Es sorprendente lo que se esta hablando del nuevo proyecto de Ethan Miller, este sigue llevando la firma de Howlin' Rain, solo que ahora lo presenta en solitario, y lo hace con este disco, como un supuesto primer capítulo de una trilogía y echando mano de sonidos mas sureños, folks y campesinos de lo que hasta ahora nos tenía acostumbrados el californiano.
Tras el buen resultado del anterior "Russian Wilds" (2012) que facturase en el sello de Rick Rubin (American Recordings) y con la mano de este desde los controles, sorprende que para este nuevo comienzo decida prescindir de productor y sello, lo que indica que Miller pretende andar por caminos por él elegidos y siguiendo únicamente su criterio. Me parece una actitud valiente y respetable, que precisa de fe y claridad de ideas para conseguir que éstas, además de personales, terminen también plasmándose sobre los surcos con coherencia y éxito artístico.
Y precisamente este último comentario es el que esta levantando esa polvareda de opiniones a propósito de este "Mansion Songs".
Y es justo indicar que aquí las opiniones no están siendo del todo amables con el disco ni tampoco con el artista. Tildado de irregular en cuanto a la enjundia de canciones y en lo referente al estilo, y lo que es peor, esta siendo el amigo Ethan Miller calificado por muchos de ególatra al pretender protagonizar el disco presentándose a sí mismo como eje central de textos y núcleo casi único del álbum. Creo que algo de eso puede haber.
El otro día José Navas relataba algunos peros que él encontraba al disco, y lo hacia en una crónica (pinchar) de su Redondo y con Agujero a propósito de "Magnificent Fiend", disco de este mismo artista con su banda de entonces publicado en 2008.
Coincido con José Navas en varias de las cosas que comenta, en la inconveniencia de ciertos aspectos de su sonido que desaparecen, y en ese acercamiento a la vestimenta sonora de los ¿extintos? Black Crowes, trapitos que no siempre le favorecen.
Por tanto me concentraré en comentar lo que oímos cuando pinchamos este "Mansion Songs", es decir, esa amalgama de sonidos sureños, enraizados y con acercamientos incluso al gospel...empecemos:
El disco comienza con un temazo de órdago en mi opinión, "Big Red Moon" es un enraizado corte que parece escupido junto a la desesperación que hace masa en las entrañas, pronto se crea una estructura eléctrica de guitarras que rodean la voz de Miller en un desesperado tema, con festín de cuerdas conectadas a la corriente y un licor ardiente vomitado por algún oxidado alambique de esos que se refugian en alguna cabaña en la pradera arrasando las cuerdas vocales, armónicas y sudor, realmente estupendo.
Como ecos de The Band en el cansino ritmo y la nasal voz que desfila por la melodía infecciosa y el estribillo luminoso de la excelente: "Wild Bush"...hasta aquí lo mejor del trabajo.
En el resto, otros seis cortes, nos encontramos de todo, el acercamiento al gospel comentado mas arriba aparece en "Meet Me in the Wheat", donde éste convive con guitarras slide que se quejan hasta alcanzar un estribillo que evoca una especie de gospel de inspiración Springsteeniana.
Un folk arrastra la voz de Miller, que suena como cansada, como desganada, hablando para si mismo, solo resulta musical cuando los coros femeninos le apoyan, se trata de la extraña, y (sorprendentemente) tras algunas escuchas interesante: "Coliseum".
Acústicas y violines tapados por una voz chillona y descolorida que no resulta demasiado agradable para un folk enraizado pero bastante poco conseguido titulado: "The New Age".
Tampoco convence el aire pesaroso, opresivo y exento de melodía de: "Restless"; piano y remembranzas a las baladas mas dulces paridas por los Robinson, sombría como es un poco tónica habitual en el trabajo, tiene un pase "Lucy Fairchild".
Termina este álbum de autoconocimiento de Howlin' Rain (Ethan Miller), con otro oscuro tema de acústicas susurrantes, voz embarrada, coros femeninos que encienden una pequeña luz y sonoridades folks esporádicas en fiddles colocados como al azar, otro tema que no termina de enganchar es este: "Ceiling Fan".
Siendo generoso diremos que cuatro temas salvan la cara del disco y que otros cuatro son, por decirlo sin agresividad, olvidables. No oculto que me ha decepcionado, anteriores trabajos me han gustado y mucho, y lo cierto es que esperaba este trabajo con ilusión, tampoco es lo que esperaba, no me resulta comprensible y mucho menos inspirado, esperemos que los siguientes intentos estén regidos por una mayor claridad de ideas por parte de este californiano que aunque ahora opera solo, firma sus discos como Howlin' Rain.
Pero qué ha pasado aquí??!!!??? Dónde está ese Miller que se arriesgaba, el que decía tener en un altar al Miles Davis eléctrico, a Sonic Youth, a Funkadelic,...
ResponderEliminarMe parece que tenéis razón en eso del asalto al trono Crowes.
Un abrazo.
Es que el cambio ha resultado raro, como no muy coherente con la historia, no se, se comenta lo de los Crowes y creo que no será el único en ambicionar el trono.
EliminarYo también echo de menos aquel Miller.
Abrazo.
Después de haberle dado alguna mas...me ratifico. No es un mal disco pero, tiene demasiado acido lesirgico en los surcos. Insisto, pierde esos maravillosos teclados. Yo confio mucho en esta banda..no esperaba otro Russian, pero me ha sorprendido el giro. ESta claro que la comunidad bloguera es muy volcada con el análisis de la trayectoria de este grupo...es buena señal. Volveran a la senda. Son muy muy grandes. Gracias Addison por la cita a Redondo.
ResponderEliminarEl "Russian..." es un disco infinito, pero este me parece raro y no demasiado commpleto, si tiene dos temas muy buenos, pero el resto creo que se mueve en el aburrimiento.
EliminarTu abriste el melón en redondo, y bien abierto que va a dar para debate.
Abrazo.
No conozco esta música, pero después de leeros no queda otra que pensar que el disco no alcanza las expectativas, Bueno, suele pasar. Que se lo digan a los grandes, que tradicionalmente nos han colado algún que otro "bodriete".
ResponderEliminarUn abrazo!
Como bien sabes, hasta el mejor escriviente hace un borrón, espero que solo sea este, te dire que los anteriores estan francamente bien Evánder.
EliminarUn abrazo.
El "Magnificent Fiends" y el "Russian Wilds" son dos discos muy buenos, dignos de cualquier colección que se precie. Tenía a este último trabajo ya en la recámara de posibles nuevas adquisiciones y, leído lo leído, me está entrando un frío esquimal. Mejor guardo la tela para otra compra más acertada. Y estoy muy de acuerdo con el Navas en el sentido que esta banda, solo con Ethan o con más gente, merece mucho la pena ser seguida.
ResponderEliminarSaludos,
JdG
Este tio tiene una carrera muy a tener en cuenta claro que si, y yo esperaba con ilusicón este disco, pero la verdad es que no me ha llegado, muchos cambios y no se si adecuados, ahora también te digo Javier que he leido buenas críticas también.
EliminarUn abrazo.