"El Hombre que Vino de las Estrellas" es una extraña y bastante disparatada película que Nicolas Roeg filmó en 1976, para interpretar el personaje del extraterrestre Thomas Jerome Newton que llega a la tierra con la pretensión de buscar agua y medio de transportarla a su agonizante planeta, que sufre una sequía que hará desaparecer en él todo rastro de vida en breve, el realizador contó con David Bowie.
La influencia que este rol causó en el británico fue lo que motivo a un Bowie al limite en sus adicciones a crear un nuevo álter ego: The Thin White Duke.
Pocos recuerdos reconoce Bowie tener de la grabación y gestación del disco, fuertemente atado a la coca, la inspiración en la creación de los seis temas que forman el LP es el resultado de combinar sus pretéritas experiencias recogidas de la época del Glam-Rock, en especial de las sesiones de "Aladdin Sane" y la influencia del soul y el funky que de fora tan evidente se materializo en el antecesor, el brillante "Young Americans".
Además el ingles ya empezaba a ser influido por la corriente de rock electrónico alemán denominada Krautrock que sobre el ejercieron bandas como Kraftwerk y Neu!, esta influencia dio inicio al uso de sintetizadores en el sonido del disco y abría definitívamente la puerta para abordar aquel oscuro y plastificado periodo que, junto a Brian Eno recorrería en los últimos años setenta firmando la famosa Trilogia de Berlin.
No es descabellado pues decir que "Station To Station" es el eslabón perdido entre el soul elegante y el sudoroso funy de "Young Americans" y el introvertido viaje plástico y metafísico de "Low" y el resto del periplo Berlinés.
En las letras observamos también las obsesiones del Bowie del momento, tal vez fue el abuso en el consumo de las drogas lo que cimento un pensamiento incoherente y extraño en un artista excesivamente fascinado por el nazismo alemán, el ocultismo de Aleister Crowley, la búsqueda del Santo Grial o la filosofía excesiva y radical en ocasiones de Nietzsche, esta macedonia de ideas se ve plasmada en las letras de este "Station To Station".
Musicalmente el disco fue lanzado meses antes con el adelanto del single "Golden Years", un funky de ritmos dorados y ácidos que funcionaba como un tiro, gracias a un ritmo nervioso y cardíaco y a una melodía de lisergica energía.
Además de este tema, el disco se abría con una larga canción que con el mismo título del álbum nos inicia en el estrafalario mundo interior del artista en aquel momento, referencias religiosas, el cristianismo y el judaísmo mezclándose con el ocultismo y acusándose el abuso de coca en alguna inconexa frase suelta, todo recubierto por un tema dividido en dos conceptos sonicos, uno vanguardista, sonidos de trenes, (¿acercandose a la estación?), letanía de pianos y sintetizadores que indicaban cuales habrían de ser los pasos futuros de Bowie en su célebre trilogía, y una segunda mas luminosa y rockera, con un fuerte e hipnotico estribillo, lo cierto es que el coctel que ambos conceptos destilan crean un ácido y tóxico bebedizo que engancha al oyente, un gran tema al fin y a la postre.
"Word On A Wing" cierra la primera cara, Bittan hace entonar al piano una dulce melodía que en su mezcla con unas guitarras de connotaciones funkys y la batería electrónica crean un estado sonico pegadizo, una melodía relajada, cantada con calma, suavidad y falsetes en un estribillo en el que brilla vocalmente la bellísima voz del duque, un bonito tema que habla de religión, y que años después el cantante reconoció como una llamada de auxilio, un tema que en esencia era el precedente de los días mas oscuros que estaban por llegar.
El lado B del disco da comienzo con los bailables y tarareables "Oh oh oh oh" y los sonidos Funkysouleros heredados de "Young Americans", "TVC15" se trata de un extremo tema de elevada tensión lisergica y piano clásico de fondo arropado por palmas que dan un bailable aire disco al corte, un saxo que quiere acercarse al jazz redondea un tema de una densidad sónica luminosa y extraña que funciona como un tiro del polvo que tan presente esta en el disco.
Según Carlos Alomar "Stay" con su frenético riff funky fue grabada bajo un frenesí de coca, el resultado un tema de excesos sonoros que contagia toxicidad y que en mi opinión resulta demasiado elaborado y largo.
Y el disco termina con la deliciosa "Wild Is The Wind", un soul transformado en un tema intemporal y ecléctico, cantado de forma magistral por Bowie, único no compuesto por el y que le embrujo tras conocer a Nina Simone y escuchar la celestial lectura que ella hacía con el piano de por medio de esta Obra Maestra soberana del soul escrita por Ned Washington y Dimitri Tiomkin; David Bowie firma una elegante y limpia versión que calma corazones y enerva los pelos en una suerte de carne de gallina que emociona y excita, una versión impresionante, bella, fría y distante.
Bonito vinilo, con portada en blanco y negro que fija un momento de la película de Roeg y que fue inmortalizada por el famoso fotógrafo Steve Shapiro.
Tránsito y nexo de unión a la vez entre los momentos mas americanos de locura soulera y noches de discoteca a ritmo de funky y la oscuridad, el pensamiento metafísico e interiorizado de La Trilogía de Berlin.
Destacado disco, entiendo que de los que ganan con los años, no como otros del genial británico que gozan de mas lustre crítico que este y que en mi opinión dejan, revisitados hoy, bastante que desear desde un punto de vista musical estrictamente.
Buen fin de semana a todos!!!
Reseña publicada en el día de hoy en el blog La Comunidad del FFVinilo, para acceder a la misma simplemente pinchar el enlace:
http://ffvinilo.blogspot.com.es/2014/02/david-bowie-station-to-station-1976.html
Mi mejor comentario es el silencio. Cualquier cosa q diga lo podria manchar. Lo siento pero esto es demasiado para mi. Me voy al lavabo a llorar....
ResponderEliminarA mi también me gusta Bowie y este disco, que hable el girando sobre el plato...es lo mejor camarada.
EliminarAbrazo.
Me gusta este dsico pero me quedo con el Aladine Sane y el Low que lo encorsetan. eso si comparado con Heroes , Lodger, Pin Up sin hablar de las medianias post 90 una obra maestra
ResponderEliminarYo tambien prefiero los anteriores, pero me gusta mas que los de la etapa de Berlin.
EliminarSaludos.
Nunca lo he considerado entre los mejores de Bowie, en mi modesta opinión.
ResponderEliminarUn abrazo!
No de los mejores no es, los discos de Bowie hasta Young Americans son la pera limonera.
EliminarUn abrazo.
Yo sí creo que está entre los mejores de Bowie, es más, lo considera un disco esencial en el futuro devenir no solo de la carrera del Duque Blanco sino de la música de los 70 y hasta los 80. Un verdadero punto de inflexión (aunque no me olvido que a la vuelta de la esquina estaba Low), aquí empieza a cambiar su manera de interpretar, modulando de modos distintos su voz y como apuntas supone el acercamiento a concepciones "europeas" pero aún impregnado de soul y R&B.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me parece un gran disco sin duda, pero los de la primera mitadd de la década me parecen muy grandes... a partir de aquí ya no me interesa tanto.
EliminarUn abrazo.
Un disco que me dice poco, mysuperfriend, bastante poco, aunque tiene algún tema de los que has puesto que me gusta. Abrazo.
ResponderEliminarYa sabes que esto es como los colores, yo insisto que no soporta comparación con los tres o cuatro primeros del duque pero me gusta mas que otros.
EliminarFeliz semana amigo.
Un Abrazo.