Siempre he sostenido que los melómanos somos, además de melómanos, coleccionistas... Coleccionistas de discos se entiende, y si como es mi caso, esa argamasa que forman la melomanía y el afán coleccionista se hace fuerte y crea poso en tu interior ya estás perdido. Pues al dúo inicial de características es necesario añadirle una tercera: el frikismo.
Que nadie se sienta aludido, hablo exclusivamente de mi. Yo, lo confieso, puedo llegar, movido por la fiebre melomanocoleccionista a realizar compras tan freaky como muchos habréis pensado que es la del disco que hoy ocupa este espacio.
Pero lo que ocurre es, en mi humilde parecer, lo siguiente: el coleccionista no se centra únicamente en el objetivo intrínseco del articulo a coleccionar, me explico, un disco es un soporte que contiene música en su interior, lo lógico sería pensar que ese fin, la escucha de la música que oferta el mencionado vinilo, fuese el fin último de la compra y su ulterior colección. ¡Pues no!, en la adquisición de un disco de vinilo están, o pueden estar, presentes varios factores como la belleza del hardward del disco, dejando aparte su software, una edición especial que lo haga valioso o, como en este caso, motivos puramente sentimentales o nostálgicos de tiempos, no diré mas felices, pero si mas jóvenes, mas lozanos y mas inocentes.
Muchos recordarán, en especial para los que superen la cuarentena y recuerden el fenómeno fan vivido en torno a esta banda, Spandau Ballet, que aún no lo he dicho y Duran-Duran, consistente en la enconada y femenina contienda que sostuvieron las adolescentes de la época, enfrentadas en torno a imponer la supremacía en cuanto a belleza y guapismo de los miembros de uno u otro grupo, según gustos particulares de cada fémina, cuestión que sospecho que nunca llegó a ser resuelta.
Lo digo porque no pienso permitir que se ponga en duda la mas que probada masculinidad de la que un servidor hacía gala en sus lozanos y testosterónicos 13 años, a pesar de que, tengo que confesarlo, esta afición por los hermanos Kemp y compañía no decía mucho a mi favor sobre este particular.
Pero lo cierto es que me gustaba la música de estos tíos, no me preguntéis porque me gustaban estos sujetos a la vez de ser fan convencido y ciego de Miguel Rios, Loquillo, Radio Futura, Gabinete o Golpes Bajos en lo que al panorama patrio se refiere y de The Police, Elton John o The Beatles en lo que al internacional respecta... pero me gustaban, me encendían y me ponían a tono en cuestiones románticas sin hacerme sentir una nenaza...¡Joder como tenía el tarro servidor!!!
Tras abrasar la casette de "True", anterior entrega de los londinenses, que barrió gracias a perlas como "True" o "Gold", esperaba con impaciencia la aparición del nuevo material del grupo. Sonaba en FMs y en los inefables video-clips el adelanto al álbum, un single que no dejó de sonar aquel verano de 1984: "Only When You Leave", hasta que finalmente apareció el elepé.
Me pilló de vacaciones con mi familia, en concreto me pilló en Riaza, maravillosa localidad Segoviana, donde además de la mas deliciosa compañía familiar que uno pueda desear se come el mejor cordero del mundo, y allí, entre primos y asados adquirí la cinta que contenía el último de los Spandau..¡Y como lo disfruté...!, ¡Cuantos cientos de veces lo escuche, lo rebobine y lo volví a escuchar!, ¡grabe todos los video clips en vídeo (Beta por cierto)!, que lo viví como se vivían los discos cuando se es adolescente.
Los años fueron pasando y me trajeron a Stones, a Creedence, a Who, a Zeppelin, a Robert Johnson a Dylan... resumiendo, que los pobres Spandau Ballet fueron quedándose olvidados en mi melomanía y sus cassettes dedicaron su existencia a coleccionar polvo en la balda de las cintas, cada vez mas denostada ante la nueva y emergente de los vinilos y Cds.
No es de extrañar que hace unos meses, mientras rebuscaba entre vinilos de segunda mano en el puesto de mi compadre en la Plaza Nueva Bilbaína, en una mañana fría pero soleada de domingo, algo se rompiera en mi interior al tropezarme con la portada de aquel "Parade", que hace casi treinta años, me hizo vibrar y disfrutar como un enano...¡Joder!!!, mira lo que hay aquí...el "Parade" de los Spandau - le dije a mi hermano que me acompañaba aquella mañana, - ¡que recuerdos! y como me gustaban estos tíos, no se porque, nunca lo supe, pero como me gustaban...
