Ciertamente lo estoy intentando, lo estoy intentando por ellos, porque siempre me ha encantado la música de los hijos de Jim Dickinson, lo estoy intentando porque el año pasado vibre con su actuación en el escenario pequeño del ARF, lo estoy intentando porque me caen bien, porque su padre era un Dios mitológico y desde el mas allá querrá hablar con orgullo de sus vástagos, babear mientras comenta como, sin saber en que momento ocurrió, un día se dio cuenta de que le habían superado en habilidades artísticas...
Sigo
insistiendo, porque es que además tienen un ramillete de discos
realmente excelentes y no quiero que la racha pare, y no quiero
rendirme porque su anterior álbum, "The Keys of The Kingdom"
me parece un disco fabuloso y emocionante.
Y
pienso seguir dándole caña al material porque el próximo día 11 de
octubre me reencuentro con ellos en directo y quiero que me vuelvan
ha hacer palpitar de emoción, y que sus nuevos temas traspasen mi
piel y se queden temblando de forma intercutánea durante una noche
de gozo mágico y brujo, y volver a sentir con ellos el calor que
produce en las tripas la convinación maldita de blues y alcohol a
partes iguales...
Pero
sobre todo quiero seguir intentándolo por mi, si, ya se que es
egoísta, pero que le voy ha hacer, necesito que me guste este disco,
había mucha ilusión depositada en el, muchas ganas de encontrarme
cara a oreja con su contenido, muchos preánvulos al sueño
especulando sobre como sería, si tendría incluida alguna versión, si
sería mas blussero que tal o cual trabajo pretérito...Necesito que
me guste este disco porque amo la música de NMAS, porque amo el
southern Rock, porque no puedo encajar una decepción, no me
decepcionéis tíos...
Pero
lo cierto es que cada escucha, incluida la que ahora mismo esta
torpedeando mis oídos mientras tecleo esta reseña con los ojos
consternados de pena, no hace que me sienta mas animado, todo lo
contrario, no consigo comprender los propósitos ocultos que han
motivado la forma definitiva que los hermanos Dickinson han decidido
dar a este esperado disco que responde al titulo de "World
Boogie Is Coming".
Pero
vallamos por partes, intentemos que el exceso de emotividad no
enrede mis palabras con la onda expansiva de mi corazón y podamos
ser claros y justos con este trabajo que de momento me esta
decepcionando.
Cuenta
con la colaboración de un buen numero de grandes artistas, lo que no
esta ni bien ni mal, pero siempre resulta atractivo ver como artistas
importantes aportan en trabajos ajenos y se ponen a las ordenes de
camaradas y a la vez rivales, mas si estos artistas tienen nombres
como: Robert Plant, Duwaine Burnside o Alvin Youngblood Hart. Otra decepción supone la no presencia del gran Chris Chew, aunque según parece son problemas de salud los que le mantienen alejado de la banda al fantástico bajista sureño.
Y comienza el disco, con una sensacional y pantanosa pieza instrumental: "JR", ardiente, calentada por la fogosa sonoridad de una armónica que deja caer su maldición entre una nebulosa sónica de tremendo impacto, buen comienzo, buenísimo. En "Goat Meat" en cambio hay algo que no funciona, al menos a mi no me encaja en la moyera, nada melódica y estilístamente en la ambigüedad y se me hace pesada, rutinaria y aburrida, y lo es, en mi opinión por no dar con la tecla instrumental adecuada, primer sinsabor.
"Rollin 'n Tumblin" es un blues internacional, mil veces versionado y popularizado principalmente por Muddy Waters, aquí simplemente no entiendo el concepto que utilizan los hermanos Dickinson, pretendiendo dar al tema una sonoridad moderna que no le va, que creo que no le aporta nada al sentir de la melodía mucho mas dura e inflexible que otros temas, este es un tema que no se adapta con facilidad, un tema rígido y todos estos efectos de estudio, simplemente opino, que no le van para nada al tema. "Boogie" es un tema que comienza con una guitarra nerviosa que suena a eso, a Boogie, y esta bien, pero tanto la vocalidad como el tempo utilizado es excesivamente saltarín, nervioso, que no camina en la misma dirección que el alma del tema, y esos desvaríos no funcionan, progresivamente el tema va fraguando en los oídos y termina resultando coherente, que ya es bastante.
"Snake Drive" es una jarana y como tal la afronta la banda, es un gran tema, que duda cabe y en cuanto a vivirlo, lo viven como se debe vivir, pero el aire Funky no le viene bien, o eso, o es que a mi el funky no me gusta, pero la versión intenta algo que quizás funcione en otros oídos, en los míos no. El que si me gusta es "Meet Me in the City", armónico y sensual en su trancurrir melodico y sonoro, acertado en el ritmo y en la interpretación vocal, es un tema con una aportación coral hermosa, discreta y sutil, un buen tema y lo mismo debo decir de "Turn Up Satan", oscura, densa y amenazante, humeante como las calderas del hogar del protagonista del tema, de lo mejor del disco.
