Thurston Moore - By the fire (2020)

Crítica: Thurston Moore - By the Fire

 búsqueda de texturas y estilos derivados del experimento y la mixtura, poniendo en activo el intrincado y ascendente sonido de sus guitarras...

 

Una de las sorpresas (agradables) de este año me la ha dado el amigo Thurston Moore con su nuevo disco "By the fire".

Y con sorpresa agradable me refiero a que esta vez sí, me ha gustado y mucho el material en solitario del ex de Sonic Youth y de la inquietante Kim Gordon

Siempre he sido, y obviamente sigo siendo, fan de Sonic Youth, pero por algún motivo que no viene al caso, los discos en solitario de las tres cabezas pensantes de aquella legendaria formación, nunca me han llegado a conquistar.

Por eso ni siquiera me enteré de que Thurston Moore tenía nuevo catálogo en el mercado, un poco hastiado de sus proyectos pasados, simplemente había desconectado con él. Pero cuando mi camarada Juanjo Mestre reseñó "By the fire" en el Exile SH Magazine dedicando tan amables palabras hacia él, decidí darle una oportunidad al bueno de Thurston.

Desde el primer pase advertí que aquello era otra cosa: nada que ver con el lote que presentó en 2017, que creo recordar que no conseguí terminar de escuchar en su totalidad. 

 
Sin renunciar a la búsqueda de texturas y estilos derivados del experimento y la mixtura, poniendo en activo el intrincado y ascendente sonido de sus guitarras en pos de un muro sónico casi tangible, sin ceder a los requisitos de lo ortodoxo y siempre con esa actitud independiente en la cofección de sus absorventes e industriales creaciones, en esta ocasión lo que se escucha resulta más accesible, llegando a resolver algunos momentos ciertamente deliciosos y elevados gracias a la hermandad de sonidos y melodías.

Es dificil hablar de influencias aunque en ocasiones son obvias: ahí está la esencia de la banda madre, las liturgias velvetianas, la experimentación kraut germana o los recodos sónicos germinados en una paisley underground pasada por el laboratorio, pero siempre acogedora y subyugante.

Es posible que con la extraordinaria y envolvente "Siren" como epicentro del proyecto, las ramificaciones estilisticas del trabajo rebusquen en las arenas movedizas el móvil del crimen que hizo posible este disco, buceando en radiantes e infecciosos ritos indie como "Hashish", en industriales páramos sonoros como "Cantaloupe", contradicciones llenas de vitalidad y sugestión como "Breath", oscuras alusiones velvetianas como "Caligraphy", ambiciosas soflamas cuasi químicas como "Locomotives" o instantes luminosos y diáfamos como "Dreamers work".

 

Nunca ha buscado el músico de Florida el éxito masivo, siempre ha preferido la experimentación y el respeto a su propia identidad como creador, tampoco conseguirá titulares ni gloria con "By the fire", pero creo que los suficientes podremos deleitarnos con un álbum que aúna (esta vez sí) la química y la plástica.

Se recomiendo visitar la reseña que sobre este mismo trabajo publicó Juanjo Mestre en el Exile SH Magazine.

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