Gene Clark - "Here tonight - The White light demos" (2013)


Los que me conocen saben que no soy amigo de los discos de 'demos', rarezas y descartes. No suelo hacer acopio de bootlegs ni archivos de unos u otros, y tiendo a circunscribirme al material publicado por el artista o grupo en cuestión de forma oficial a lo largo de su carrera.
Digo esto porque a muchos puede sorprender que me lance a reseñar un disco que es precisamente eso: un disco de 'demos', de primeras tomas, uno de esos productos que no suelen gustarme demasiado.
Les voy a contar un secreto: un servidor, a Gene Clark se lo perdona todo, quiero decir TODO. Es otra vez, mi más honda y entregada debilidad, el para mi, músico más injustamente infravalorado de la historia del rock and roll, y uno de los más grandes compositores de la historia... ¡he dicho!.
En 1971, este genio de las melodías, este cantante de voz esculpida por la melancolía y el amor, este romántico con vocación de fracasado, este ser tan sensible que sufría tanto por los desdenes que le disparaba el mundo musical, como por las torpezas personales en el plano sentimental y humano, torpezas que trataba de enderezar a base de substancias, alcohol y canciones, publicaba "White light".


Tal vez fuese su sino, la cosa es que el álbum no funcionó. Como tampoco lo hizo su primer disco tras su salida de The Byrds, aquella maravilla titulada: "Gene Clark with the Gosdin Brothers" (1967). Igual que tampoco tuvo suerte con su pareja de gemas junto a Doug Dillard (1968-69).
Agotado y cansado de la 'maquina de hacer estrellas' que era la ciudad de Los Angeles, desertó de la que fue denominada como la tierra prometida, y se instaló en un ambiente rural e íntimo, cerca de Mendocino.
Allí, junto a su nueva esposa: Carlie McCumming, compuso las canciones que formarían su nueva obra maestra: el ya aludido "White light" (1971).
Disco registrado con absoluta economía de medios, sin apenas detalles en su producción, de base principalmente acústica, que bebía de la fuente de los primeros discos de Dylan; y que contaba como principal baluarte, la infinita calidad de sus composiciones, la inagotable ternura de las siluetas de todas y cada una de las melodías, y la melancolía, el amor y la paz del momento, inyectadas en la voz de Clark, una obra de belleza y humanidad sobresaliente.


Como decíamos más arriba, el disco no funcionó. Con un mundo contoneando las melenas al ritmo de los riffs del rock blues de los Zepp, el naciente hard-rock de los Sabbath, o las iniciativas glam de Bolan, parecía que Clark volvía a colocarse en tierra de nadie, invisible entre el bullicio y el ruido de fondo.
En 2013, alguien decide poner en circulación las 'demos' de aquél maravilloso disco, que no tuvo éxito, y que ya seguramente nunca lo tendrá.
El entorno casero, íntimo, desnudo y acústico de la toma definitiva, hacía un tanto absurdo (en principio) esta edición. En verdad los temas no difieren demasiado del resultado final, pero si dejan una impresión en el oyente: la autenticidad, el germen de cada canción antes de pasar por el proceso de vestido y alicatado para presentarse en sociedad. Son las canciones de "White light" en ropa interior, sin maquillar, sin terminar de vestir y peinar; las maravillosas canciones de "White light" recién levantadas, aún desperezandose y recién asomadas a la luz del día, a la luz blanca en las que florecieron al mundo, a ese mundo que se mostró incomprensivo e indolente con ellas, con el sentimiento que dejaban ver, tendidas ante el mundo, bajo el sol como se mostraron entonces, como siguen mostrándose hoy, inmortales de puro ciertas, desnudas y reales.
Son las canciones de "White light" mirándose en el espejo, observando la mejor forma de salir a la calle, un poco más presentables, más limpias y bonitas, pero sin dejar de ser ellas mismas, sin ocultarse tras capas de afeites y aromas, decoradas sólo con la guitarra y la armónica.
Es importante dejar claro que no se trata del mismo tracklist del disco que finalmente fue publicado en 1971. En esta grabación nos podemos encontrar con seis temas de los nueve que fueron registrados en el vinilo original, a saber: "The Virgin", "With tomorrow", "White light", "Because of you", "Spanish guitar" y "Where my love lies asleep". Tamién incluye esta rareza dos temas inéditos, aunque sólo a medias, pues fueron incluidos -entre cinco otros cinco bonus- en la reedición del original, puesta en circulación en el año 2002, aunque aquí, obviamente en versión desnuda: "Opening day" y "Winter in".
Además nos encontramos con curiosidades como "Here tonight", tema elegido para titular el disco y que fue grabado -aunque original de Clark- por The Flying Burrito Brothers en 1973; también nos encontramos tres cortes inéditos, como la bella: "For no one", la Dylaninana: "Please Mr. Freud" y la breve: "Jimmy Christ".



Finalemente, quedan sueltas tres de las gemas del "White light" primigénio: "One in a hundred", "1975" y la sobrecogedora versión del clásico de The Band: "Tears of rage".
"Here tonight - The White light demos", no es sino el día antes de poner la máquina de engalanar melodías en marcha. El momento en el que Gene Clark cantaba las canciones que había parido en una época (fugaz y anecdótica) de felicidad y paz, cuando pensaba que nadie le oía, cuando las cantaba para si mismo.
Permítanme que me desdiga, que me contradiga; incluso que caiga en la debilidad, y que les confiese que "Here tonight - The White light demos" me parece un emocionante disco de 'demos'.

Comentarios

  1. yo tambien le perdono todo y eso q al final entre su salud y los excesos tiene cosas ufff UN GENIO

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    1. Un genio total. Yo desde luego le tengo en un altar, a la altura de cualquiera de los grandes más grandes de la historia.
      Efectivamente, los excesos y demás se lo llevaron demasiado pronto.
      Saludos.

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