Opera: "Il Trovatore" (G. Verdi). - No solo de rock vive el hombre.


Tras varios meses sin hacerlo, volvemos a hablar de ópera. En esta ocasión lo vamos a hacer a propósito de "Il Trovatore", decimoctava obra operística del maestro de Busseto Giuseppe Verdi.
Segunda obra de su conocida trilogía popular (aunque en absoluto se trataba de una trilogía con concordancia entre las partes, pues nada tienen que ver unas obras con otras), ya que fue estrenada el 19 de enero de 1953 en París, entre "Rigoletto" (1951) y "La Traviata" (marzo de 1953).
El libreto fue encomendado al poeta y libretista Salvatore Cammarano basado en la obra del español Antonio García Gutiérrez, "El trovador".
El libreto dio muchas vueltas y sufrió no pocas modificaciones, debido en parte a la muerte de Cammarano y al poco caso que éste hizo a las indicaciones de Verdi, que quería una ópera con una estructura diferente a lo visto hasta aquél momento, cosa que finalmente no consiguió.
Todo ello trajo consigo un libreto un tanto irregular, con una historia que no siempre resulta del todo verosímil, y con una estructura un tanto intrincada y difícil de comprender desde el patio de butacas.
Pero las dificultades del libreto no afectaron a la música del maestro, que nuevamente es excepcional, siendo "Il Trovatore" una de las óperas más conocidas, no solo del maestro Verdi, sino de todo el repertorio italiano y universal.
Dividida en cuatro actos, cada uno con dos cuadros, la acción se desarrolla entre Vizcaya y Aragón durante los tiempos de la revuelta de Jaime de Urgel contra Fernando de Antequera a principios del siglo XV.


Acto I - "El duelo".

Cuadro I:
Ferrando (bajo) -personaje que ejerce de nexo entre el pasado y el presente- cuenta una vieja historia (Di due figli vivea) a sus soldados para hacerles llevadera la guardia en la que deben proteger al Conde de Luna (barítono), quien en ese momento hace la corte a la dama Doña Leonora (soprano).
Ferrando narra la historia de una terrible gitana que embrujó al hermano del conde condenándole a una precaria salud, por ello el padre del actual Conde de Luna sentenció a la gitana a morir en la hoguera.
Antes de morir, la gitana hizo jurar a su hija Azucena (mezzo-soprano) que vengaría su muerte, cosa que hizo raptando al hijo del conde y arrojándolo supuestamente a la hoguera, donde fueron encontrados unos huesos de niño. El viejo conde hizo jurar al actual Conde de Luna que buscaría a Azucena.

Cuadro II:
Leonora confiesa a una amiga que a quien realmente ama es a Manrico, el trovador (tenor) (Tacea la notte placida). Cuando aparece el conde escucha en la lejanía cantar a Manrico (Deserto sulla terra).
Leonora va en busca del trovador y le confiesa su amor, ignorando, en la oscuridad, que es con el Conde con quien está hablando, éste descubre la verdad cuando aparece Manrico. El Conde le condena a muerte y le reta a un duelo a espada, Leonora trata de evitar la pelea en un portentoso terceto con el que termina el acto I.






Acto II - "La gitana".

Cuadro I:
Manrico está junto a su madre, la gitana Azucena, mientras los gitanos cantan el famoso coro del yunque. La gitana sigue rumiando su venganza, a pesar de los años transcurridos. Le confiesa a su hijo (Condotta ell'era in ceppi) que cuando tiró al hijo del viejo conde a la hoguera, se equivocó y fue a su propio hijo a quien arrojó al fuego.
Manrico comprende que no es hijo de la gitana y le confiesa que en el duelo tuvo la oportunidad de matar al conde, pero que una fuerza invisible le impidió hacerlo y lo dejó ir.
Entonces llega un mensajero que informa al trovador que Leonora, que le cree muerto, está decidida a ingresar en un convento.

Cuadro II:
El Conde de Luna intenta junto a sus hombres raptar a Leonora, le canta su amor (Il balen de suo sonriso), justo en ese momento llega Manrico con los suyos y consigue llevarse a Leonora consigo.



Acto III - "El hijo de la gitana".

Cuadro I:
Los soldados del Conde capturan a la gitana Azucena, Ferrando (que como hemos dicho es el nexo entre el ayer y el hoy) la reconoce como la asesina del hermano de Luna, ella se confiesa además madre de Manrico, con lo cual el Conde no duda en condenarla a la hoguera.

Cuadro II:
Leonora y Manrico están juntos y felices, prestos a pronunciar sus votos nupciales, Manrico canta (Ah si ben mio) cuando llega un mensajero que trae las funestas noticias de la inminente muerte en la hoguera de Azucena, Manrico sale presto a rescatarla con la famosa aria de la pira.





Acto IV - "El castigo".

Cuadro I:
Manrico ha sido capturado por el conde, Leonora canta su amor mientras se entona el miserere (D'amor sull'ali rosee), en la lejanía Manrico le pide que sea feliz y le recuerde. Finalmente Leonora suplica a Luna, ofreciéndole su amor a cambio de la del trovador. Luna accede al matrimonio, pero ella se bebe un veneno que acabará con su vida cuando Manrico esté libre, pues nunca vivirá con el conde.

