Confieso que David Crosby nunca fue santo de mi devoción, desde este rincón en el que habitan mis sentimientos y sinceridades he comentado en varias ocasiones que veo a este artista como una figura supervalorada, inflada, que si bien es cierto que su nombre figura en los créditos de innumerables contraportadas de célebres discos, en la mayoría de ellos su aportación es menor cuando no meramente testimonial.
Únicamente destapa el frasco de las esencias en el lejano de 1967 para el clásico: "Younger Than Yesterday", tras el cual se despidió de sus compañeros de The Byrds y en el mítico "Deja Vu" de 1970 que firma junto a sus compadres del célebre supergrupo, con incorporación del canadiense de oro en aquella ocasión y en el que deja para la eternidad un par de excelentes piezas.
El resto de su carrera no me ha interesado nunca, apoyada en las aportaciones de compañeros de innegable talento, Hillman, Clark o McGueen primero con The Byrds, Stills, Nash o el propio Young después, su nombre recibía la luz que irradiaban estas figuras y se hacía gracias a ella visible para un mundillo, el de la música al que poco ha aportado el californiano a nivel individual.
Poco en calidad y en cantidad, pues en casi 50 años han sido tan solo cuatro, contando este "CROZ", los discos que ha firmado el bigotudo músico sin la decisiva colaboración de otros artistas, En 1971 el disco "If I Could Only Remember My Name", en mi opinión fallido por resultar pretencioso y buscar en unas composiciones que daban de si lo que daban, algo que simplemente no albergaban en su interior, resultando finalmente un aburrido trabajo, es no obstante su disco mas importante hasta la fecha.
Es en cambio ahora, 20 años después del su última entrega cuando acierta, al menos estratégicamente, pues este álbum tiene como principales virtudes aquellas de deberían haber sido las que guiaran su primera experiencia del 71, es decir, sacar el máximo partido a una voz que ha sido durante su carrera el estilete que utilizar como principal arma para defender su arte, así aquí nos encontramos unas canciones sencillas pero bien elaboradas, solidas melódicamente y que en la mayoría de los casos suenan como deben, sin aportar nada que no hayamos oído mi veces en las voces de CSN, pero dejando impronta de para que han sido creadas.
La voz de Crosby sigue siendo privilegiada, de hermoso color, con una amplia tesitura que ni se estira en el registro agudo ni se arruga en el grabe, que mantiene impoluto el brillo del timbre y que siempre es emitida con anchura y uniformidad en cuanto al flujo, una auténtica delicia escuchar cantar a este hombre.
Y eso hace en "CROZ", cantar, y hacerlo como sabe, muy bien, con gusto, y con la calma que da el trabajo hecho y el saber que se ha cumplido con el destino, canta como sabe que debe cantar, como sabe que debe sonar cada inflexión, cada carencia, cada ataque al glotis...
En cuanto a la colección de temas es homogenea, sin estridencias ni novedades reseñables, temas de tendencias acústicas, que navegan entre el folk de efluvios setenteros y temas de naturaleza pop en lo melódico y ecos campestres en lo sónico, siempre con una aportación coral sin la cual, el californiano dudo mucho que se sepa, después de tantas décadas, desembolverse.
Bonito recorrido que se abre con "Whats Broken", tema que cuenta con la aportación a las seis cuerdas de Mark Knopfler y que destaca por el soberbio y elegante trabajo tonal de unos coros de celestial tono asentado en el falsete, bonito tema bandera del disco.
"Time I Have" es un corte acústico, cantado con oscura y narrativa expresión canora que pasa rápido y sin dejar demasiada huella aunque también sin molestar.
Prueba de la categoría como cantante de David Crosby es su sensacional prestación en la lenta y algo anodina balada folk "Holding On To Nothing" que cuenta con la colaboración a la trompeta del jazzistico Wynton Marsalis, el tema cuenta con unos nuevamente muy cuidados coros y un delicado canto a media voz.
Mas rítmica se nos muestra "The Clearing" que brilla gracias a una fluida y cuidada construcción melódica que parece sacada de alguna de las obras magnas de su compañero y gran amigo Graham Nash por el aire de delicada fragilidad y sublime discurso de la misma, precioso tema dominado por las acústicas que se mezclan con unas elegantes y discretas eléctricas.
Continúan los ritmos lentos y la vocalidad preciosista, ahora con mayor protagonismo en la sencilla "Radio", pop con aires folk y estribillo tonal de emotiva sensualidad melódica.
Mismos derroteros sónicos, basados en pianos dulces que no edulcoramos en la quizás excesívamente autocomplaciente melodía de "Stice Of Time".
Mas atrancada melódicamente transcurre "Set That Baggage Down", que cuenta, además de con unos evocadores coros y un canto de belleza incuestionable con un interesante trabajo a las guitarras y un sugerente bajo, pero que no logran evitar la sensación de aburrimiento. Arpegios nebulosos de guitarras calladas y de fineza sonora y voz que declina oscura y limpia para la lenta y de escaso lustre melódico "If She Called", junto a la anterior los peores momentos del álbum.
Nuevamente unos deliciosos sonidos que nos recuerdan los dos primeros discos setenteros de Nash nos transportan a un estadio sonoro de pianos piadosos que entran en contacto con acústicas que dulcifican las frases arropando una vocalidad y unos coros que tienen de nuevo la belleza y la plástica canora como principal aliciente, delicioso tema, este titulado "Dangerours Night".
Steve Tavaglione es un experimentado músico de jazz y compositor de BSO, famoso como saxofonista, y ex-miembro de Sly & The Family Stone que da prueba de su virtuosismo en el Akai EWI4000s en el extraño pero interesante y balsámico "Morning Falling".
Crosby vuelva a contar con la colaboración de Tavaglione y de Leland Sklar al saxo y bajo respectívamente para el folk de vocación jazz que cierra de forma interesante y sugestiva este "CROZ".
Deseo destacar la sencilla y entiendo que muy inteligente e idónea producción del trabajo, obra del propio David Crosby junto a Daniel Garcia y su hijo James Raimond, que huye de pretéritos errores de composición sónica que dejaban en un segundo plano lo que realmente de destacable tiene que aportar el cantante Angelino de ya 72 años y que es obviamente su inigualable voz, y que en su cuarto intento en solitario ha firmado en opinión del que suscribe su mejor disco, una sorpresa que celebro, pues me alegra poder reconocer una obra de enjundia en un artista que llevo años tachando de sobre valorado y que por esta vez me cierra la boca, y yo, además, contento por ello. Mas vale tarde que nunca Mr Crosby...
100% de acuerdo contigo t Crosby. sobrevalorado a más no poder. El que menos me interesa de lso Byrds o CSNY. este último disco lo he visto por ahí pero no me atrevía degustarlo hay demasiadas cosas pendientes pero si dices que es de lo mejor que ha dado a lo mejor le doy un voto de confianza
ResponderEliminarComo digo me parece una figura supervalorada a tope, pero para ser justo este disco me ha sorprendido, intentalo, igual te pasa como a mi.
EliminarPues ahora esta fastidiado el hombre, con problemas de corazón, Ha tenido que suspender algunos de sus conciertos. Esperemos que se recupere pronto.
ResponderEliminarUn abrazo!
No sabía nada, pero efectivamente es asi, parece que no es nada demasiado grave y que enseguida va ha estar por ahi dando guerra, esperemos que así sea.
EliminarUn abrazo.