Concierto: The Dream Syndicate - Bilbao, Kafe Antzokia (24/10/2019)



 Con una discografía tan impoluta como la que lucen los Syndicate, confeccionar un setlist en el que no se eche a faltar ningún himno es ciertamente difícil...

Presentaba para la ocasión, un ambiente inmejorable el Kafe Antzoki bilbaíno, aún con la pena de no ver entre la parroquia concentrada, rostros que sugiriesen una edad por debajo de la cuarentena.
La vuelta al botxo de los Dream Syndicate bien merecía la copiosa congregación y comprensible expectación despertada.
No defraudó la banda capitaneada por ese caballero del rock, artesano e intelectual llamado Steve Wynn, no había temores albergados por nadie con respecto a que pudiese ocurrir lo contrario, y no ocurrió. Una formación como la que ayer pisó el escenario del antiguo cine de la iglesia de San Vicente no es habitual que falle, y junto al comandante del Sindicato más importante del mundo del rock saltaron a fabricar sonidos impolutos y eternos los profesores Mark Walton (bajo), Chris Cavacas (teclados), Dennis Duck (batería) y Jason Victor (guitarra), que desde el inicio con la fulgurante "How did I find myself here" dejaron claro que nos esperaba una noche de intensidad, pulcritud sónica y virtuosismo como se pueden apreciar pocas en el actual mundillo del rock.
Con una discografía tan impoluta como la que lucen los Syndicate, confeccionar un setlist en el que no se eche a faltar ningún himno es ciertamente difícil. Además servía el evento de presentación del último disco de la banda, "These days", publicado hace unos meses.
Y como tiene que ser, de este último trabajo extrajeron una buena cuña en el queso del repertorio de anoche, sonando las más notables coplas del mismo (en mi opinión): "Put some miles on", "Black light", "Bullet holes", "Recovery mode" y "Still here now", esta última dentro del primer set de bises.


Del estupendo "How did I find myself here" de 2017, sonó además del tema de título homónimo con el que hemos dicho que rompieron el hielo, "80 west", "Out of my head" y la magnífica "Glide". La banda abrió fuego con cinco cañonazos de los dos últimos discos del grupo (de los nueve que sonaron), una declaración de intenciones que indica que la banda mantiene en la actualidad, además de un mítico directo, una producción musical a la altura de su leyenda.
El concierto iba creciendo en vigor y magnetismo, se enredaban las esencias velvetianas en la atmósfera para crear momentos sublimes con la aparición de temas clásicos de los lejanos ochenta como "The medicine show" y "Armed with an empty gun" de su mítico segundo álbum; y cinco píldoras del icónico debut: "When you smile" (el espíritu de la velvet materializándose en la sala), "Halloween", uno de los momentos más vividos del bolo, "That's what you always say", la inefable "Tell me when it's over" y "Days of wine and roses" con la que terminó el concierto en un bucle sónico que llevó al respetable al frenesí más absoluto.
Eso si, antes hicieron las delicias de todos amagando un final de recital con la magia ochentera y gloriosamente comercial de "Boston".
Vibraciones y emoción, ruido y fantasía, rock y lo más análogo a la música clásica que existe en el panorama musical contemporáneo, The Dream Syndicate volvieron a ofrecer un evento glorioso de los que justifican el paso por este mundo tantas veces odiado y odioso.
Nunca es suficiente chapa la que podemos dar para celebrar y tatuar en la piel del recuerdo las grandes noches de rock and roll como la vivida ayer con The Dream Syndicate.

Comentarios

  1. Comparto la visión de los colegas bilbainos asistentes al concierto del Kafe A. En Madrid la edad media de los que acudimos rondaba esos 40 tacos que comentas, apenas se veía gente de menor edad, ellos se lo pierden... Compruebo que en el botxo os lo pasasteis igual de bien, de lo que me congratulo.
    Abrazos,

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    1. Esto es lo habitual, la juventud está en otras historias. Ellos se lo pierden, por qué lo de los Syndicate es de gloria eterna.
      Abrazos Javier.

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  2. Me alegra que lo disfrutaseis más que los valencianos por culpa de algunos problemillas técnicos en el sonido. Abrazos.

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    1. Si, ya he leído tu reseña. La verdad es que aquí fue otra exhibición sin igual.
      Steve estaba muy contento y agradecido al final del bolo y saludarle y verle tan feliz por lo bien que había ido el bolo fue genial.
      Que pena que temas técnicos impidan la buena consecución de un concierto.
      Un abrazo.

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