Pregunte el precio, no os lo vais a creer, me lo dejaba por 1,50 €, no lo pensé ni una décima de segundo, ¡A la saca!, creo recordar que con algo de Carole King...
No lo pinché, aunque me encanta mirarlo, es un muy bonito la verdad, lo estoy escuchando ahora y es increíble lo bien que suena, no tiene ni una cicatriz su castigada piel de vinilo, ni un salto perjudica el popero latido de su corazón...y ¿Sabéis que???, que no esta mal, no suena tan horroroso como me temía, es bonito, un pelín cursi, una pizca amanerado y un poco mojigato, pero bonito.
Una ochentera batería da el pistoletazo de salida y es secundada por una ronca pero inofensiva guitarra, hermosa la voz de barítono de Tony Hadley empieza a desfilar por los llanos y soleados caminos de la melodía, famosa, remembrante de "Only When You Leave".
"Highly Strung" es la siguiente, creo recordar que fue el segundo single del disco, otra vez una guitarra ronca y de intención apagada por la seca y anticlimática sonoridad de la batería electrónica que anula cualquier posibilidad de fuerza intrínseca del tema, que aún así está dotado de un estribillo que pretende dar cierto toque de rock a un entorno pop, pero elegante y trabajado.
A esto se le llamó funk blanco y nunca entendí porque, ahora veo que algo de funky si que hay en estos temas que traen ciertas notas ácidas, como de local nocturno de dudosa moralidad en los bajos fondos de la ciudad...
"I'll Fly For You", esta la recuerdo perfectamente, era mi favorita, hoy la veo hortera y edulcorada hasta el exceso, el ataque de diabetes está al acecho, saxo cálido a lo Papetti, timbales y plañidero cantar, con un piano haciendo la cobertura, mejor pasamos a otra...
La primera cara se cierra con la cañera "The Nature of The Beast", un tema de agresivo piano, que quiere y como quiere puede, a pesar de una línea melódica anodina y un saxo nuevamente azucarado hasta el ataque y unos sintetizadores que crean un enmarañado muro de sonido, pero el tema lo intenta y es divertido.
La cara B se abre con "Revenge for Love", palpitante tema, de tesitura funky, con guitarras intencionadas y ritmo vivo que da el pego mas que sobradamente, escuchada hoy, posiblemente el mejor corte del disco.
"Always in the Back of My Mind" es otro tema amable de chillonas guitarras y tenue melodía de digerible paso por los tímpanos, inofensivo y decente corte que da paso a la mas pesada y recogida canción del elepé, "With The Pride", mas fuerte melódicamente, cuenta con un estribillo mas rockero que no puede evitar caer en una dulce carencia, compitiendo por ser la mejor del lote.
Se cierra el disco con la ochentera y prescindible "Round and Round", un tema como de juguete, con unos teclados de tómbola de feria o máquina tragaperras, no tiene ningún interés este empalagoso y cursi corte.
No obstante me alegra haber escrito esta reseña, no es malo de vez en cuando dejarse llevar por la nostalgia y dejar que la mentirosa memoria nos lleve por los caminos que nuestro inconsciente quiere (o necesita), que recorramos para sentirnos en paz con nosotros y con nuestro pasado.
No es cierto aquello de que Cualquier tiempo pasado fue mejor, y la escucha de este disco, aunque mejor de lo que me esperaba, me demuestra que en algo hemos mejorado.
Este post lo podéis encontrar también en ESTE enlace correspondiente al fantástico blog La Comunidad de #FFVinilo, en el que tengo el orgullo de participar cada martes.
Pinchando en cada enlace podéis acceder tanto a mi última entrada, la presente como a otras, mas brillantes ciertamente, pinchando en el general, os gustará el blog.
Saludos a todos.
Gracias por reconocer que en su día te gustaron... Todos tenemos ocultos pecados de juventud que se transforman en nostálgicos recuerdos con los años. Los Spandau Ballet son uno de los mios... y unas piernas cobrizas, y un hostal en el centro de Vigo, y un cuartel en lo alto de un monte, siempre esperando que todo se pusiera en su sitio, aunque nunca sucede.
