Si hay en estos momentos un nombre que esta en efervescencia entre el rockerio hispano, ese es el de Cracker; no es de extrañar, pues además de la impecable trayectoria artística de los susodichos, que resulta tarea complicada olvidar su ultimo disco: "Bekerley to Bakersfield" que ahora cumple un año y que de momento cierra una lustrosísima discografía, y que para más inri, en estos momentos se encuentran entre nosotros llenando toda sala a la que se presentan los célebres: David Lowery y Johnny Hickman, lo extraño sería que Cracker no estuviese en boca de todo buen aficionado al rock.
El gozo que recientemente tuve la suerte de conocer tras su bolo del pasado ARF, se amplia ahora a varias plazas de la geografía patria, y seguro que supone un insuperable regalo navideño para muchos, especialmente para aquellos que no han conocido la excepcional experiencia de adentrarse en la vida sónica de este sublime grupo en formato en vivo, y hacerlo encima en recintos apropiados para el total e inmejorable aprovechamiento de sus buenas artes, osea: en salas.
Desconozco cual será el cancionero elegido para la ocasión, no se si coincidirá con el ofrecido en el pasado mes de junio en Gasteiz, la verdad es que no me importa demasiado, pues todo lo que esconde su catálogo discográfico es notable cuando no sobresaliente, además me ha servido de escusa para repasar su discografía, una de las más brillantes de los últimos 25 años a nivel mundial.
Así que rebobinando en la memoria, me he ido hasta 1993, al segundo pelotazo del grupo, cuando el que suscribe era tan joven que no merece la pena pasar la angustia de recordarlo, así que mejor revivir aquel curso charlando con la parroquia de uno de los mejores discos de Cracker, y tal vez el más exitoso de todos, el excelente: "Kerosene Hat".
Además de sus sonidos rockeros de raíz, con retazos countries y aromas sureños, que no obvian otros palos de la baraja tradicional américana, el grupo sonaba en aquellos principios más musculado en guitarras y sinuosidades, clara y feliz influencia del grunge que entonces barría el mundo como un huracán con nacimiento en el noroeste americano.
Este último aspecto se evidencia en el éxito: "Low", uno de los cortes más populares del grupo, aunque en mi opinión inferior a otros trallazos de similares coordenadas como: "Movie star", la radiante: "Get off this", la iridiscente: "Let's go for a ride", o la furiosa: "I ride my bike".
Baladas de perfectas melodías y guitarras deliciosas, susurradas más que cantadas como: "Kerosene Hat", y también en ritmos calmos: "I want everything" o "Take me down to the infirmary" que parecen paridas por las musas que embriagaron a los Glimmer Twins en sus años de mayor locura creativa, son botones de muestra de la enorme banda con que nos las estamos viendo estos días en los escenarios de media España.
El aire de la pradera calienta el ambiente de temas enraizados y maravillosos como: "Lonesome Johnny Blues" o la balada acústica: "Loser".
"Sick of goodbyes" es otro destacado corte compuesto por Lowery junto a su amigo Mark Linkous, también con los Stones más inspirados como guía.
Otro conocido hit del grupo es la magnífica "Euro-Trash girl", country-rock con Denominación de Origen y vibrante estribillo.
Completan este perfecto tracklist la encendida guitarra y carnosa melodía de: "Nostalgia" y la rebuscada pero excelente: "Sweet potato".
Segundo disco de Cracker y segundo pelotazo, obra que permanece ajena al paso del tiempo, pues tras 20 años tiene todos los elementos que tenía en su 1993 natal, y lo que es más importante, con la misma significación que entonces transmitían, lo dicho, con artefactos como este "Kerosens Hat" y estando ellos por aquí...¿cómo no va a andar el personal revolucionado?
El gozo que recientemente tuve la suerte de conocer tras su bolo del pasado ARF, se amplia ahora a varias plazas de la geografía patria, y seguro que supone un insuperable regalo navideño para muchos, especialmente para aquellos que no han conocido la excepcional experiencia de adentrarse en la vida sónica de este sublime grupo en formato en vivo, y hacerlo encima en recintos apropiados para el total e inmejorable aprovechamiento de sus buenas artes, osea: en salas.
