No puedo decir que no estaba avisado, y desde luego mucho he demorado la escucha de este disco, tercero de los ubetenses Guadalupe Plata y primero mío.
Me entero de que bautizan sus discos con su propio nombre, difiriendo unos de otros únicamente por el año de publicación, quiero decir que ni siquiera aplican el dos o tres tras el nombre de la formación, curioso. Pero dejando a un lado detalles menores como éste, se hace urgente la entrada a saco en el análisis de lo que en las entrañas de este "Guadalupe Plata" (2015) se macera.
Porque la sensación que uno tiene (los habituales ya conocen las extravagancias de quien suscribe), es que la música que engendra este trío esta en pleno proceso de maceración, o si lo prefieren fermentación...que es una criatura en la que se produce algún tipo de proceso vital, eso si, me refiero a una vida de cierto carácter infeccioso, bacteriano...adictivo.
Humedad casi sólida, pantanosa, de ciénaga calenturienta, así es la espiral sónica en que se desarrollan los textos, febriles, reptantes y como de extramundo que evocan asesinatos (infantiles en origen), animales expectrales como ratas, serpientes, perros o gatos (negros claro), aguas que no respiran e incluso al príncipe de las tinieblas que se hace camino por entre vísceras humanas.
El sonido de las guitarras parece provocado por el nocturno encuentro entre la corriente del cable del ampli en su confrontación con el líquido de un charco venenoso y maldecido, todo entre vapores y azuferinos aromas, fantasmagórica carencia en ritmos paridos de baterías y bajos escondidos tras agoreras sensaciones de tono bluesero/mefistofélico...En resumen, una auténtica pasada, febril, oscura y humeante....pero una pasada oigan.
Estas guitarras en plena espiral psicótica se escuchan en: "Tormenta", frenético y sinuoso tema que inicia esta aventura, este descenso al núcleo incandescente del blues.
Hacen de nexo las intrincadas sensaciones del refulgente instrumental: "Filo de Navaja".
Parece que la luz se quiere abrir camino con "Mecha Corta", un rockabilly de subsuelo absolutamente genial, "Agua Turbia" nos lleva a pasear por parajes desolados y además de turbia este agua es silenciosa de palabras y burbujeante de ebullición.
Atrapan oídos y voluntades las opresivas y sudorosas guitarras de "Hueso de Gato Negro" que narra una delirante historia cantada de forma extrema.
Que maquinas que estan hechos .... .
ResponderEliminarLos he conocido recientemente y me parecen unas máquinas de mucho cuidado.
EliminarGran disco. Saludos.
Me gusta mucho esta banda.......Electricos y rugientes. Su anterior disco me parecio una maravilla. Oiremos este por supuesto.
ResponderEliminarUn saludo.
Es el primer disco al que me acerco y me han parecido la bomba de las bombas.
EliminarUn saludo.
Los conocí con su anterior disco y a pesar de que su propuesta lo tenía todo para llevarme al huerto aún sigo buscando el paradero de éste. Me resultan, sobre todo la voz y la forma de interpretar de su cantante, algo monocordes y repetitivos; dos o tre scanciones seguidas las disfruto pero más... espero que no me cojas manía por discrepar últimamente, Addi jejeje
ResponderEliminarAbrazos.
Como tu sabes Coop, la gente inteligente no discrepa, opina y aporta, no es práctico coger manías a la gente que enseña y mola.
EliminarA mi me han impactado lo reconozco, también es cierto que su propuesta encaja muy bien con mis gustos y psiquis jajaja.
Un abrazo tio.
Observo que ya has caído. Qué discazo, me tiene enganchadito. Abrazo.
ResponderEliminarHe tardado en ponerme con el, pero a pesar de que su propuesta no es facil me he metido en su sonido rápido, me ha gustado mas de lo que esperaba, que era mucho después de leer ciertas cosas que habiais escrito mas de uno, uno de los discos del año para mi seguro.
EliminarUn abrazo.