..."Stolen moments" transmite los pensamientos de un hombre satisfecho tras culminar una travesía abrupta |
Con "Stolen moments", John Hiatt cierra una trilogía que empezó con "Bring the family", continuó con "Slow turning" y culmina en 1990 con la publicación de este trabajo que hoy traemos aquí.
El periplo por la reconstrucción personal de Hiatt, que definitivamente había dejado atrás adicciones y amarguras, resultó ser a la postre, la mayor fuente de inspiración y a la vez una catarsis personal esculpida en forma de canciones que ahora, más de treinta años después, se revela de un valor descomunal.
Los créditos del disco adolecen de la aristocracia que adornaba la contraportada de "Bring the family", pero aún podemos leer en el libreto interior nombres como Michael Landau o Glyn Johns, que repetía como productor tras el estupendo trabajo realizado en el precedente "Slow turning".
"Stolen moments" transmite los pensamientos de un hombre satisfecho tras culminar una travesía abrupta. Los textos muestran menos voluntad de redención y regreso al hogar; para mostrarnos a un hombre feliz, entregado a los suyos y a un futuro esperanzador, el que busque momentos causticos tendrá que recurrir a otros elepés.
Musicalmente no se deben esperar sorpresas en este trabajo, John Hiatt hace transcurrir su buen momento vital entre sonoridades y palos estilísticos que le son conocidos: rock de horizonte y crepúsculo , folk fabricado con el corazón, pellizcos reposados al swing o apartes más íntimos con un timorato soul, y así van transcurriendo los minutos de manera plácida y soleada, con equilibrio, variedad y unas melodías perfectas que rezuman sinceridad.
Además vocalmente Hiatt está pletórico de facultades, y su arcillosa voz se expande hermosa de timbre y convincente en cuanto al fraseo, cargado de intencionalidad lírica.
El tracklist no ofrece respiro y rinde pleitesía a todas las cualidades apuntadas, y esto se observa desde el primer momento con la excelente y célebre "Real fine love", que abandera el disco.
El rock tiene su espacio en temas que dejan que la prudencia sónica venza a la intensidad guitarrera para desplegar su potencial melódico en "Child of the wild blue yonder", "Stolen moments", "The rest of the dream" con connotaciones ochenteras, "Rock back billy" mucho más vetusta en su estructura o la genuina y vibrante "One kiss".
Queda el reposado country-rock "Through your hands" que canta junto a Karen Peris, voz de la banda de country folk alternativo The Innocence Mission.
Con "Stolen moments", Hiatt cierra el círculo rebosando felicidad y refulgiendo luz, ¿quién dijo que el arte gana en las desgracias y tristezas?.
Lo mejor es que aún le quedaban al gran artista indiano un buen ramillete de magníficos discos con los que deleitar a los muchos seguidores que se han (hemos) rendido a su música durante los últimos treinta y tantos años.
Es por todo ello uno de mis discos de los noventa.
Yo creo que "Stolen Moments" vive a la sombra de los dos anteriores y por ti mencionados, pero es muy bueno. Por "Real Fine Love" en concreto siento adoración. Estupendo repaso, Addi.
ResponderEliminarAbrazos.
Es cierto lo que dices, y posiblemente esté un peldaño por debajo, pero tiene un halo de felicidad inigualable.
EliminarAbrazos.
Es cierto, es un disco feliz. Bueno como todo lo que hizo despues de Bring the Family y que siguió y siguió ... De los 90 adoro Walk On que me parece superior a este y que la gente suele olvidar
ResponderEliminarLos veo similares la verdad, aunque "Master of disaster" si me gusta más que este y que algunos otros, algún día caerá por aquí.
EliminarGracias.
Saludos.