Los más habituales creo que tienen claro que el cuarteto donostiarra FRANK se ha convertido en icono de esta casa y desde luego en uno de los más asiduos habitantes de mi equipo desde hace unos meses.
Y eso que hace un año aquí el lumbreras no tenía ni idea de
la existencia de los inferfectos, aunque debo decir que por vídeos que he ido viendo
por ahí relativos a la participación de éstos en el Villa de Bilbao, mucho me temo que en alguna ocasión casí seguro que nos hemos encontrado,
posiblemente no eran aquellos tiempos para que la memoria de un servidor
retuviese demasiados datos y sensaciones.
El caso es que como consecuencia del Último Vals de Frías, del que prefiero no hablar pues cada vez que lo evoco me sigo poniendo tontorrón, llegó a mis oídos el disco largo que publicaban a principios de este curso y que como la mayoría ya sabéis se titula: “The Mud and the Thirst” y que ya pasó por esta bitácora hace unos meses (pinchar).
La primera ocasión – que recuerde al menos – que me los planté a la cara fue en el WOP Festival inmediatamente anterior al vals, donde algún maestro nos hizo verles sentados, teloneando a Danny and The Champions of the World. Tenía muchas ganas de catar el directo de estos tíos, el disco me pareció y me sigue pareciendo sorprendente, por producción, sonido y pureza, porque las canciones son buenas de verdad y porque tiene esa extraña virtud a veces odiosa de crear una suerte de adicción que te obliga a repetirlo una vez tras otra.
El caso es que como consecuencia del Último Vals de Frías, del que prefiero no hablar pues cada vez que lo evoco me sigo poniendo tontorrón, llegó a mis oídos el disco largo que publicaban a principios de este curso y que como la mayoría ya sabéis se titula: “The Mud and the Thirst” y que ya pasó por esta bitácora hace unos meses (pinchar).
La primera ocasión – que recuerde al menos – que me los planté a la cara fue en el WOP Festival inmediatamente anterior al vals, donde algún maestro nos hizo verles sentados, teloneando a Danny and The Champions of the World. Tenía muchas ganas de catar el directo de estos tíos, el disco me pareció y me sigue pareciendo sorprendente, por producción, sonido y pureza, porque las canciones son buenas de verdad y porque tiene esa extraña virtud a veces odiosa de crear una suerte de adicción que te obliga a repetirlo una vez tras otra.
El día de la sala BBK, allí fue aquel primer y descansado
concierto, además de los temas del Lp, también sonaron canciones del
precedente, un EP de seis canciones grabado en 2014 y titulado “My Wild Kingdom”,
la verdad es que me quedé con la copla, una semana después lo tenía en mi poder
adquirido por inmejorable precio en Frías, cosa que agradecí en su momento y
más aún después de escucharlo por primera vez.
Sería fácil y quedaría como un caballero, cosa que no debo ser si de no decir lo que se piensa se trata, si dijese que aquel mini-Lp (que es como se llamaban los EPs en otros tiempos) me parece algo así como un prólogo aún no redondeado del disco grande, como un ensayo para pulir cosas, para que en el momento de la verdad todo este mascado.
¡No señor!, a mi este “My Wild Kingdom” me parece tan bueno como “The Mud and the Thirst”, y no me corto un pelo en decirlo y mantenerlo, que a lo mejor no tiene la producción tan perfilada del segundo, que a lo mejor las canciones se ven bordeadas por una cierta inocencia que no se definir…tal vez…pero ahí está el sonido compacto y que desde un lecho acústico que sujeta melodías francamente bien dibujadas permite que la electricidad se filtre por la textura sónica, el equipo bajo + batería es excelente, y en vivo es la hostia, tremendos Christian y Andoni, la voz de Sara creo que ya no tiene sentido seguir definiéndola o dándole equivalentes, por aquí ya todos estáis en antecedentes, pero es además lo que dice y como lo dice, fraseo y carácter, la electricidad es posiblemente lo que más haya evolucionado, a un terreno más sutil y sugestivo, Iñigo pone un sello muy personal en la segunda entrega y también en directo…pero es que las canciones son realmente bonitas!!!
En vivo me impactaron: “Memory of the tree” mi favorita, y desde
luego “Fire”, tema que despliega una espiral sonora muy enredada para formar un
excelente colofón muy Crazy Horse. Pero el resto de cortes no desmerecen estos dos picos, el
inicio con “Same old room” y el final con “In the storm” se las arreglan para
hacer que a partir del primer pinchazo al disco suenen una detrás de otra,
aunque al revés claro, “Rebelde” es profunda y etérea y “Bless me” romántica
y un tanto infantil, no tomando nadie este adjetivo de forma despectiva, y lo
peor... que se acaba pronto.
Sería fácil y quedaría como un caballero, cosa que no debo ser si de no decir lo que se piensa se trata, si dijese que aquel mini-Lp (que es como se llamaban los EPs en otros tiempos) me parece algo así como un prólogo aún no redondeado del disco grande, como un ensayo para pulir cosas, para que en el momento de la verdad todo este mascado.
¡No señor!, a mi este “My Wild Kingdom” me parece tan bueno como “The Mud and the Thirst”, y no me corto un pelo en decirlo y mantenerlo, que a lo mejor no tiene la producción tan perfilada del segundo, que a lo mejor las canciones se ven bordeadas por una cierta inocencia que no se definir…tal vez…pero ahí está el sonido compacto y que desde un lecho acústico que sujeta melodías francamente bien dibujadas permite que la electricidad se filtre por la textura sónica, el equipo bajo + batería es excelente, y en vivo es la hostia, tremendos Christian y Andoni, la voz de Sara creo que ya no tiene sentido seguir definiéndola o dándole equivalentes, por aquí ya todos estáis en antecedentes, pero es además lo que dice y como lo dice, fraseo y carácter, la electricidad es posiblemente lo que más haya evolucionado, a un terreno más sutil y sugestivo, Iñigo pone un sello muy personal en la segunda entrega y también en directo…pero es que las canciones son realmente bonitas!!!
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