Cuando descubrí, hace un par de años, el disco "3" de El Ser Humano, nomenclatura bajo la que se esconde Gonzalo Fuster, me atrapó lo accesible de su propuesta, un pop con multitud de matices dentro de una arriesgada y muy personal apuesta artística.
La metafísica de algunos textos, la originalidad, el ingenio... todo dentro de un sonido elegante y nada viciado por excesos de producción, nada barroco.
Como la voz de Gonzalo también es peculiar y las melodías son excelentes, debo decir que "3" es un elepé que he escuchado multitud de veces, y lo sigo haciendo, de eso se trata ¿no?.
Antes de navidades me enteré de que tenía un nuevo proyecto en el disparadero, y a mediados de enero se puso a la venta el nuevo álbum, de título homónimo, que lleva ya varios días sonando de continuo en esta santa casa.
Y por supuesto no se trata de una oferta al uso, el riesgo acompaña a Gonzalo Fuster por lo que se ve, y nos coloca ante un disco triple, tres EPs con distinta producción y una atmósfera musical y textual diferente, pero perfectamente complementarios entre si.
El primer EP, producido por Sergio Devece en Stardust (Alboraia), es el más carnal, dramático y en cierta manera humano, real.
Cuatro cortes que comienzan con "Amigos", un relato sobre el nacimiento y crecimiento, sobre la vida y las elecciones que acometemos. Como si de una continuación a la anterior se tratase, "Accidente" nos muestra al recién nacido anterior ya crecido y adulto, accidente como alegoría de lo que es nuestro camino terrenal, un tema realmente excelente, con magníficos coros, de lo mejor del disco.
En "Morir y desayunar" una sirena viene a buscar al protagonista de este EP, al que parece que le llega la hora definitiva, el enfrentamiento ante la muerte visto desde un punto de vista directo, coros y un estribillo pegadizo y suntuosas guitarras, otro momento muy destacado.
Con "Maten los dioses" finaliza el primer tercio de este disco, un tema más oscuro y de tensa electricidad. Tal vez el enfrentamiento con el después de la vida es lo que impulsa a este repaso crítico ante las religiones y los dioses que nos esperan cuando dejamos de existir, creo que pocos dioses van a ayudarnos cuando todo termine.
El seguno EP, está interpretado en directo y producido por Román Gil y Eli M. Rufat.
Tal vez la naturaleza, en versión plácida y salvaje es el leit motive de este segundo capítulo, junto con una cierta espiral extraterrestre. Da comienzo con "Agua", como elemento de vida, poderosa y marciana, que puede dar y quitar vidas. Un ambiente más sombrío se evidencia en este segundo disco, "Abducido" es buena prueba de esto, extraterrestres abudciendo humanos, bonita balada de tono electroacústico y que ineludiblemente recuerda a Bowie. Incluso hablamos del "Juicio final" en el tema de este mismo título, el apocalipsis, el fin del mundo, el cataclismo bíblico... Otro favorito personal. Aunque tal vez sea "Mar" mi momento preferido de este trabajo, preciosa melodía, plácida como el mar cuando está manso, ese mediterráneo que es vecino de Valencia (Gonzalo Fuster es valenciano), resumiría esta canción con una frase de la misma: "somos lo que recordamos y que una ola barrerá".
La tercera y última parte, producida por Fede Trillo en Estudio 69 (Castellón), es tal vez el más controvertido e introspectivo.
La producción más meticulosa y aparatosa la encontramos aquí. Introspección en torno al oficio de rimar palabras, de construir con letras emociones y retazos de vida, de hacer canciones en "Rimar".
Eléctrica y claustrofóbica, "Eternidad" es subrayada por un ejercito de guitarras, ecos y una percusión huidiza, todo ello hace de ésta, una canción muy especial.
En cambio "Siempre quiero más" se muestra más abierta, acústicas abrigando la voz de Gonzalo y efectos eléctricos, sintetizadores y palmas, un tema que habla de un extraño encuentro. El final de este trabajo tenía que estar a la altura de tan magnífico esfuerzo, "Hangares" es un corte de cierto tono sórdido, una historia de ficción a propósito de una invasión de extraterrestres, que viven en secreto aquí, y nos gobiernan y esclavizan; creo que hay una doble intención aquí... no lo sé, se lo preguntaremos a El Ser Humano.
Un trabajo como éste, no debería pasar desapercibido, pues se trata de un interesantísimo proyecto, y lo es como concepto, profundidad de los textos, variedad y personalidad en el sonido, además de magníficas canciones.
¡Y en castellano!, riesgo, sutilidad, ingenio... un excelente trabajo que no deberían dejar de escuchar, una recomendación sincera.
Este magnífico disco se puede escuchar y adquirir en el bandcamp del autor: El Ser Humano.
O bien, en la página de Luscinia Discos, pinchando aquí.
Me voy a hacer con ellos pues solo recoraba el primer ep y veo que me pierdo algo bueno
ResponderEliminarPásate por el correo. Es un artista este muy original y osado. Este triple es una obra de enjundia, te lo aseguro.
EliminarSaludos.