En este nuevo trabajo se aprecia una accesibilidad sónica mayor y un efecto de nitidez que no existía en sus primeros intentos discográficos |
No todo van a ser malas noticias: vuelve la banda canadiense Nap Eyes con un disco, "Snapshot of a beginner", que hace el cuarto de su carrera, y que llega dos años después de su anterior y notable "I'm bad now" (pinchar).
Encontramos en esta nueva entrega las habituales e introvertidas arengas, obra de la mente reflexiva y escudriñadora de su líder, Nigel Chapman, que repasan temas nada baladíes como la resistencia ante el desgaste vital, el poder de ciertos espectros, las fake news o la controvertida espiral de la vida actual en las redes sociales.
Aplican un sonido que cuenta con las influencias de anteriores catálogos: Lou Reed, Velvet Underground, Peter Perrett, Luna, Yo la tengo... aunque se aprecia en esta ocasión una luminosidad mayor.
Ha ido desapareciendo con la consecución de discos esa cualidad sónica de local de ensayo, de Lo-Fi que creaba una claustrofóbica sensación de ahogo sonoro, de primitivismo, y que ciertamente ofrecía una atmósfera underground muy favorecedora, yo la echo de menos.
En este nuevo trabajo se aprecia una accesibilidad sónica mayor y un efecto de nitidez que no existía en sus primeros intentos discográficos. El entorno sonoro es más diáfano y de fácil asimilación con la incorporación de algunas acústicas, con lo que el conjunto pierde cierta esencia primaria, pero mantiene el leitmotiv con el que siempre se ha identificado al grupo.
Las composiciones mantienen el nivel y la escucha se hace amena, aunque tal vez el disco adolezca de cierta emoción que sí se encontraba en pretéritos trabajos, aunque justo es decir que hay equilibrio y momentos brillantes.
Y como ejemplo de lo dicho nos tropezamos nada más empezar con "So tired", uno de los singles de presentación, que sirve de botón de muestra a propósito de lo que esconde el resto del álbum.
Aunque antes de este adelanto llegó "Mark Zuckerberg", cuyo contenido no creo necesario dilucidar, y después la excelente "Mystery calling".
Momentos eléctricos e inquietos como la (demasiado) breve "If you were in prison" o instantes plenos de sutileza electro-folk como "Dark link", una de mis favoritas, con un personaje extraído de un videojuego.
Tal vez los temas más afines conmigo sean aquellos que se hermanan más con el pasado de la banda como "Primordial soup", "When I sruck out on my own" o "Though I wish I could".
También la extensa (más de siete minutos), "Real thoughs" es uno de los momentos más destacados, mientras temas como "Even though I can't read your mind" y "Fool thinking ways" exploran atmósferas diferentes y más brumosas.
Aún con todo, "Snapshot of a beginner" es un muy buen disco, que sigue en la senda elegida por la formación y que no decepcionará a los seguidores del grupo, a pesar de una mayor liviandad en el apartado sónico que para nada afecta a la calidad intrínseca del conjunto, aunque tal vez se aprecie un leve recorte en cuanto a emoción y esencia.
Se recomienda visitar la reseña sobre este mismo trabajo publicada por Juanjo Mestre para el Exile SH Magazine pinchando AQUÍ.
Una gozada siempre esta banda canadiense. Gracias por la mención mysuperfriend.
ResponderEliminarMuy buen grupo, la verdad es que me gustan más los precedentes, pero este no está nada mal, y pasa por ser de lo mejor del presente año.
EliminarAbrazos.