El Mike Farris de 2016 tiene menos fervor en sus conciertos, ha bajado la carga mística que paseaba en los años 2007 o 2008, pero sigue manteniendo fuertes dosis de enraizado y apasionado comportamiento mesiastico, así lo demuestra en sus conciertos, haciendo protagonistas de los mismos a varios de los temas de sus dos últimos y extraordinarios trabajos, los cuales son intercalados en un amplio setlist para deleite de la parroquia, o mejor dicho de la iglesia.
Pero además ofrece una visión en la actualidad de festivo desparrame de estilos a golpe de sonido celestial de teclas y guitarras, ritmo despiadado, y voces angelicales y diabólicas a partes iguales por parte de las dos damas que decoran y hacen temblar las tablas, y luego esta él, Farris, dominando tempos, entregado y disfrutando del show, con esa voz portentosa, ese fraseo genuino, ese arte que nace de la tierra que le vió nacer y que no se aprende por más que se desee.
Tras el intermedio para recuperar fuerzas, vuelta con set acústico, piel de gallina y batería de versiones, si bien ya había empezado a desplegar covers gloriosos en la primera parte del bolo, imponente "I never loved a man" de la más grande, y apasionado homenaje a Prince con su inmortal "Puple Rain".
Continúan cayendo clásicos impolutamente revisitados como: "Knocking on heaven's door", "Stand by me", "Three little birds", "Proud Mary" emulando a Ike y Tina Turner... entre otras, lo dicho, un desparrame.
Se acerca el final con la extensa y magnífica revisión de "Power of Love" que lanza el sprint final con las delirantes interpretaciones de "Selah!, selah!" y "This little light".
Tuvimos a un nutrido grupo de señoritas del publico bailando y cantando en el escenario, paseíllo de Mike por la sala entre el respetable y ese karma que se establece en las grandes ceremonias rockeras, ese veneno suspendido al que rendidos nos entregamos sin titubeos y que hace que un publico como el bilbaíno se desinhiba y baile como si el Nervión se hubiese convertido en el Mississippi, ese karma que creo que es la auténtica definición aun no concretada con palabras del rock and roll.
Un par de vídeos perfectamente explicativos de lo que vivimos anoche, cortesía de mi colega Carlos Soto:
Mira que le he pegado palos....TEngo muchas ganas de que salga de la "iglesia" y que nos vuelva a sacudir enmarcado dentro de una banda de south...pero este tio tiene la patente de una sustancia que me mata...No puedo con él.. Es superior a mis fuerzas...Casi un Dios
ResponderEliminarFíjate que no le veo volviendo a los tiempos del south, pero es que cada bolo suyo es una celebración gloriosa, un grande tío.
EliminarAbrazo.
100% de acuerdo. Brutal Se puede cuestionar el repertorio por manido pero una vez enfrente de el se te olvida todo solo esta el y la juerga.god save the king
ResponderEliminarEs absolutamente bestial y vozar en escena, verlo para creerlo.
EliminarSaludos.
Me alegro de que lo pasaras tan vertiginosamente bien. No me extraña.
ResponderEliminarUn abrazo!
Son conciertos sanadores, además de escuchar una música buenísima, el disfrute es total, una gozada amigo.
EliminarUn abrazo.
Que rabia me da que esta vez no he podido ir a verlo !!! tengo muy buen recuerdo de la ultima vez. Ojala edite alqun directo de estos conciertos, con las versiones que esta tocando.. un abrazo,
ResponderEliminarPues es una pena, sería un buen directo porque las versiones son tremendas la verdad.
EliminarUn abrazo.
El pasado jueves en BCN lo mismo, pura adrenalina, un tío con unas tablas y una voz del copón.
ResponderEliminarSalud socio
Así es, en todos sus bolos monta el mismo sindios, un grande y con una voz privilegiada.
EliminarSaludos.
Cierto, yo tampoco lo veo saliendo del tema. Está crecido y va a más aunque musicalmente no me satisfaga tanto. Qué curioso. Hay que celebrarlo. Como era de esperar disfrutaste. Abrazos.
ResponderEliminarYo tambien prefería al Farris de otros tiempos, pero lo cierto es que hoy salta a escena es un delirio total y el disfrute esta garantizado.
EliminarUn abrazo.
Bueno por lo que leo el espectaculo ha sido el mismo en todos sus bolos en nuestro pais, aqui en Madrid tres cuartos de lo mismo, grandioso, un concierto del que siempre tendras buenos recuerdos.
ResponderEliminarSaludos
Si por lo visto el espectáculo ha sido muy similar en todas las ciudades, imposible no disfrutarlo.
EliminarSaludos.