ResponderEliminarBueno Addi, cuando cayó en mis manos aquella cinta de los Spandau "Through the Barricades" me dió un vuelco el corazón, ni sé la de veces que le dí vuelta y vuelta, me volvía loca la voz de Gary Kemp, y ahora mismo me estoy escuchando la canción que da nombre al album, que coño, esto escuchamos, y Duran Duran y peores cosas jajaja, pero formaron parte de nuestros 80, y queda algo, una especie de poso, que cuando resurge nos hace sonreir.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Sin lugar a dudas,la mejor entrada que he leido en tiempo. Magistral....!!. Yo en aquellos tiempos era un fundamentalista del rock y para mi el tecno y el nuevoromantcismo eran motivo suficiente para gasear a todos sus fan. Luche contra los Chichos y sus secuelas contra los Depeche 's y sus amigos etc, etc. Pero insisto una entrada mitica que pienso compartir, como ejemplo de maestria bloguera. Una obra de arte
ResponderEliminarExcelente Addi
ResponderEliminarMe acuerdo de esa rivalidad entre los heavies y los pijos, que tiempos, eso era algo divertido y ridículo al mismo tiempo. Todo ese integrismo rockero era un poco patético, yo al poco tiempo ya empecé con el Boss o Neil Young, aunque siguiera con Van Halen o Scorpions. Me acuerdo de un colega heavy que me confesó en voz muy bajita para que no le oyera nadie, que a él le gustaba también Janis Joplin, pero que no se lo dijera a los colegas de su barrio.
ResponderEliminarYo compaginé en su época a Gary Moore con Frankie Goes To Hollywood, pero Relax y demás no es ni de lejos lo más friki que puedo tener. Tengo hasta discos infantiles de uno de mis ídolos, B.B. King, y me costaron su dinero y tiempo conseguirlos.
Por lo demás, está bien y es de valientes reconocer cosas aunque pueda resultar una broma para otros. La verdad es que no tengo opinión de Spandau Ballet o Duran Duran, ni me gustan ni me disgustan, pero reconozco que tienen calidad y clase. Yo antes de AC/DC y todo eso lo primero que tuve en mis manos fue un vinilo con las canciones de Heidi que me regalaron unos reyes cuando era un retaco, y lo primero que me compré fue el primero de Mecano, típica cinta de cassette de mercadillo calé. Y así hasta que un amigo me llevó a otra vida y prácticamente me obligó a escuchar a AC/DC. El Back In Black borró de mi cerebro el disco del reloj y casi cualquier otra cosa, acabé usando la cinta para intentar grabar una psicofonía con unos colegas, fue un fracaso.
Saludos.
A mí también me gustaron en una determinada época. Pero se me pasó pronto, jeje.
ResponderEliminarBuen recuerdo, amigo.
Un abrazo!
Josanpero: Gracias a ti por el comentario, precioso, dignifica mi entrada.
ResponderEliminarBuena semana. y un afectuoso saludo.
Carol: No imagino con 13 y cantando a los Spandau, jajajaja...con lo "dura" que eres ahora jejeje
Es cierto, eran los ochenta y nosotros adolescentes que aprendíamos de estos tíos, hoy son un recuerdo, un bonito recuerdo eso si.
Besos y feliz semana.
Jose: Hombre con esas palabras me haces sentir pudor amigo, exageras un poco hombre, me he divertido escribiendola eso si...
Moló aquella época de Spandau y Durna y Culture Club y todo aquello.
Muchas gracias y buena semana tío.
Emi: Muchas gracias capi, me alegra que te haya agradado.
Salud y buena semana.
Gonzalo: Es cierto que hoy aquella rivalidad fraticida la recuerdas como algo un tanto ridículo, pero las cosas no llegaban a mayores nunca...
Yo combine de todo en aquellos tiempos, pues Baron Rojo y Leño estabán entre mis favoritos también, pero incluso Kortatu y La Polla...
Un auténtico pupurri vaya...
Gracias por el comentario, abrazos y feliz semana.
Evánder: Era lo que tocaba tío, yo creo que el que mas y el que menos pasamos por allí, jajajaja
Un fuerte abrazo y que tengas una buena semana.
Yo continúo pensando que tenían algunas buenas canciones, especialmente algunas de las primeras como "To Cut a Long Story Short" o "The Freeze". Un post muy valiente, como es mi grandfriend. Abrazo.
ResponderEliminarjohnny: Aquel "To Cut a Long Story Short" era y es un tecno muy guapo, melódico, bailable y con fuerza, en aquel disco tenian otra muy comercial pero que molaba que creo recordar se titulaba "Muscle Bound", la voy a buscar.
ResponderEliminarHay que reconocer los pecadillos de juventud Johnny...no siempre hemos sido selector rockeros jajaja...
Un fuerte abrazo colega.