Como persona, animal o cosa de natural original que es uno, las canciones de Graham Parker me llegaron de la mano de: "Squeezing Out Sparks", para que nos vamos a entretener en el largo y tortuoso camino que puede ser la toma de contacto con un artista y su obra, no digo en otros casos, pero en el presente es fácil evitar esa senda larga y laboriosa, cuando a disposición de oídos sedientos de goce inminente, el susodicho artista a descubrir es poseedor de una golosina de tan intenso sabor y excitante efecto como este disco de 1979, que engancha como sustancia mala, pero en bueno.
Con este artefacto como soporte y antídoto a posibles penas o crisis de fe, el sendero ya no era ni tortuoso y nada, era sencillo, ameno y en la mayoría de los casos disfrutable, cuando no orgiástico.
Van pasando años y con ellos discos, unos mejores que otros (cosa normal en todo quisque).
Se queda sin Rumour cuando comienzan los 80s, vuelven cual hijo pródigo cuando el nuevo milenio lleva ya mas de una década de camino, y hoy, en pleno 2015 nos desafían a comprobar si el tiempo ha pasado para ellos, no en cuestion de canas, arrugas, pelo o kg., sino en coordenadas musiqueras, de frescura y de armonías, si han cambiado las cosas tanto como el mundo desde que se alumbrara aquel: "Howlin' Wind" con el que comenzaba todo en 1976.
Producía un poco de vértigo aceptar el reto, a pesar de lo bien que funcionan los dos Lps precedentes, pero el tiempo...los años...a tantos (quizás a nosotros también) estos caminantes canallas les han hecho la 13/14...que asusta un poco.
El gran Guzz el otro día me animaba con su crónica a creer en el disco y en Graham y su gente (pinchar cronica Guzzera aquí), me lo pinché y pude comprobar como cierto lo siguiente:
Que el tiempo pasa más para unas cosas que para otras, el espíritu no envejece si hace ojos ciegos al espejo, y el rock, cuando se hace con actitud siempre es un teenager nacido para correr y besar chicas.
Repetir los excitantes y lujuriosos efectos de "Squeezing..." es imposible, pero la intención sigue ahí, temas de rock-pub de jovialidad melódica y dulce sonido, de frescura rockera y sensación powerpopera, una amalgama de dardazos que aciertan al cerebro, allí donde se esconde la glándula de la felicidad, el bienestar y la ganas de divertirse a pleno pulmón respirando guitarras, melodías y teclas, deleitándose con la nasal voz de Parker y la energía intrínseca de sus canciones.
Y como esto es lo que contiene este disco de 2015 de Graham Parker and The Rumour, que por cierto se titula "Mystery Glue", pues no me queda otra que ceder ante la metafísica idea de que el tiempo es un elemento relativo y en ocasiones de efectos mas psicosomáticos que reales, en ciertos aspectos claro.
Desde la primera escucha el disco te agarra y no te deja ir, te enreda el canalla con sus melodías pegadizas y encantadoras, con su ambiente a pub, a cerveza fría tras el curro, cuando el tiempo no importa, como en el caso de Graham Parker.
El disfrute te lo pone fácil desde el primer corte, el encantador: "Transit of Venus" que es tan sencillo de escuchar que parece que no tiene mérito.
Lo mismo ocurre con temas de sedante paso melódico como: "Going There", la efervescente guitarra de: "Wall of Grace", o el irresistible teclado que imposibilita rechazar un bailecito de: "Swing State".
Todo suena como debe, como tiene que sonar, como en los 70s, pero no suena añejo, suena a hoy, o a mañana...Así ocurre con "Flying into London", "Pub Crowl" de (evidentemente) sonido a local con piano arrebatador incluido, y con las acústicas y teclas de cierto acento folk-soulero de: "Fast Crow".
Temas con un cierto aire vintage como: "Slow News Days" y "Railroad Spikes" son como una primavera soleada y eterna; canciones llenas de fulgor sónico y melódico con la voz de Parker como protagonista junto a unas guitarras y unas teclas sugestivas en: "Long Shot", y el final de fiesta con el jazz de tono nocturno de la estupenda: "My Life in Movieland".
No se acobarden y accedan al reto que Graham Parker and The Rumour les lanzan, enfrentense al paso de tiempo, que si bien es cierto que es irremediable, verán que tras la escucha de este "Mystery Glue" no les parece ni tan evidente, ni tan importante.
Con este artefacto como soporte y antídoto a posibles penas o crisis de fe, el sendero ya no era ni tortuoso y nada, era sencillo, ameno y en la mayoría de los casos disfrutable, cuando no orgiástico.
Van pasando años y con ellos discos, unos mejores que otros (cosa normal en todo quisque).
Se queda sin Rumour cuando comienzan los 80s, vuelven cual hijo pródigo cuando el nuevo milenio lleva ya mas de una década de camino, y hoy, en pleno 2015 nos desafían a comprobar si el tiempo ha pasado para ellos, no en cuestion de canas, arrugas, pelo o kg., sino en coordenadas musiqueras, de frescura y de armonías, si han cambiado las cosas tanto como el mundo desde que se alumbrara aquel: "Howlin' Wind" con el que comenzaba todo en 1976.
Producía un poco de vértigo aceptar el reto, a pesar de lo bien que funcionan los dos Lps precedentes, pero el tiempo...los años...a tantos (quizás a nosotros también) estos caminantes canallas les han hecho la 13/14...que asusta un poco.
