Estos son días de balances, para muchos es inevitable dedicar tiempo en este cambio de año en hacer una valoración de sus vidas durante los últimos meses, cierto que esto del cambio de año es, en el fondo una tontería, a efectos prácticos es únicamente el cambio de un número en lo alto del calendario que tras regalo del banco colgamos de la pared de la cocina, o del reverso de la tía en pelotas que tras regalo del bar apretujamos junto a las tarjetas de crédito en la cartera.
Pero tampoco esta mal fijar unos días para detenerse en una cuneta de la carretera de la vida a mirar por el retrovisor y observar los baches en los que has venido metiendo la rueda en los últimos tiempos, los mas listos o avispados seguramente harán buena cuenta de estos para en el continuar de la travesía ser capaces de esquivarlos cuando vuelvan a aparecer, que volverán a aparecer seguro.
Otros en cambio o no se detendrán o terminaran jodiendo la rueda en uno de esos baches, pero cada uno es como es y no se si es posible cambiar ciertas cosas, la verdad es que no lo se.
Yo este año si que me he detenido y he estado observando por el retrovisor esos baches, tras pormenorizado análisis he llegado a algunas conclusiones, eso es bueno, lo malo es que todas estas conclusiones terminan en preguntas, en imprecisiones, en definitiva, en dudas...
El retrovisor me dice una cosa que hace años que se, que entrego mi amistad con demasiada ligereza, no es que me arrepienta de esto, en absoluto, es una opción en la vida que da satisfacciones, pero lo cierto es que da pocas. Lo cierto es que da muchos mas sinsabores que alegrías, muchas mas decepciones que sorpresas, muchos mas disgustos que llevarte al lacrimal que emociones, mas lágrimas amargas que dulces en definitiva.
A veces la entrega de esta amistad se traduce en cariño que expones sin tapujos, otras en mano de obra, bien de sudor o de comprensión en aras de ayudar con tu esfuerzo o tu "estar ahí" a alguien que entiendes que es parte de tu vida, es parte buena y positiva de tu vida...
Esto es genial, "estar ahí", es algo que parte de mi interior, que pertenece a mi ADN, que forma parte de mi sentir y de mi actuar, soy así. Pero a veces no puedes evitar sentir, percibir en el corazón como tus sinceros y honorables pálpitos son respondidos, no con reciprocidad en cuanto a sentimientos, ni siquiera con tibieza, sino en muchas ocasiones con el peor de los pagos, con indiferencia, y es que esta no se corta en mostrar su fría cara, se puede ver, se ve en la pantalla del móvil cuando descubres que no ha sido contestado el último, o los últimos mensajes, en la ventada de LCD del ordenador cuando el único correo nuevo es de una compañía de gas-ciudad, cuando el buzón vuelve a estar vacío y el teléfono mudo...
Lo malo es cuanto un día, como estos días en esta cuneta, te preguntas si merece la pena...y sientes que la formulación de esta pregunta ya te esta dando la contestación a la misma, porque percibes en el corazón que cuando los labios, los labios del cerebro, mucho mas directos e hirientes que los de la boca, mucho mas crueles y sinceros, mucho mas amigos, terminan de pronunciar la palabra "pena", dan al mismo tiempo por contestada la cuestión...-NO.
Y es que la pregunta realmente es una duda, y la duda en demasiadas ocasiones no es sino la antesala del hecho, del hecho consumado, en muchas ocasiones la duda se disfraza de pregunta para actuar ante uno mismo como esos "y medio" que utilizamos en la típica cuenta atrás para hacer mas larga esta, para darle un poco mas de tiempo al destino a que cambie de decisión y nos conceda nuestro deseo, alargar la sensación de esperanza que nos alimenta el espíritu creyendo que ese deseo se va ha hacer realidad, solo necesitamos un poco mas de tiempo, alargar la cuenta atrás con ese uno, dos, dos"y medio"...TRES; el deseo se ha convertido en utopía, y esta es el antónimo de aquel.
Creo que el mismo cometido tiene la pregunta ¿merece la pena?, esta actúa como ese dos"y medio", como ese último intento en que la utopía no se haga la jefa de la situación, de que no haga que metamos la rueda en el bache del camino, el bache que he estado estudiando estos días.
Es hora de continuar el viaje, atrás quedan agujeros en el suelo de este tortuoso camino que es la vida, lleno de baches y lleno también de recodos de encanto inigualable, de amaneceres en el horizonte que hacen que su belleza haga apretarse los órganos del cuerpo en una suerte de emoción que da minutos de vida, que da felicidad, un camino lleno de encuentros felices con seres que rellenan de esperanza en la vida y en el futuro todas las fibras de nuestro ser, lleno de sonidos y olores, lleno de paisajes en las cunetas que revuelven los sentidos...
Creo que estoy preparado para seguir disfrutando de estas cosas que me ofrece el camino, he aprendido a esquivar algunos baches, que también los hay y muchos, y este año tengo unos cuantos por delante que tengo la predisposición de esquivarlos, no me gusta, porque soy de "estar ahí", pero a lo mejor este año, estoy menos...
A lo mejor no hago caso de la duda porque esta es en demasiadas ocasiones la antesala del hecho...
