Lagartija Nick - El perro andaluz (2022)

Crítica: Lagartija Nick - El perro andaluz (2022)

Los textos de Buñuel dan carta de naturaleza a las composiciones del grupo, estrofas que se incrustan en el sonido, un sonido construido para acoger sueños...
Por Jorge García.


El próximo verano se cumplirán cuatro décadas de la partida de Luis Buñuel al reino de los eternos. No voy a alargar esta reseña más de lo necesario contando lo acontecido alrededor de su obra durante los años del franquismo - y los de después - en su país, esta y aquella España que apenas se diferencian en ciertos aspectos. Tampoco repararé sobre las correrías con otros insignes surrealistas como Salvador Dalí y Federico Garcia Lorca durante sus años madrileños en la Residencia de Estudiantes con el krausismo como pedagógico telón de fondo.

Sea como fuere, sobre este terceto, que se puede denominar como el núcleo duro del surrealismo y que terminó roto en tres pedazos que deflagraron su genialidad en diferentes y casi antagónicas direcciones artísticas y geográficas, hay tanto dicho y tan poco enseñado de verdad que seguramente no seré yo el más apropiado para echar luz sobre este particular. Queda para la historia un relato donde Lorca es el mártir, Dalí el loco extravagante y Buñuel... ¿qué es exactamente hoy en día Luis Buñuel?.



Cineasta, claro. Y burdo aragonés de pelo en pecho. Incomprendido por casi todos y maltratado por su país (como tantos otros) que regateaba crucifijo y decoro en ristre, el contenido de sus películas mientras hacía oídos sordos a los bramidos de admiración que llegaban desde el exterior por parte de otros grandes del celuloide como Bergman, Wyller, Hitchcock, Cukor, Breton, Tzara, Mulligan, Mamoulian, Wilder.

Conocemos de manera tenue su paso por Paris donde el expresionismo de Fritz Lang le impactó, conoció y trabajó con Raquel Meller, Jacques Feyer o Josephine Baker y remató su proyecto "El perro andaluz" con participación en el guion de su amigo Salvador Dalí.

Viaje a Hollywood, vuelta a Madrid poco deslumbrado por las luminarias de Sunset Boulevard. República. Guerra civil y vagabundeo por el mundo una vez terminado el conflicto con su talento como único equipaje y su ojo transgresor asomando a un mundo por él inventado y filtrado por la cámara, un mundo que la censura ni supo ni quiso entender ni aceptar.

De lo que hasta la fecha sabemos poco es del Luis Buñuel literato, poeta. La banda granadina Lagartija Nick nos muestra en su último disco la literatura de Buñuel, un ramillete de poemas inéditos, nunca antes publicados a los que solo una formación como ésta puede dar el relieve y profundidad que tamaño documento merece.



La agrupación capitaneada por Antonio Arias ya ha viajado hasta la década de los veinte del pasaddo siglo en anteriores aventuras artísticas refiriéndose a Lorca, Val de Omar o a la generación del 27. También habían experimentado antes con Buñuel en su más conocida encarnación de cineasta. Además, su idiosincrasia como artistas les hace idóneos para sumergirse en esta escaramuza titulada genéricamente "El perro andaluz".

Las texturas sónicas siempre en proceso de evolución y de mutación que caracterizan a Lagartija Nick desde hace más de tres décadas, unido al carácter introvertido de su visión literaria con fuerte apego a la poética maldita de románticos o existencialistas, con una esencia surrealista, dadaísta y onírica en el germen de su propuesta y las múltiples influencias que han venido recogiendo durante estos años, fraguan unos cimientos lo suficientemente sólidos para acometer con seguridad y confianza esta arriesgada y oscura, casi sombría, travesía por el tiempo y el territorio correspondiente a los muertos y a los olvidados.

Los textos de Buñuel dan carta de naturaleza a las composiciones del grupo, estrofas que se incrustan en el sonido, un sonido construido para acoger sueños, miradas lascivas, deseo, miedo, ironía y fatalidad. El tratamiento de cada una de las palabras del cineasta es preciso y se ve sombreado por la música del grupo, cada vocablo, cada adjetivo es repercutido por notas, electricidad, pegadas de tambor o temblores guitarreros flamencos. Cada rima se acentúa con intención verista, dramática y dentro de un todo sónico y estilístico que conjuga el equilibrio con la falta de equidistancia simétrica. 


Una obra de enjundia no apta para escuchas precipitadas ni superficiales. Unas letras para dejarse arrastrar a un mundo ajeno, al mundo de un poeta muerto que jamás lo fue. Una obra conceptual y un viaje en el tiempo por territorios diáfanos y flexibles al entendimiento común. Una coordenada sumergida en una burbuja dentro de un cuarto lleno de instantáneas oníricas, un disco que dejará huella en quien se someta a él, a su historia, a su dictadura y a su delirio.

Podríamos trazar los puntos cardinales de algunas de las canciones de "El perro andaluz", pero no me siento capacitado para ello. Datos y créditos al margen, hablamos de una obra que es, en sí misma, un espejismo, un concepto, un sueño, una luminaria fundida en la oscuridad del tiempo y no la concibo como una colección de canciones al uso, prefiero que se entienda como una obra que se retroalimenta y tiene vida gracias a la conexión entre sus partes. Pasen, escuchen y sobre todo siéntanla sin hacerse demasiadas preguntas.

Se recomienda visitar la reseña que sobre este mismo trabajo ha publicado Juanjo Mestre en el Exile SH Magazine.

Comentarios

  1. He escuchado alguna canción por aquí y por allá y me parece que no es un disco fácil al exigir al oyente un vaciamiento previo a su audición. Lo asimilarán mejor aquellos que tengan experiencias cinematográficas (además de literarias) de Buñuel y toda su época. Creo que Lagartija Nick, por sus antecedentes, son el mejor grupo para aventurarse en una propuesta como esta.
    Abrazos,

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    1. Desde luego si hay una banda en España que pueda con semejante reto, esa es Lagartija Nick. Sus discos no suelen ser sencillos, éste no es la excepción.
      Abrazos.

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  2. Cada día más atrapado por este disco. Es increíble lo de los Lagartija. Abrazos y muchas gracias por la mención.

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    1. Es uno de esos discos que crece y crece por su valor intrínseco y porque no dejas de descubrir matices y detalles.
      Un abrazo.

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