El domingo volví a ver "Hannah y sus hermnas". Fue por casualidad, un acontecimiento improvisado e imprevisto. Nunca me había gustado tanto como la noche del domingo, no se porqué.
Tal vez lo espontáneo e impetuoso de la elección; o el momento actual de mi estado de ánimo; o la compañía... ó la no compañía cuando ella se quedó dormida en el sofá. Lo cierto es que me pareció deliciosa, más que de costumbre.
Aunque siempre ha sido uno de mis títulos favoritos del querido Woody, nunca había entrado en mi paraíso 'Alleniano' particular, siempre ocupado por cuatro films inigualables. Desde el domingo se van a tener que apretar para hacer sitio a "Hannah...".
La entendí de manera diferente este domingo. Insisto en que mi actual momento puede influir y haber moldeado mis entendederas, pero la absorví como un alarido de esperanza para todos aquellos que no han sabido vivir. Aquellos a los que las ganas de vida les han traicionado, suministrandoles dosis muy grandes de golpe, y por tanto indigeribles, o bien dejándolos en ayunas de sensaciones, teniendo que calmar el apetito de emociones por medios anexos y no siempre acertados.
La seguridad civil de Hanna se interrumpe pero no se atasca por la inseguridad emocional. La búsqueda del amor por medio del talento, o al revés termina siendo un camino oscuro para Lee, en el que se cuela, mimetizando en la negrura sus deficiencias el ambiguo esposo de Hannah, el travieso Elliott.
Y la perdedora vocacional Holly, demasiado frágil, con todo el ímpetu perdiéndose tras el primer traspiés. Inspirando el desconsuelo una vida de comedieta, donde la perdida es tanto amarga como inspiradora, rebuscando en los refugios de la química y la fantasía lo que la providencia le niega, lo que ella misma se niega. Pero dulce, y pura, y necesitada.
Y Mickey... hipocondríaco, obsesivo y neurótico. Buscando en la religión ser alguien que le guste cuando el espejo de las noches de insomnio le muestra la realidad de su ser. El alma que sólo en la vigilia atormentada se sabe leer. Ser alguien que termina encontrando en el lugar más alejado a sus pretensiones, en lo dulce, en lo puro, en lo (como él) necesitado.
En "Hannah y sus hermanas" vi el pasado domingo algún secreto de la vida. Me encontré con unos personajes diversos: uno terminaba encendiendo una cerilla para iluminar la senda y no refugiarse en sombras; otro volviendo a su vida y a dejarse querer; otros iniciaban un recorrido en el que las caricias las propician las yemas de los dedos, y el jugo de la vida era saliva...Hannah continua su camino sin mirar hacia los lados, ayudando a sus hermanas para ayudarse, queriendo a su marido para quererse, viviendo.
Y es verdad, tenemos lo que tenemos y es triste no enterarse, es mezquino pensar que hay algo mejor esperando por ahí, cuando lo que hay es único. Las personas que por habituales no parecen importantes, es en su ausencia cuando se vuelven vitales y dan sentido a todo, aunque se queden dormidas viendo "Hannah y sus hermanas"...El domingo volví a ver "Hannah y sus hermanas".
No soy muy amigo del Sr Allen demasiado guión en demasiadas ocasiones Si reconozco que tiene auténtuicas maravillas de vez en cuando y esta si es una de ellas que recuerdo como si fuera hoy haber salido encantado del cine tras su visionado
ResponderEliminarYo si, me confieso fan irredento de Woody. Esta estaba entre mis 10 favoritas, pero no entre las cinco, ahora si.
EliminarSaludos.
Soy Allen ian o a tope y si tengo Hannah como una de mis cuatro favoritas. Si no es indiscreción,cuales son tus cuatro ? Manhattan, Annie Hall, Hannah y Maridos y mujeres son mis favoritas. Aabz
ResponderEliminarHoy te diría Annie Hall, Delitos y Faltas, Desmontando a Harry y Hannah y sus hermnamas, pero es obligatoria una quinta que en mi caso sería La Rosa Púrpura del Cairo por motivos muy personales jeje
EliminarGracias por el comentario. Saludos.