Que tengáis buena y feliz travesía amigos...
Pero tampoco esta mal fijar unos días para detenerse en una cuneta de la carretera de la vida a mirar por el retrovisor y observar los baches en los que has venido metiendo la rueda en los últimos tiempos, los mas listos o avispados seguramente harán buena cuenta de estos para en el continuar de la travesía ser capaces de esquivarlos cuando vuelvan a aparecer, que volverán a aparecer seguro.
Otros en cambio o no se detendrán o terminaran jodiendo la rueda en uno de esos baches, pero cada uno es como es y no se si es posible cambiar ciertas cosas, la verdad es que no lo se.
Yo este año si que me he detenido y he estado observando por el retrovisor esos baches, tras pormenorizado análisis he llegado a algunas conclusiones, eso es bueno, lo malo es que todas estas conclusiones terminan en preguntas, en imprecisiones, en definitiva, en dudas...
El retrovisor me dice una cosa que hace años que se, que entrego mi amistad con demasiada ligereza, no es que me arrepienta de esto, en absoluto, es una opción en la vida que da satisfacciones, pero lo cierto es que da pocas. Lo cierto es que da muchos mas sinsabores que alegrías, muchas mas decepciones que sorpresas, muchos mas disgustos que llevarte al lacrimal que emociones, mas lágrimas amargas que dulces en definitiva.
A veces la entrega de esta amistad se traduce en cariño que expones sin tapujos, otras en mano de obra, bien de sudor o de comprensión en aras de ayudar con tu esfuerzo o tu "estar ahí" a alguien que entiendes que es parte de tu vida, es parte buena y positiva de tu vida...
Esto es genial, "estar ahí", es algo que parte de mi interior, que pertenece a mi ADN, que forma parte de mi sentir y de mi actuar, soy así. Pero a veces no puedes evitar sentir, percibir en el corazón como tus sinceros y honorables pálpitos son respondidos, no con reciprocidad en cuanto a sentimientos, ni siquiera con tibieza, sino en muchas ocasiones con el peor de los pagos, con indiferencia, y es que esta no se corta en mostrar su fría cara, se puede ver, se ve en la pantalla del móvil cuando descubres que no ha sido contestado el último, o los últimos mensajes, en la ventada de LCD del ordenador cuando el único correo nuevo es de una compañía de gas-ciudad, cuando el buzón vuelve a estar vacío y el teléfono mudo...
Lo malo es cuanto un día, como estos días en esta cuneta, te preguntas si merece la pena...y sientes que la formulación de esta pregunta ya te esta dando la contestación a la misma, porque percibes en el corazón que cuando los labios, los labios del cerebro, mucho mas directos e hirientes que los de la boca, mucho mas crueles y sinceros, mucho mas amigos, terminan de pronunciar la palabra "pena", dan al mismo tiempo por contestada la cuestión...-NO.
Y es que la pregunta realmente es una duda, y la duda en demasiadas ocasiones no es sino la antesala del hecho, del hecho consumado, en muchas ocasiones la duda se disfraza de pregunta para actuar ante uno mismo como esos "y medio" que utilizamos en la típica cuenta atrás para hacer mas larga esta, para darle un poco mas de tiempo al destino a que cambie de decisión y nos conceda nuestro deseo, alargar la sensación de esperanza que nos alimenta el espíritu creyendo que ese deseo se va ha hacer realidad, solo necesitamos un poco mas de tiempo, alargar la cuenta atrás con ese uno, dos, dos"y medio"...TRES; el deseo se ha convertido en utopía, y esta es el antónimo de aquel.
Es hora de continuar el viaje, atrás quedan agujeros en el suelo de este tortuoso camino que es la vida, lleno de baches y lleno también de recodos de encanto inigualable, de amaneceres en el horizonte que hacen que su belleza haga apretarse los órganos del cuerpo en una suerte de emoción que da minutos de vida, que da felicidad, un camino lleno de encuentros felices con seres que rellenan de esperanza en la vida y en el futuro todas las fibras de nuestro ser, lleno de sonidos y olores, lleno de paisajes en las cunetas que revuelven los sentidos...
Creo que estoy preparado para seguir disfrutando de estas cosas que me ofrece el camino, he aprendido a esquivar algunos baches, que también los hay y muchos, y este año tengo unos cuantos por delante que tengo la predisposición de esquivarlos, no me gusta, porque soy de "estar ahí", pero a lo mejor este año, estoy menos...
A lo mejor no hago caso de la duda porque esta es en demasiadas ocasiones la antesala del hecho...
Que tengáis buena y feliz travesía amigos...
Lo mismo para ti Addi, te deseo lo mejor del mundo en este y todos los años de tu vida y estoy segura de que siempre estaras acompañado de buena gente, las decepciones son parte de la vida, como dice un buen amigo mio, ando mas ligero desde que limpié la agenda...y yo espero estar siempre en ella.
ResponderEliminarBesos a montón
Creo Carol que lleva razón tu amigo, me da un poco de miedo la limpia de mi agenda pero creo que ha llegado el momento y espero caminar mas ligero en un futuro próximo.
EliminarBesos a ti también.