El gran Guzz el otro día me animaba con su crónica a creer en el disco y en Graham y su gente (pinchar cronica Guzzera aquí), me lo pinché y pude comprobar como cierto lo siguiente:
Que el tiempo pasa más para unas cosas que para otras, el espíritu no envejece si hace ojos ciegos al espejo, y el rock, cuando se hace con actitud siempre es un teenager nacido para correr y besar chicas.
Repetir los excitantes y lujuriosos efectos de "Squeezing..." es imposible, pero la intención sigue ahí, temas de rock-pub de jovialidad melódica y dulce sonido, de frescura rockera y sensación powerpopera, una amalgama de dardazos que aciertan al cerebro, allí donde se esconde la glándula de la felicidad, el bienestar y la ganas de divertirse a pleno pulmón respirando guitarras, melodías y teclas, deleitándose con la nasal voz de Parker y la energía intrínseca de sus canciones.
Y como esto es lo que contiene este disco de 2015 de Graham Parker and The Rumour, que por cierto se titula "Mystery Glue", pues no me queda otra que ceder ante la metafísica idea de que el tiempo es un elemento relativo y en ocasiones de efectos mas psicosomáticos que reales, en ciertos aspectos claro.
Desde la primera escucha el disco te agarra y no te deja ir, te enreda el canalla con sus melodías pegadizas y encantadoras, con su ambiente a pub, a cerveza fría tras el curro, cuando el tiempo no importa, como en el caso de Graham Parker.
El disfrute te lo pone fácil desde el primer corte, el encantador: "Transit of Venus" que es tan sencillo de escuchar que parece que no tiene mérito.
Lo mismo ocurre con temas de sedante paso melódico como: "Going There", la efervescente guitarra de: "Wall of Grace", o el irresistible teclado que imposibilita rechazar un bailecito de: "Swing State".
Temas con un cierto aire vintage como: "Slow News Days" y "Railroad Spikes" son como una primavera soleada y eterna; canciones llenas de fulgor sónico y melódico con la voz de Parker como protagonista junto a unas guitarras y unas teclas sugestivas en: "Long Shot", y el final de fiesta con el jazz de tono nocturno de la estupenda: "My Life in Movieland".
No se acobarden y accedan al reto que Graham Parker and The Rumour les lanzan, enfrentense al paso de tiempo, que si bien es cierto que es irremediable, verán que tras la escucha de este "Mystery Glue" no les parece ni tan evidente, ni tan importante.
"Que el tiempo pasa más para unas cosas que para otras, el espíritu no envejece si hace ojos ciegos al espejo, y el rock, cuando se hace con actitud siempre es un teenager nacido para correr y besar chicas"... Lujo sin más esas palabras, Addison. Y gracias por la mención, faltaría. Hacía que no disfrutaba una "novedad" a este nivel... Y que sea un viejo jinete/colega como Graham me dispara el aplausómetro a niveles cósmicos. Disco de cualquier tiempo y que defiende la máxima de que con canciones, más allá del arte/oficio que se posea, se puede llegar a cualquier lugar (que persiga "sonidos" quien quiera que aquí habemus songs, claro qué sí). Y, dejando de lado el inextinguible carisma del líder al entonar, cómo andan de forma los Rumour de las narices...
ResponderEliminarAbrazo Mr. De Witt !
Disco que lo importante son las canciones, y no hay mas narices.Te agradezco esas palabras y la mencion era justa y necesaria (de que me suena esto), pues me incitó a adelantar esta audición que tenía reservada para mas adelante a tenor de la cola kilometrica de discos que tengo en espera.
EliminarSerá uno de los artefactos del año seguro.
Un abrazo.
Y lo bueno que es el yayo ¿eh? yo siempre erré un rumour boy
ResponderEliminarAbrazos
El yayo no pierde facultades, ni a la hora de componer ni de actuar en vivo como demostró por estos lares hace unos meses.
EliminarUn abrazo fuerte.
Este señor tiene una maquinita del tiempo...Menudo discazo se ha marcado Mister Parker. Canciones aparentemente sencillas y llenas de buenas vibraciones para un revival imponente. De lo mejorcito del año!! Abrazos
ResponderEliminarParker es de los que posee ese secreto, el de escribbir canciones aparéntemente sencillas, pero geniales y revitalizantes, es genial ver a los viejos profesores que mantienen la forma.
EliminarAbrazo.
Lo anuncié hace unas semanas. Un gran disco. El señor Parker sigue en forma.
ResponderEliminarUn abrazo!
Sigue en plena forma si señor, sus últimos discos ya estaban realmente bien, pero este les supera.
EliminarUn abrazo.
He comprado el disco tras unas priemras escuchas que me habían llevado al limbo. Segui escuchamdo el mismo este fin de semana y se me va desinflando un poquillo hasta calificarlo de NOTABLE ALTO CASI SOBRESALIENTE nos es el Mona lIsa pero casi lo cual es algo muy bueno en estos dias
ResponderEliminarYo lo vengo escuchando de seguido (junto a otros) desde hace varios días y de momento mantiene el tipo, aunque lo cierto es que Mona Lisa's Sister es una de sus grandes masterpieces, el tiempo dirá hasta donde llega este trabajo.
EliminarSaludos.