Andrés Calamaro - "Honestidad Brutal" (1999). Gracias Niko...


En muchas ocasiones me he sentido tentado ha soltar una perorata de las mías a propósito de cualquiera de los dos primeros discos de Andrés Calamaro sobre el lienzo de LED del portátil, para verter luego su contenido sobre el carril central de este  rincón blogero que sirve para desparrame musiquero-intlectualoide de mi álter ego: Addison de Witt.
Nunca lo he hecho...para dar repuesta al inevitable: -¿Porqué?-, tengo que indagar un poco en mi interior y en mis recuerdos, esos que marcan mi carácter de forma tan persistente que ya hace lustros que rendí mi resistencia al albor de la bondad con que tengan a bien visitarme en los momentos de ímpetu, o a la mala sangre con que quieran hacer batir sus alas de cuervo sobre mis noches mas humeantes.
Falta de valor de enfrentarme a un pasado que tanto tiene de bonito como de doloroso, pero también exceso de respeto hacia una de las obras que mas han ejercido influencia en quien suscribe, muchas horas de escucha y canturreo de aquel enorme "Alta Suciedad" y mas aún del posterior y glorioso "Honestidad Brutal" que finalmente se esta viendo impreso en el blanco y virginal lienzo que espera los dardos que mojados en veneno y miel le son disparados desde los últimos meses del siglo pasado.


El culpable de que este fusilamiento nostalgico-rockero se esté produciendo hoy, no es otro que nuestro querido Nikochan, quien en los comentarios a propósito del excelente repaso que dio al mencionado "Alta Suciedad" en ese apasionante Exilio dorado que comparte con otras insignes plumas musicocinéfilas de esta blogosfera y que hace las delicias de muchos, entre los que me encuentro; en esos comentarios digo, me reta a que pierda miedos y respetos y me lancé a comentar este disco sobre el que en varias ocasiones he reiterado mi devoción...bueno, recojo el guante (de cuero claro) que me lanza, y aquí esta este "Honestidad Brutal" bajo la perspectiva de un servidor.
(No dejen de visitar la mencionada crónica Nikochaniana pinchando aquí).
El segundo disco de Andrelo tras el "Hasta Luego" de Los Rodriguez trae consigo la sorpresa de ser doble, costumbre que no se da en demasiadas ocasiones en la década de los noventa y menos aún en artistas que utilizan la lengua de Cervantes como modo de expresión, este hecho asustó a mas de uno, por falta de costumbre, pero no a mi, mucho disfruté en los noventa con los discos de Los Rodriguez y no menos con los primeros disparos tras su disolución de Ariel y Andrés en solitario, además la gira de "Alta Suciedad" me llevó a un inolvidable concierto de Calamaro defendiendo el disco en el Antzoki, uno de los primeros conciertos que vi en la ya mítica sala bilbaina, y en la que un apagón se vio solucionado por Andrés con la ayuda de una acústica y un canuto, se sentó en las escaleras que dan acceso al escenario y tras pedirnos que nos acercásemos, cantamos todos con él un par de temas hasta que se vio restablecida la electricidad...momento!!!.



Desde la primera escucha del disco me dí cuenta de que tenía entre manos un disco de esos que nunca van a desaparecer del primer plano de mis preferencias, uno de esos artefactos que jamás se despistarán por la enredada y cada vez más concurrida autopista de la memoria.
Como él se auto definió en un tema del posterior, "El Salmon", Andrés está dotado de violencia intelectual, cosa que se refleja en las letras de sus temas, en especial en las de este álbum, contaminado de angustia, de dolor (se concibió tras una ruptura sentimental), de metafísica en los ataques filosóficos y de tango, mi tango amigo (parafraseando a Don Antonio Bartrina).No falta el Dylan eléctrico que vivía en aquel Calamaro que volaba libre desde el punto de vista creativo como el gran genio de Duluth, tampoco ataques roncos a un rock nocturno y enfermizo, de infección sónica y literaria, ni alusiones políticas e incluso futbolísticas, expresando admiración a Maradona en la célebre, frívola y festiva: "Maradona".
En este tremendo disco conviven los psicóticos anagramas artísticos e ideológicos del noctambulo Lou Reed, las reclamas de autocomplacencia en el sufrimiento personal tan propio del tango callejero de curda y lágrimas, que arrastraba la voz del "Polaco" y las corcheas de Expósito o Piazzolla, y a las que Andrés se acerca en el cover antológico y entregado del legendario: "Naranjo en Flor" de los hermanos Expósito.



También este espíritu lo plasma en dolorosas canciones como la introvertida y genial "Son las Nueve"; la enésima narración del final que nos ha dado la música (en cualquier palo) en la sincera "Clonazepan y Circo". Éste espíritu está también en el intento de salvar del naufragio los buenos recuerdos en la imponente "Cuando te Conocí"....¡joder que tema!!!....reza:

"En el fondo es tan hondo mi dolor,
por qué me voy y no se puede cambiar
de corazón como de sombrero...
sin haber sufrido primero"

Pero además el single de reafirmación tras la ruptura que sonó en las FMs del momento, "Te Quiero Igual", la preciosa y melódica, triste y digna: "La Parte de Adelante"; el romántico aire latino, casi una habanera "Los Aviones" con la tristeza impregnando el color vocal del joven Calamaro.
Acidez y psicodelia en las complicadas: "Más Duele" con aires funk, el reggae de "Las Dos Cosas" y la jazzística "Prefiero Dormir".
Completan este enorme primer CD, la pegadiza "Una bomba"; el texto de herida mortal que pone a la tanguera partitura de M. Mores en la excelente: "Jugar con Fuego" o la oxidada electricidad distorsionada del imponente rock que abre esta POM, "El Día de la Mujer Mundial". Sin olvidarnos del impresionante homenaje a una leyenda como Miguel Abuelo que cierra el CD, "Con Abuelo".
Si Bob Dylan se hubiese empapado con la sabiduría que salpicaban los adoquines sueltos de la plaza de Mayo tras la tempestad hubiese escrito una obra maestra como "No tan Buenos Aires", que abre el segundo compact disc (como se decía entonces).