Cuadro II:
Manrico y Azucena esperan su ejecución, recuerdan los felices días pasados (Ai nostri monti retorneremo). Azucena se queda dormida. Entra Leonora en la celda rogando a Manrico que huya, cosa a la que se niega al descubrir que ella no irá con él. Se siente engañado y furioso hasta que se da cuenta de que su amada está agonizando.
Cuando entra Luna y descubre a su prometida muerta junto a Manrico ordena su ejecución, Azucena despierta cuando le muestran el cadáver de su hijo, entonces ella grita flemática encarando a Luna: "El era tu hermano, tu venganza se ha cumplido, madre". El conde grita horrorizado.



Herbert Von Karajan


Herbert Von Karajan, quién sentía enorme amor por este título, decía que para conseguir una buena representación de "Il Trovatore" era imprescindible contar con los cuatro mejores cantantes del mundo en cada cuerda.
No en vano pocas óperas tienen tantos momentos de máxima exposición y gloria para las cuatro cuerdas principales del canto (las otras dos serían bajo y contralto).
Todos ellos disponen de arias que son amadas por el público, y que suponen una dificultad máxima por tesitura y estilo verdiano puro. Además hay numerosos dúos y tríos, y también coros.
Además hay que lidiar con una densa orquestación, tenue por momentos y poderosa en otras fases, que requieren unas condiciones de volumen que no todos los cantantes tienen.
También la orquestación es de una creciente dificultad, pues está llena de claroscuros, de sutilezas y momentos psicológicos bastante peliagudos.
Todo ello hace de "Il Trovatore " una ópera francamente complicada, la discografía no hace otra cosa que confirmar este extremo.


Las grabaciones:

No existe ninguna grabación de "Il Trovatore" de referencia, los aspectos incluidos más arriba son la razón de que nadie haya conseguido el "Trovador" perfecto, a pesar de ser una de las óperas más veces registradas en disco.
Destacaremos alguna como grabación recomendable de este título:

RCA (1970) - Dir: Zubin Mehta, con Plácido Domingo (Manrico), Leontyne Price (Leonora), Fiorenza Cossotto (Azucena), Sherrill Milnes (Conde de Luna).
Excelente por la magnífica Leonora de Price (la mejor de las últimas siete décadas), una de las mejores Azucenas de Cossotto y el juvenil y gallardo Manrico de Domingo. Mehta hace una correcta lectura orquestal.

Leontyne Price y Franco Corelli

D. G. (1984) - Dir C. M. Giulini, con Plácido Domingo (Manrico), Rosalind Plowright (Leonora), Brigitte Fassbaender (Azucena), Giorgio Zancanaro (Conde de Luna).
La dirección de Giulini es posiblemente la mejor que se ha registrado hasta la fecha, ese y el, nuevamente portentoso Manrico de Plácido, más impetuoso y viril que en la anterior versión, la hacen merecedora de estar entre las mejores a pesar del discreto papel de las damas.

Jussi Björling

RCA (1952) - Dir: Renato Cellini, con Jussi Björling (Manrico), Zinca Milanov (Leonora), Fedora Barbieri (Azucena), Leonard Warren (Conde de Luna).
Un reparto de lujo, con las grandes estrellas del Met de los cincuenta. El mejor Manrico que se recuerda en la voz del descomunal tenor sueco Jussi björling es el principal atractivo de esta grabación: perfecto de estilo, agudos y con la voz de tenor más bella de siglo XX, como siempre un poco frío, pero por lo demás grandioso. Magnificas las damas y sobreactuado y pretencioso Warren, ¡qué gran material vocal no siempre bien utilizado el del barítono norteamericano!.
Lo peor, la plana dirección de Cellini.

Giulietta Simionato


D.G. (1962) Grabación en vivo - Dir H. V. Karajan, con Franco Corelli (Manrico), Leontyne Price (Leonora), Giulietta Simionato (Azucena), Ettore Bastianini (Conde de Luna).
Grabada en vivo con una excitante y vertiginosa dirección a cargo de Karajan, que estaba obsesionado con esta ópera. Contó con el mejor elenco posible, donde las damas están simple y llanamente gloriosas, enorme la Price y de otra galaxia la Simionato, la mejor mezzo verdiana del último siglo (por lo menos). Corelli tenía la voz perfecta para el papel (y para todo el repertorio verdiano y verista, ¡qué material más impresionante!), pero con las consiguientes y habituales trabas en cuanto a fraseo y gusto musical, el mismo diagnóstico se puede hacer sobre Bastianini. Una de las mejores grabaciones de "Il Trovatore" que se pueden encontrar.


Hasta aquí esta reseña sobre "Il Trovatore", un muy querido amigo mio la disfrutará en breve en un escenario muy especial, a él va dedicada esta reseña.
Y es que, ya saben, no solo de rock vive el hombre.

Comentarios

  1. Didáctico y magnífico texto Addi, no te creía yo tan puesto en ópera, enhorabuena. Algunas mañanas escucho a Mozart...
    Abrazos,

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