En cuanto al sonido, aquí se vuelve más carnal, más afín a las mordacidades de las guitarras (incluso acústicas) y con menor pegada en cuanto a sintetizadores... |
Pienso que Fernando Márquez sabía que era imposible igualar "El eterno femenino" (pinchar). Y tal vez en su mente ya merodeaba la idea de abandonar La Mode y buscar otros espacios, no lo sé; lo cierto es que en abril de aquél 1984, Fernando Márquez anunció su marcha del grupo durante un concierto del mismo en la sala Rockola.
El caso es que el segundo larga duración de La Mode, "1984", suena a despedida, a adiós. En sus surcos siempre me ha dado la sensación de que el terceto intenta rodear la estela de su anterior grabación sin tocarla, sin que nadie advierta que hubo un antes de "1984", y que ese antes fue glorioso, y que seguramente no volverá.
No obstante, y tras años sin escucharlo, estos días me ha dado por hacerlo girar de nuevo y en cierto modo, re-descubrirlo. Y creo que merece, cuando menos, unas palabras, un alegato de redención por mi parte, por todos estos años de silencio, de indiferencia y olvido auto impuesto.
Tal vez no sea el trabajo más regular y homogéneo que podamos escuchar, pero también es cierto que merece ciertas consideraciones, al encontrar en él aciertos y motivos de celebración en determinados instantes y conceptos, en especial en lo referente a los textos.
Márquez siempre ha dejado claras sus preferencias literarias y musicales, y en "1984" las expone con claridad, Mishima está presente en el tema "Negro y amarillo" y Flaubert en "La rata"; además en la nostálgica copla de celuloide "Sueño 84" cuenta con los coros de las maravillosas Vainica Doble, de quienes 'El zurdo' siempre se ha declarado un devoto admirador.
En cuanto al sonido, aquí se vuelve más carnal, más afín a las mordacidades de las guitarras (incluso acústicas) y con menor pegada en cuanto a sintetizadores, siguen siendo Roxy Music un referente, pero también Ultravox o a los primeros nuevaoleros. Todo ello sin olvidar una sensación industrial y etérea.
Aunque probablemente sean tres temas los que hacen de "1984" un disco mucho más interesante de lo que hasta ahora se ha reconocido, un disco con una cualidad casi estática de melancolía: "Diálogo", está sustentada en la tradición del mejor Márquez, un tema de una sola dirección y una fuerte personalidad, aparentemente inofensivo, pero no. "La cólera" es una de las mejores canciones de La Mode, una ácida reflexión sobre el mundo moderno, con independencia de la época elegida. Y por último la tristeza nostálgica y volátil de "En cualquier fiesta", que esgrime la espada de la esperanza como último recurso para sobrellevar el hoy.
Saco del armario de los discos "1984", una soflama a favor de la inmortalidad de la reminiscencia y del inevitable curso de los acontecimientos, que ocasionalmente nos arrojan al abismo de un futuro siempre incierto, que en ocasiones solo nos depara recuerdos.
Creo que el título de "1984" descubre, en cierta medida, el objetivo del disco. La distopía de George Orwell sobre un futuro mundo en el que la población estaría sometida al poder dictatorial del Gran Hermano. Robert Fripp habló, al disolver King Crimson, del nuevo tiempo en el que las pequeñas células autónomas e independientes marcarían el nuevo porvenir. El Zurdo sigue esa estela, anticipando el término de un tiempo, la llegada de otro mucho más incierto. ¿Nos suena esto ahora mismo? Es, posiblemente, la otra cara del "El eterno femenino", la cara oculta. Una grandísima obra, en todo caso.
ResponderEliminarAbrazos,
Como siempre interesante comentario Javier. Desde luego quería hacer referencia a que se trata de un disco mejor de lo que la prensa de la época dijo.
EliminarAbrazos.
Me gusta "1984", pero como tú dices y Fernando Márquez sabía, es imposible igualar "El eterno femenino". Como te dije en la entrada correspondiente, para mí, lo mejor de la movida.
ResponderEliminarUn beso.
Eso por supuesto, "El eterno femenino" es uno de los discos que má veces he escuchado en mi vida y coincido contigo, pero hacía años que no pinchaba "1984" y la verdad es que me ha conquistado, más vale tarde...
EliminarUn beso.