Eso sienten mis huesos con la escucha de este disco de los valencianos de extrabagante nombre: Uzzhuaia, ganas de hacer mover al resto del cuerpo, de desconectar con mi cerebro, que el pobre tiene complejo de viejo, y demostrarle que si los huesos resisten la juventud aún puede hacerse valer a golpe de meneo pélvico y giro sobre los talones, espoleado el esqueleto por las guitarras indómitas y los ritmos vivos y decididos de las canciones que rellenan ese pack de fiesta rockera que es este fenomenal "Santos & Diablos".
Apenas conocía a esta banda hace un año, pero por extraños vericuetos llegue a su anterior disco "13 Veces por Minuto", y tras disfrutarlo como un adolescente entachuelado y encuerado, la publicación de este último trabajo no me pillo a pie cambiado, todo lo contrario, me cogió preparado para la recepción del mismo y atacarle yo a él antes que el me atacara a mi, la mejor defensa...
Y es que una defensa como esta invita a dejar desguarnecidas las almenas, retirar el refuerzo y retrasar la guardia dejando que la misma se despiste...¡dejarse invadir vaya!, permitir que las huestes hardrockeras de fluida melodía que forman, como un ejercito de distorsionada equipación de artilleria, los doce temas que conforman la ultima colección de Uzzhuaia tomen posesiones estrategicas y se hagan con la situación de mi corazón, que desparramen por mis terminaciones nerviosas sus textos empapados de intencionalidad y actitud rockera, que me inyecten en los vasos sanguíneos esa juventud que late a cada golpe de batería a cada linea de bajo a cada inflexión vocal.
Cuando el Hard-Rock sale adelante y sobrevive a la mezcolanza de sus señas sónicas de identidad con la fluidez melódica mas propia de otros géneros mas onerosos, y lo hace sin perder su razón de ser, sin perder su personalidad ni su dignidad, nos encontramos ante un ejercicio de merito titánico, pues es la demostración de que poder y belleza pueden convivir y hacer, además, buena pareja, por lo menos buenas migas.
En este disco nos encontramos todo esto, temas de fluido recorrido melódico, cuyas lineas vuelan hasta tu interior sin que nada ni nadie pueda detenerlas, creando un cetro en tu interior en el que poco a poco se hacen fuertes unos temas incisivos, guitarretos y melódicos que traen interesantes y variados textos.
En "El Solitario" nos hablan de un músico venido a menos, y lo hacen desde un ritmo endiablado que parece conducido por el mismísimo diablo que persigue a un alma condenada que huye del fatal cumplimiento de su parte del trato.
Estribillo de los que se escarifican en tu cerebro y sesión de toma y dale rítmico en la hilarante y expitosa "Una Historia que Contar", que anuncia lo que el disco que ella abre esta a punto de ofrecernos.
Un comienzo que engaña al parecer "Fugitivos" mas un dogmático medio tiempo cantautoril, que otra cosa, pero que pronto crea una farragosa estructura de guitarras que actúan sin piedad contra una melodía mucho mas delicada de lo que las cuerdas de acero nos quieren hacer creer, pero es que el resultado convence, y el tema transcurre como un patín nuevo sobre una pista de hielo aún virgen.
Clásico Hard-Rock del de toda la vida en el violento tema que da nombre al disco, letra intencionada y vocalidad de enérgico convencimiento y arrogante actitud, tan clásica como imprescindible.
"Directo al Mar" tampoco tiene vocación de cambiar el mundo, se concentra en ser un hard-rock sincero y de guitarras directas al objetivo, el corazón del oyente, y ritmo de vertiginoso latido, punteo heavy ochentero y... señoras y señores a bailar, cabeza arriba, cabeza abajo...
Seguimos bailando, ahora un poco menos dados al "Air-guitar" y mas a mover caderas por exigencia de un melódico e incluso dulce estribillo, nos seguimos divirtiendo como auténticos niños en un charco gracias a este "Latidos".
Mas serias e introvertidas, pero no inferiores, con enorme mensaje textual, y misma actitud sónica hacen su aparición "El Resplandor" y la poderosa "Bailaras en el Infierno", un tema que no se casa con nadie, con nadie.
En "Cicatriz" la presencia de una acústica nos sorprende pero funciona, pues es la cobertura perfecta a una melodía popera de líricas inflexiones y canto menos crispado, estribillo mas comprensivo, un momento para el relax del espíritu y de las rodillas y caderas...
Y nos dicen adiós con una metafísica "1975", como a medio camino tanto textual como sónicamente de varios estilos es una perfecta despedida en la que nos preguntan si somos capaces de cruzar el puente entre las llamas, y alcanzar la claridad, y pensar que nada te puede parar...
¡Joder con la preguntita!, no si después de lo bien que lo hemos pasado con el rock and roll cañero y duro de toda la vida nos van a dejar pensativos y profundos...estos tíos valen lo miso para un roto que para un descosido.
He disfrutado de lo lindo, se ha bailado y se ha practicado Air-Guitar...¡Vamos a repetir que aun no entro al curro...!
Los conozco personalmente a algunos, buena gente. En directo son una apisonadora, my friend. Tengo ganas de oir el disco con detenimiento. Fuerte abrazo.
ResponderEliminarEstuvieron tocando por aquí el otro día con brillantes resultados, el disco es dinamita, melódica dinamita diría yo, en Valencia tenéis una cantera, que coño una mina de oro.
EliminarFuerte abrazo amigo.
Menudo pelotazo, tío. Esto suena de escándalo.
ResponderEliminarUn abrazo!
Ya te digo, suenan de miedo, a cuando el rock duro era grande.
EliminarAbrazo grande.