Desconozco cual será el cancionero elegido para la ocasión, no se si coincidirá con el ofrecido en el pasado mes de junio en Gasteiz, la verdad es que no me importa demasiado, pues todo lo que esconde su catálogo discográfico es notable cuando no sobresaliente, además me ha servido de escusa para repasar su discografía, una de las más brillantes de los últimos 25 años a nivel mundial.
Así que rebobinando en la memoria, me he ido hasta 1993, al segundo pelotazo del grupo, cuando el que suscribe era tan joven que no merece la pena pasar la angustia de recordarlo, así que mejor revivir aquel curso charlando con la parroquia de uno de los mejores discos de Cracker, y tal vez el más exitoso de todos, el excelente: "Kerosene Hat".
Además de sus sonidos rockeros de raíz, con retazos countries y aromas sureños, que no obvian otros palos de la baraja tradicional américana, el grupo sonaba en aquellos principios más musculado en guitarras y sinuosidades, clara y feliz influencia del grunge que entonces barría el mundo como un huracán con nacimiento en el noroeste americano.
Este último aspecto se evidencia en el éxito: "Low", uno de los cortes más populares del grupo, aunque en mi opinión inferior a otros trallazos de similares coordenadas como: "Movie star", la radiante: "Get off this", la iridiscente: "Let's go for a ride", o la furiosa: "I ride my bike".
Baladas de perfectas melodías y guitarras deliciosas, susurradas más que cantadas como: "Kerosene Hat", y también en ritmos calmos: "I want everything" o "Take me down to the infirmary" que parecen paridas por las musas que embriagaron a los Glimmer Twins en sus años de mayor locura creativa, son botones de muestra de la enorme banda con que nos las estamos viendo estos días en los escenarios de media España.
El aire de la pradera calienta el ambiente de temas enraizados y maravillosos como: "Lonesome Johnny Blues" o la balada acústica: "Loser".
"Sick of goodbyes" es otro destacado corte compuesto por Lowery junto a su amigo Mark Linkous, también con los Stones más inspirados como guía.
Otro conocido hit del grupo es la magnífica "Euro-Trash girl", country-rock con Denominación de Origen y vibrante estribillo.
Completan este perfecto tracklist la encendida guitarra y carnosa melodía de: "Nostalgia" y la rebuscada pero excelente: "Sweet potato".
Segundo disco de Cracker y segundo pelotazo, obra que permanece ajena al paso del tiempo, pues tras 20 años tiene todos los elementos que tenía en su 1993 natal, y lo que es más importante, con la misma significación que entonces transmitían, lo dicho, con artefactos como este "Kerosens Hat" y estando ellos por aquí...¿cómo no va a andar el personal revolucionado?
Uno de sus mejores discos, sin lugar a dudas. Precisamente los descubrí con este álbum y el flechazo fue instantáneo.
ResponderEliminarPor cierto, pasé de ir al bolo de Gijón ya que al ser una programación más dentro del festival de cine, fue gratis. El concierto empezó a las ¡¡01.40!! y finalizó a las ¡¡03.45!! ¿Alguién me puede explicar tan dementes horarios! y sí, fue un jueves!! Tremendo.
Saludos.
Desde luego al que se le ocurrío esta programación no se le puede decir que sobresalga por sus luces, estas cosas no se le ocurren ni al que asó la manteca, si tienes que madrugar como coño vas a estar en el bolo hasta esa hora, y luego vete a casa, que lo mismo vives cerca o a 50 km. increible.
EliminarEl disco creo que fue el que nos descubrió a muchos a Cracker.
Un saludo y una pena haberte perdido un concierto así por la incompetencia de los de siempre, el grupo fliparía.
No me parece de sus mejores álbumes pero tiene temas incontestables y creo que es el álbum más popular de ellos. Sea como sea es un grandísimo disco como todos los de esta magnífica banda. Abrazo.
ResponderEliminarEs posible que mis favoritos sean Greenland y Sunrise in the land of milk and honey, pero este es con el que les conocí y tiene ese extra sentimental, pero como dices todos los discos de estos tíos son la hostia, tengo ganas de que llegue el día 12.
EliminarUn abrazo.