"Shimmy" me parece aburrida y además un batiburrillo sónico sin demasiado sentido, instrumental totalmente prescindible en el disco, y hasta ahora el gran Luther apenas nos ha abrasado los oídos con sus cuerdas bluseras, ¿A que espera?...Se empalma con "My Babe", ligera y breve que hace de nexo para esa especie de marcha militar que es la indescriptible "Granny, Does Your Dog Bite", tema que despista y cuya incursión tampoco termino de entender, la guerra de secesión en el último de NMAS.
Loopins y efectos sonoros para este boogie de modernas intenciones sonicas y buen funcionamiento a pesar de todo, y lo que esta claro es que los Dickinson hacen un ejercicio de rejuvenecimiento del género que también es justo reconocer y que en este "World Boogie" saldan con un éxito parcial, pero definitivo.
"Goin' To Brownsville", demuestra una vez mas que es en los sonidos que reptan desde los humedales del blues donde mejor funciona esta banda, y aunque también crean un concepto diferente para la interpretación de este clásico de John Estes, la valentía en esta ocasión tiene un justo y merecido premio logrando una novedosa y efectista versión del tema que popularizó Ry Cooder, aquí nos olvidamos de aquella mítica versión para sumergirnos en la oferta que nos hace Luther y Cody y que no podemos rechazar. Ritmo vivo, Boogie-blues a lo Lee Hooker en una de las visiones mas clásicas que ofrece este trabajo, dentro de los parámetros ortodoxos se desenvuelve este buen y entretenido tema que invita a darle justo castigo a las caderas, sometiéndolas a un baile reconciliador con el álbum.
Buen tema "Jumper on The Line", aunque a un servidor esos mas de diez minutos se le hacen excesivos, y eso es un problema, pues al tratarse de un boogie, nuevamente a lo Lee Hooker, la rutina se adueña de la situación e irremediablemente hace que la concentración vuele y busque soles mas cálidos, una lastima, pues es un tema seminalmente mas que aceptable.
Y únicamente queda una despedida a modo de documento sonoro de irrelevante interés a modo de despedida.
Un disco que crea en quien suscribe una confusión de la que no logra escabullirse por mas que lo intenta y que no resulta cómoda a la hora de intentar disfrutar de unos cortes, que en otras circunstancias hubiesen sido al menos disfrutables, melodías mas bordeadas, sonido mas clásico, con incursiones de modernismo mas atenuadas y sutiles y una mayor actuación guitarrera a modo: "marca de la casa" creo que hubiesen hecho de este disco un producto mas coherente y redondo, aunque, eso es cierto, menos ambicioso y tirao p'alante.
No puedo evitar sentirme un pelín indefenso ante la escucha de un disco que quiere y no puede, que juega a ser y pierde la baza de la musicalidad apostando demasiados amarracos a la carta de la evolución moderna.
Tiene por supuesto aciertos parciales, como corresponde a tan talentosos músicos como son los hermanos Dickinson, pero los, digamos: no aciertos, al menos logran un empate, que al serles fuera de casa tiene sabor a victoria.
Seguiremos intentándolo y tal vez, un día de estos tengo que rectificar alguno de los argumentos aquí expuestos, lo haré encantado, ojala lo haga.
Esta entrada la podéis encontrar en mi espacio de Zeppelin Rock Sabbath en la etiqueta Bajo la Luz del Flexo, y os paseaís por allí, verési lo que es bueno...
Pues suscribo palabara a palabra lo que dices. Para mi es una pequeña decepcion este disco que esperaba con muchas ganas. Creo que esta gente podrian reventarnos con un discazo, y se han quedado a medias. Pero seguiremos esperando sus discos, en solitario o en grupo, calidad tienen a raudales.
ResponderEliminarun saludo,
RAFA: Es una pena, pero el disco es fallido o si lo prefieres equivocado, pero seguro que vuelven con algo grande enseguida y luego haber como lo llevan al escenario que esa es otra, yo creo que en escena igual flipamos.
ResponderEliminarSaludos.
Todavía no lo escuché ya que ando fatal de tiempo últimamente.
ResponderEliminarLa verdad es que me dejas sin habla. No me puedo creer que esta gente deje un sabor amargo con la calidad que atesoran. A ver qué tal me sienta a mí. Miedo me da...
Saludos.
Pues como no tengo ni idea de esta gente, me fiaré de tu inestimable opinión.
ResponderEliminarUn abrazo!
ROCKLAND: Hombre no es mas que mi opinión, he leído buenas críticas también, aunque ninguna entusiasta, lo mejor que en cuanto puedas le eches una oida y ojalá estés en descuerdo conmigo y lo disfrutes.
ResponderEliminarUn Saludo.
Evánder: Amigo mio, es una gran banda, te lo garantizo, alguno de sus discos son la pera, te los recomiendo sin ninguna duda, pero este último me parece una decepción.
ResponderEliminarSaludos
Yo no acabo de estar de acuerdo, a mi me parece un muy buen disco ciertamente...No el disco del año pero si una obra destacable...
ResponderEliminarEdu Chinaski: Hola edu, un placer verte por aquí, ya sabes lo de los gustos y los pareceres, no digo tampoco que sea un mal disco, pero si que esta equivocado, de todas formas espero que con tiempo y escuchas termine entrándome, y así disfrutare mas el mes que viene en el bolo.
ResponderEliminarSaludos.