Musicalmente Minneapolis se
relaciona con Prince, evidéntemente, el allí tiene su
princesado y es mundialmente sabido que en esta ciudad dio sus
primeros pasos el discutido e indiscutible genio purpureo.
También The
Replacements pasearon sus díscolos y evasivos huesos por
esta, su ciudad, aunque sus pasos dejaron menos huella en el
congelado hormigón de las calzadas de la metrópolis, esparciendo su
efervescencia por todo el país.
A
unos kilómetros de allí, hablando ya de la rural concepción que
sufre el estado de Minnesotta, se encuentra Duluth,
famosa localidad por ser la elegida por la providencia para ver nacer
a otro genio discutido e indiscutible, el bardo judío, ese genio que
cuanto mas ha huido de su propia genialidad mas se ha pegado esta a
su espalda, mas ha contaminado su cerebro y mas ha impregnado la
conciencia del mundo de esta realidad tan evidente para muchos como
discutible para algunos y opresiva para este trovador que asfixiado,
repta su grandeza por los pavimentos de medio mundo, perseguido por
la gloria, una gloria que Bob Dylan, porque si, hablamos
de Bob Dylan, no desea ni ha deseado nunca.
¡Joder,
que grandeza!!!, casi agobia tanto glamour, tanto
denso y viscoso glamour...pues menos mal que se trata de un estado
rural, un estado de gentes sencillas, cultas y educadas, gentes
luchadoras, de vida tranquila que discurre entre los fríos del
invierno y las gemas que la tierra les ofrece por medio de sus
praderas dedicadas a la agricultura y sus minas.
La
tierra de los mil lagos, zona de helada belleza, donde los arboles de
los bosques aurales se reflejan como una dama coqueta en los espejos
de cualquiera de esos silenciosos lagos cuyas congeladas aguas
rellenan de bella luz color plomo las retinas de los visitantes y el
orgullo patrio de los nativos.
En
este entorno nacen y crecen dos genios de introvertido carácter que
aúnan música y personalidad en una suerte de coctel de delicado
sabor, sublime textura y genial espirituosidad, que no obstante nunca
logra superar en presencia en las barras de los bares al siempre
socorrido y refrescante Cuba-libre o al firme y
temperamental Gin-tonic, mucho menos elaborados pero
mas "de andar por casa", mas dados al paladar
del cliente medio, aquel que agotado, sediento y en ocasiones
frustrado llega al bar dispuesto a disfrutar de una dosis de
frivolidad contenida, de diversión y búsqueda de la energía
perdida en tragos cortos, nunca de mas de 4 minutos.
Estos
convinados refrescantes que tienen como virtud la concentración de
elementos revitalizantes, energéticos y vitamínicos sin perder la
suave textura y el dulce y sabroso masaje que al paladar prodigan a
su paso hacia el gaznate es lo que tienen otros nativos de Minnesota,
la banda liderada por Nato Coles, The Blue Diamond Band.
Y así
lo demuestran en este disco que desde hace unos meses electrifica el
organismo de aquel que se lo echa a los sedientos labios... perdón!!!
quiero decir a los anhelantes oídos: "Promises To
Deliver".
Rock
de basamento sencillo, acordes contados con los dedos de una mano,
melodías de escasa complicación y elementos sónicos de evidencia
terca y ortodoxa, coros y estribillos cercanos a la
textura Springstiniana, atmósfera que recuerda a Thin
Lizzy y actitud rockera repleta de adrenalina, a lo Replacements,
recogiendo de las frías aceras parte de las chinas dejadas,
cual Pulgarcito del rock, a propósito por Paul
Westerberg en aquellos lejanos ochenta que vieron nacer a
unos punks Replacements, justo antes de que Let
it Be les convirtiera en estrellas.
Disco
que se eleva orgulloso, con la seguridad en la fidelidad del rock and
roll, incapaz de dejar tiradas a las criaturas que como Nato
Coles and The Blue Diamond Band entregan sus corazones a
este para que los gestione a golpe de riff y base rítmica de
elevadas y violentas palpitaciones.
Sinceridad
es lo que emiten los chicos de Nato Coles, sinceridad, gusto y
desencuentro evidente con cualquier aproximación a una música de
trascendencia artística barroca, rebuscada o pretendídamente
intelectual, que los tiempos no están para estas historias.
Es
por ello que este tremendo vinilo tiene en su vientre divertimento y
buen rollo, entrega rockera y ganas de seguir el viaje hasta donde la
capacidad de baile de las piernas responda, con ritmo y descuido.
