetizadores (tan criticados en su día) me molesten demasiado, creo que únicamente se hacen notar en el single de éxito "Too late for goodbyes" y tampoco me parece para tanto; y en la popera "Jesse", aquí tal vez un poco menos afortunados.

Tampoco la voz de Julian me parece tan lánguida, y si bien es cierto que utiliza algunas coletillas propias de su padre, tampoco abusa, ni es el único en la historia que lo ha hecho. Existe la influencia y tal vez cierto copia-pega con canciones y épocas de The Beatles, pero como hizo también Oasis y a nadie le pareció un acto criminal.

El tracklist raya a una altura notable y como decíamos antes la producción es francamente elegante y apropiada, dentro de los efectos y defectos de 1984. Se aprecian acercamientos estilísticos a Macca, tanto como a John, pero también hay contoneos con el soul, además de con el pop y el rock.

En definitiva, que no veo motivos de peso para adherirme a las hirientes sacudidas de la época y sí para dar un aprobado holgado a este disco, que además no me suena excesivamente viejo (mucho menos que otros de la misma época) y que cuenta con algunos temas que me siguen pareciendo excelentes o al menos disfrutables: "O.K. for you", la psicodélica y beatlemana "Space", la dulce balada "Lonely" o la juguetona y un tanto sobada "Say you're wrong".

No negaré que el disco me gustó en mi adolescencia y que lo escuché un buen puñado de veces en aquellos años, y que tal vez la nostalgia haya jugado a favor de "Valotte" y de Julian Lennon, pero también es cierto que todas las canciones eran recordadas de forma más o menos diáfana, por algo (bueno) será, en cualquier caso me ha encantado volver a recordar el disco de debut de Julian Lennon, una pena que se quedase la cosa ahí.

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