Addison y el cine, una vieja enfermedad que el tiempo curó.


Este año han sido varias las películas que han arrastrado a la gente a las salas, o en su defecto a la pantalla del televisor, a ver cine en la tele, emitido y no proyectado, que siempre ha sido una de las grandes diferencias entre los dos medios. Pero es que ahora las películas las hacen ciertos canales de TV, y eso que no hace mucho se afirmaba que la mayor abominación que se puede hacer a la hora de admirar el llamado séptimo arte, es verlo en televisión.
Nos encontramos en un momento de transformación del arte que glorificaron hace cien años tantos genios visionarios que hoy no acertarían a entender lo que se ha hecho con 'su' cine. Para mi lo fácil sería decir que dicha transformación es para mal, acuñar con el ceño fruncido aquello de "Cualquier tiempo pasado fue mejor", pero me horroriza la perspectiva de convertirme en un viejo nostálgico incapaz de encajar los cambios que el tiempo (que ya no parece ser mi tiempo, pero aún paseo por él) actual imponen para escarnio de una moral avejentada y caduca, provocando una incomprensión que puede ser más efecto de la cerrazón que de la asunción de las novedades en cuanto a sensibilidades artísticas, comerciales y sociales que desde siempre se van presentando en cualquier disciplina artística gracias al empuje de la juventud, y a pesar de los principios conservadores que parece que atenazan nuestra edad madura, más por miedo a perder nuestra juventud de manera definitiva, que porque tales cambios realmente nos escandalicen.
Pero lo cierto es que hoy se ve cine en TV, y creo recordar que antiguamente no era algo demasiado admisible dentro de la nómina de cinéfilos, hoy parece que sí, o a lo mejor es que ya no hay cinéfilos sino consumidores de películas.
Sea como sea, yo hoy no soy ni una cosa ni la otra, ¿quién lo diría hace un par de décadas?, si el cine para mí era casi una enfermedad. Tal vez los años y sus imposiciones estéticas, textuales y formales en cuanto al cine me han pillado a contrapelo, y por algún motivo que no consigo determinar, los cineastas del presente siglo han tomado un camino antitético con respecto a mis fijaciones, o tal vez atascos espaciotemporales, en cuanto a argumentos, narraciones y texturas.



¿Me estaré convirtiendo en un añorante profesional de las viejas cintas?. El caso es que ni la cacareada "Jocker", ni las sucesivas películas de los Coen o Tarantino, ni mucho menos los filmes sobre los estilizados superhéroes de Marvel (siempre me han parecido unos horteras esos tipos superdotados ataviados de ridículos pijamas), ni los nuevos productos de Disney (o de la otra productora importante que hace pelís de animación) que no me interesan nada de nada, ni las comedias actuales con uso y abuso de internet y wasap... consiguen interesarme lo más mínimo; en resumidas cuentas, que ya no voy al cine, y me cuesta un potosí verlo en la tele.
Y la verdad es qeu me da pena: conseguí sobrevivir a la última idiotez de la industria, aquello de las películas en 3D, que como era de esperar duró lo que duró; me rendí a "El señor de los anillos" (con "El Hobbit" no pude), me negué en redondo a "Torrente" y a otras pseudo-comedias que hacían de las actuales proclamas de VOX un motivo de hilaridad y divertimento (no lo entendí entonces y no lo entiendo hoy), consentí las subidas y bajadas de calidad del cine patrio, pero el tiempo me fue alejando de las salas, y lo que es peor, también de las películas.
Pero las luces de alarma se han encendido ahora, con la llegada de "El irlandés", que a pesar de ser un film de unos de mis realizadores de cabecera durante años, aún no he visto, y no encuentro un momento en el que la lectura, la música u otras actividades sociales y lúdicas dejen paso para que me siente en el sofá durante tres horas para ver otra película sobre la mafia.
Seguiré viviendo de Renoir, Ford, Wilder, Fellini, Bergman, Kurosawa, Berlanga etc... Y me supongo que tendré que dejar que el tiempo siga haciendo de mí un vejestorio que repita sin cesar aquello de "El cine ya no es lo que era"... y por supuesto odio que la gente coma en el cine.



Comentarios

  1. casi no.voy al cine pereza basicamente. siempre ha habido pelis.comerciales y alguna buena , por mucho q se quiera pensar q no.siempre ha sido.asi y ahora no va a ser de otra forma. creo q ya no.es cuestion de peliculas sino de edad, me.pasa con la musica, cuando ves y oyes mucho poco hay q sorprenda y se tiende a refugiarse en lo q sobreseguro sabes q te guste.
    este año que los cacareados oscars parecen de una calidad superior casi nada de lo q he visto me ha encantado. el irlandes es como despues de la fabada de tu abuela lease uno de los nuestros, te ponen una de litoral o sea buen aspecto exterior, mismo producto pero repite. 1917 un aburrimeinto supino con el onanismo de el famosa forma de rodar ci
    in un guion nulo. cronometrado desde el m 5 al 40m lo mas interesante es que un soldado se corta con una alambrada y aparece una vaca con eso se dice todo. la del matrimonio desgraciadamente cualquier divorcio de poca monta ofrece mas que ese guion lleno de cliches para pijos. joker pues reconozco q el actor formidable pero... a los 45 m me canso. la de tarantino pues otra mas de el igual a las ultimas y a las proximas vamos tido visto. parasitos para mi la q merece la pena salvo la casqueria final y su predecible desenlace si bein de largo la mejor.
    como.ves pa gustos colores ... solo q ya voy viejo ... me.aburro

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    1. Pues no te diré que en tu reflexión haya algo de sabiduría, no descarto en absoluto que algo de eso me esté pasando a mi.
      Saludos.

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  2. Me pasa como a ambos, desde hace muchísimo no voy al cine por pereza, porque no me atrae el cine actual y porque tampoco aguanto las palomitas. Veo poquísimo en Netflix, "Roma" y "El irlandés" y durante este año pasado solo acudí a una sala para ver la última de Tarantino. Esta semana he visto por el ordenador "Últimas tardes tardes con Teresa" de Herralde, más que nada para rememorar la gran novela de Marsé. La verdad es que el cine me dejó de interesar desde hace mucho tiempo y, si vuelvo a él de vez en cuando, es para visionar películas y directores clásicos.
    Abrazos,

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    1. Está claro que el cine actual no nos motiva, a veces pienso que soy yo, no él. Pero en el fondo creo que lo que pasa es que el cine actual deja bastante que desear y tengo otras prioridades.
      Abrazos.

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