Me da la sensación de que la canadiense Jennifer Castle no consigue, a pesar de contar con éste que hoy pretendemos reseñar, con cinco discos en su haber, alcanzar el respeto y repercusión que su arte merece. Intentaremos hacer justicia (subjetivamente por supuesto) a esta magnífica cantante y compositora oriunda de Toronto.
En su quinto trabajo, titulado "Angels of death (Paradise of Bachelors)", Jennifer Castle nos propone un tema eterno: 'la muerte'. Reflexiona sobre la pérdida de seres queridos, o sobre la muerte en sí y su influencia en la cultura, sin duda peliagudo tema que tiñe de tristeza en muchos de los cortes del disco.
Utiliza como soporte de transmisión su hermosa y cristalina voz, así como un fraseo sumamente melífluo e indicado en cada momento. Extiende su instrumento natural sobre un acompañamiento de pianos y acústicas principalmente, creando hermosas canciones de esencia folk, pero también dream-pop o incluso country.
Cuando la vida empieza a ser acosada y acorralada por la muerte, de eso habla la preciosa "Tomorrow's mourning", una maravillosa pieza al piano que podría justificar un álbum por si sola.
No le va a la zaga "Crying shame", otro elevado momento con el piano como co-protagonista junto a la excelsa voz de Castle; ambos temas suponen un principio sobrecogedor y emotivo difícil de ver en estos días.
"Texas" es otro momento especialmente intenso, en ella y en un entorno mucho más folk y acústico, con pinceladas dream, nos narra como viajó a Texas para despedirse de su abuela.
Las guitarras eléctricas y un hammond dan un misticismo especial a "Angels of death" y termina la primera parte del álbum con un breve colofón instrumental, "We always change reprise, Part 1".
Da comienzo la segunda parte del elepé con el precioso country sentimental titulado "Rose Waterfalls", donde pone en duda la existencia de las musas y emociona gracias a unos delicados aullidos de steel. Fantasmagórica y agorera y casi en narrativa "Grim reaper" es un extraño momento, mientras en "Stars of milk" vuelve con un folk delicado en el que domina el sentimiento de aceptación, acústicas y teclados que dan un toque abisal y etéreo, otro gran momento.
Más de siete minutos se extiende la densa y envolvente "Tonight the evening", otra preciosa canción con una ingrávida sensación de vacío. Finaliza este magnífico álbum con "We always change reprise, Part 2" donde Castle repite sobre un fondo de teclas "Si te conviertes en árbol/Me balancearé/Me balancearé contigo".
Como decía al principio de esta reseña, no termino de comprender como es posible que una artista dotada de tan fina sensibilidad, que canta de manera tan sublime y con tal capacidad para la composición puede pasar tan desapercibida, al menos en esta piel de toro.
Desde aquí, recomendamos con toda efusión este precioso disco titulado "Angels of death (Paradise of Bachelors), obra de la canadiense Jennifer Castle.
Es un disco precioso. No sabía que tenía anteriores; ¿alguno que me recomiendes buscar?
ResponderEliminarGracias.
Los tres últimos están muy bien, a mi me gusta mucho "Pink City" de 2014.
EliminarSaludos.
Música para el recogimiento. Un saludo!
ResponderEliminarDese luego, y para la reflexión.
EliminarGracias.
Saludos.
Se me pasó. Y me encanta, me gusta mucho. Voy a él. Gracias
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