Y es que en la segunda parte del álbum seguimos en la misma: música de todo tipo y genialidad, de exclusiva violencia intelectual (insisto), incluso le quedan ganas de guasa para la optimista y sublimemente morbosa "Victoria y Soledad"; y ternura en la bella "Negrita", que nos ofrece un encantador fondo de piano; como también ocurre en la no menos hermosa "Me Pierdo", una de esas melodías con carencias sangrantes que sabía escribir Andrelo en aquellos años...
Románticas, bohemias, remembrantes y dolientes, habitadas por pasados brumosos y acústicas plañideras, emocionan temas como: "Mi Propia Trampa", "Aquellos Besos" o "No son Horas", no me preguntéis, no tengo ni puta idea de cual es mas gloriosa...
Rugen las guitarras, asqueadas de tanta angustia volando por los cables que conectan su vitalidad al ampli en rocks ardientes y quebrados de incomprensión como: "Eclipsado", la catadióptrica "Hay" o la jamaicana "Las Heridas" de hipnótico Hammond.
Sones souleros, crooners o cabareteros con elegancias sucias en "¿Para Qué?" o "No va Más", enraizado y sangrante blues de local humeante y enfermo que comparte en composición con Fogliatta.
Balada reflexiva y cotidiana, "El Ritmo del Lunes"; la optimista ranchera que ¿canta? junto a Maradona, "Hacer el Tonto" y el country beodo y tristón, pero bailable y saltarín de "Mi Quebranto" completan un tracklist de imposible repetición junto al cover de "La Parte de Adelante" que cierra el álbum como "La Parte de Atrás".
¡Ah!!! y no, no me olvido de "Paloma", pero este tema si que ni Niko me convence de que diseccione, os dejo escuchándolo una vez más, y otra, y otra...



Todo lo dicho es posible gracias al estado de gracia/desgracia que vivía el autor en aquellos días, estado que se junto con un grupo de amigos artistas...no! artistazos que pusieron su ser en los temas del Lp y entre los que citaré a algunos como: Gringi Herrera, Javier Calamaro, Coti, Candi Avello, Guille Martín (el inolvidable Guille), Mariano Mores, Ciro Fogliatta, Cuino,..Casi ná.
Ahora que ya está hecho, deseo dar las gracias a Niko por invitarme ha hacerlo, me alegro y creo que he cumplido conmigo mismo, con mis deseos cobardicas y con mi pasado (el bueno y el malo).

Comentarios

  1. Gracias por la mención Addi, me alegro que nos ofrezcas tu opinión de Honestidad Brutal, un discazo de dimensiones siderales que estos días como imaginas estoy disfrutando (one more time). Calamaro durante esos años estaba en estado de gracia, y eso se tiene que reconocer independientemente de que después se le fuese un algo la cabeza, y a quién no?. te felicito por el texto. Honestamente brutal.

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    1. Entonces estaba iluminado por la inspiración y por otras cosas, me gusta su último disco, pero durante años no me ha conseguido interesar demasiado.
      Mas que merecida y lógica mención tras los resultados.
      Abrazo.

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  2. El mejor de sus discos. Excesivo pero todavía coherente. Variado pero sin caer en la locura. Ultimo gran lp

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    1. A mi me vuelve a gustar con "Bohemio", pero ha sacado alguno realmente flojo.
      Salud.

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  3. Brillante entrada de uno de los mejores discos del Salmon . En esa epoca el tio estaba inmerso en una avalancha creativa sin cuartel y cada ves que Andres tenia un dislate amoroso su pluma nos hacia regocijar . Cañonazo de entrada mister de Witt .
    Eso si y perdona ! lo tengo que decir ,no puedo con mi genio ;Calamaro cantando tangos es una patada al higado para un connacional ,destruye catalogos inmaculados ...
    Un abrazo

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    1. Amo el tango, pero seguramente lo adquiero por medios distintos a los que lo hacéis vosotros, no obstante nolo veo como cantor de tangos, sino como Calamaro cantando tangos...no se si me explico jajajaja.
      Gracias master, un abrzo.

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  4. Me abstendré de opinar sobre algo que desconozco. Nunca me ha llamado la atención Calamaro. Pero desde luego, si fuera necesario recurrir a algo para convencerme de escucharlo, releería este post tan genial que te has marcado.

    Te veo inspirado, Addi.
    Un abrazo!

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    1. Lo primero gracias Evánder, como siempre tan amable.
      Te diré amigo mio que aquí si que me sorprendes, te hacía por Calamaroadicto, o al menos Calamaroaficionado jajaja
      Un abrazo.

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