Hay discos y canciones a los que siempre vuelves, como si de una peregrinación religiosa se tratase, cuando las cosas no van como quisieras.
Me imagino que cada cual negocia los malos momentos personales a su manera, o simplemente cómo puede. Yo suelo buscar las causas en los antecedentes: 'Algo habré hecho mal'. Este mantra me lleva ineludiblemente a un pasado tan lejano que es imposible que tenga algo que ver con el problema presente.
Y claro, cuando escarbas en tiempos remotos y rememoras lo que entonces hiciste mal buscando una respuesta, la respuesta rara vez llega, pero las canciones y otros momentos pasados sí, esos siempre llegan.
En uno de estos momentos de retorno al pasado que he acometido estos días, han invadido mi memoria las imágenes de unos días que cuando los viví, no era consciente de lo felices que estaban siendo.
Y con las imágenes han llegado canciones, temas de cuando un servidor portaba apenas 16 años y pensaba que el mundo era algo que algún pringado había creado para que los chicos listos nos lo zampásemos de una sentada.
Así que he sacado de la estantería uno de los discos de aquellos años, está desgastadísimo pero sigue sonando como un trueno y me sigue gustando mucho, me refiero a "Mis Problemas con las mujeres" de cuando Loquillo y Los Trogloditas se sentían 'los mejores'.
No había canción que no me gustase en aquél cuarto plástico del Loco con la mejor de todas las formaciones que le han acompañado en las últimas cuatro décadas. Pero como hay que elegir una me voy a decantar por una balada cuasi desconocida dentro del repertorio del barcelonés: "Brisa de Abril".
Nos quedamos con la íntima, misteriosa y barroca visión que impregna la atmósfera de esta estupenda canción de corte francés.
¡Feliz Domingo!
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