Red Wanting Blue - "The wanting" (2018).


La banda capitaneada por Scott Terry no nos ofrecía material nuevo desde el año 2014 en que publicase el notable "Little America". Por ello, muchos echábamos de menos un nuevo trabajo de Red Wanting Blue, una de las bandas que abanderan la actitud (que no etiqueta) independiente como (muy) pocas, y cuya actividad frenética en directo les lleva a subirse una media de doscientas veces al año a un escenario para interpretar lo que ellos saben hacer como (sólo) algunos: rock and roll.
Finalmente podemos decir que la espera ha terminado este pasado mes de abril con la publicación de su duodécimo elepé, que lleva por título "The wanting".
El nuevo cancionero de RWB gira, una vez más, en torno a la personalidad y la voz de su líder, el magnífico Scott Terry, que encarga en esta ocasión las labores de producción al inefable (últimamente) Will Hoge.
El resultado es un nuevo muestrario de canciones de épica y lírica puramente agarradas al rock americano, con esos arranques heroicos de los grandes trovadores gringos, esos que desgastan las botas de tanto patear caminos y senderos de escenario en escenario, derramando su espíritu en el linóleo de habitaciones de motel barato, olvidando lágrimas en cajones de mesillas de noche, junto a biblias y vasos con el fondo amarillento por el whisky que tiñó el agua derretida de los hielos antes de ceder ante el sueño.


La voz arenosa, febril, de Terry, es el vehículo perfecto para transportar estas historias, creando un vínculo entre él y cada oyente de mutua comprensión, de identificación instantánea y de emoción compartida y absorbida.
Guitarras que rugen con asustadizo ímpetu, teclas que soplan o campanean según exija el momento y melodías arrebatadas, con gancho, y esa tremenda cualidad de estoicismo ciudadano, vagabundo, de héroe errante y anónimo. Scott Terry es la sombra en el camino que un día se desprendió del cuerpo de Springsteen, pero que en el caso de Scott parece cosida a sus botas con hilos menos brillantes pero más duraderos.
En el tracklist hay momentos en los que se conjugan todos los estados vitales que hacen de este palo del rock uno de los más accesibles.
Aromas de pradera con cierto acento country en "High & dry", inequívocos acentos al Springsteen de los años finales de la década de los setenta en "Ulysses". Momentos más luminosos con efectismo de estadio en "Younger years", baladas ahogadas y ensimismadas como "Glass house".
Lugares heroicos y entregados como "Survivor song", entornos cargados de melancolía como "This is the end", rocks luminosos de radiantes estribillos como "I've got a feeling it hurts", coplas con explosivas exposiciones de arrojo como "The real thing" o remansos acústicos como "Lily White".
Cuando el rock and roll se deja acariciar por la gentil esencia del hombre medio, cuando el rock se pasea por la piel de la realidad común a todos, entonces aparecen los elegidos para contar la vida a golpe de sensibilidad y poesía. Otro poeta de la telecaster, Scott Terry y sus Red Wanting Blue, que vuelven con otro excelente disco.



Comentarios

  1. Un disco precioso, de los pocos que me faltaba por escuchar de tu lista.
    Y ha merecido la pena.

    Gracias.

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    Respuestas
    1. Me parece un discazo. De los que hace años que no nos regala Bruce Springsteen. Me alegra que te haya gustado, ha pasado bastante desapercibido.
      Abrazos.

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