Y
desde los primeros golpes de caja a la batera y el riff
springstiniano que sigue a estos y que sirve para inaugurar la fiesta
sonora de este disco por medio de la festiva y bailable "See
Some Lights", estos tipos nos dejan claro que los problemas
van a quedar relegados a un segundo plano durante un rato, el tiempo
que tarda en pasearse por tu cerebro y corazón este discarraco de
energía arrolladora y rockero rugir.
Un
Riff poderoso y una guitarra chillona abre "Julie, (Hang
Out a Little Longer)", tema de aniquilador estribillo y
replicante guitarra, Thin Lizzy se asoma a las
texturas de "You Can Count On Me Tonight",
refrescándolas con ese efervescente néctar tan característico de
los irlandeses y que este tema derrama sobre todos con generoso
despilfarro, una gozada "made for dance".
"The
True Blue Rocker" se trata de otro retazo de rock, de
actitud, de guitarras gritando su verdad, de un cantante cantando
como si fuese la única forma en que la garganta le permita
expresarse, como si el conocimiento del idioma solo llegase a su
cerebro envuelto en corcheas.
El
disco, hasta para esto van estos tíos a su bola, termina como
normalmente empiezan los discos...Es decir con el tema que da título
al álbum, y se trata de otro martilleante ritmo hiper activo,
casi rockabilly que avanza abrazado a unos riffs
poderosos, ásperos y despegados, mas preocupados en ser que en
parecer. Nos vamos como llegamos, rockeando...
Se
nos queda en el tintero la mas tranquila y evocadora pieza del álbum,
con los aires del sur despeinando los libertarios cabellos de los
miembros de la banda, brisa que les trae además una voz femenina
para que dulcifique el bonito estribillo de sonoridades folks
de "Hard to Hear The Truth".
Damas
y caballeros, "Promises to Deliver" es un
señor disco de rock and roll, de reminiscencias
evidentes y tópicas, que funciona como un tiro, con ese sentido de
eternidad que tiene lo hecho con el corazón, con sinceridad, con
desalojo de ambición, con desprecio a lo trascendente, a lo sesudo a
lo aburrido...
Creanme,
los tiempos están para discos como este, para disfrutar y degustar a
nuestro viejo amigo el rock, degustarlo en la barra del bar, en baso
ancho con rodaja de limón, un Cubata o
un Gin-tonic... o algo así, venga pegaros un lingotazo
de Nato Coles & The Blue Diamond Band on the Rock.
Esta entrada la podéis ver tambien en el blog: Zeppelin Rock Sabbath, o pinchando en el siguiente enlace para entrar directamente, de paso os podéis dar una vuelta por ZRS, no os arrepentiréis
Esta entrada la podéis ver tambien en el blog: Zeppelin Rock Sabbath, o pinchando en el siguiente enlace para entrar directamente, de paso os podéis dar una vuelta por ZRS, no os arrepentiréis
Me encanta este tío Addi, tiene eso que hace que a mí, me de un calambrazo que recorra mi espalda, me gustan sus guitarrazos,el batería que se lo curra, y el bajista...ayyy esos bajistas que suenan como latidos conectados a un ampli... me gusta él, su actitud ese pasárselo de puta madre sobre un escenario, y en ese concierto, en el que nos faltó la estrella de Bilbo,osea tú, los guitarras de Hellsingland lo mismo, caña, caña y caña...y eso es para mí querido amigo, es puro Rock and Roll.
ResponderEliminarMuakkkk ;)
Últimamente ando muy perdido con las novedades. No tengo tiempo a nada, ja,ja,ja.
ResponderEliminarFíjate que todavía no escuché ni siquiera el de North Mississippi Allstars y eso que le tengo unas ganas enormes.
En fín, otro más para la lista de pendientes, ja,ja.
Saludos.
Carol: Tu si que eres puro rock and roll reina... y lo demás son subproductos...La próxima no se me escapan vivos los Hellsingland...
ResponderEliminarEstos tíos van sobradísimos en esto del rock and roll, buenos de cojones.
Besos...y muchos.
ROCKLAND: Me temo que así andamos todos amigo, nos falta tiempo, y es imposible estar a todo, a mi me pasa con unos cuantos también pero te digo lo mismo que con Chris Laubis, por lo que nos vamos conociendo creo que aquel y este son dos discos perfectos para ti, pienso que los vas a disfrutar muchísimo por que son rock and roll con mayúsculas, sin tapujos, divertido y visceral, de lo que nos gusta amigo...en cuanto tengas un rato, te los recomiendo de corazón. Un abrazo Rockland.