Joan Manuel Serrat - Joan Manuel Serrat (La Paloma), (1969) - Mis discos de Serrat

Plenamente enamorado de la naturaleza, de la humanidad pura y sencilla y del amor como realidad alejada de cualquier posibilidad quimérica...

Por Jorge García.

Retomamos la sección dedicada a rememorar los discos de Joan Manuel Serrat, que sin duda se extenderá también durante el otoño.

Y para volver sobre nuestros pasos nos vamos directamente al principio, bueno, al principio no. En realidad "Joan Manuel Serrat" es el cuarto lanzamiento largo del barcelonés, primero, eso sí, en castellano.

Según parece Serrat tenía una vocación musical y literaria bilingüe, no en vano en su casa se funden ambas lenguas al ser hijo de una catalán y una aragonesa, y lo cierto es que el paso al castellano se hace con naturalidad, sin que sus rimas se vean especialmente afectadas por la nueva gramática utilizada para construirlas.

En este primer trabajo, grabado en Milán en los estudios Fonit-Cetra, se incluyen varios de los singles que ya habían sido publicados en los meses anteriores, a los que se les sumaron algunos temas más totalmente inéditos, se puede decir por tanto, que estamos ante un disco en parte recopilatorio.

Y precisamente una de las coplas inéditas, que además no cuenta ni con las estrofas ni con las corcheas de Joan Manuel, es "La Paloma", tema en el que el compositor argentino Carlos Gustavino musicaliza el poema de Rafael Albertí. Según parece no estaba prevista la incursión de esta canción en el disco, pero tras escucharla Serrat en un bar de Milán, decidió incluirla en su primer disco en castellano, y cantarla lógicamente, en el idioma natal de Alberti.

Precisamente el disco, que como ocurre con otros elepés de Serrat de aquella época, no tiene título al margen de su propio nombre impreso en la portada, rápidamente fue conocido como "La Paloma".

Pero en "La Paloma" nos encontramos al Serrat más candoroso, tierno y en cierto modo, inocente. Plenamente enamorado de la naturaleza, de la humanidad pura y sencilla y del amor como realidad alejada de cualquier posibilidad quimérica, es profundamente emocionante escuchar unas palabras tan emancipadas de juventud y esperanza.

Da la sensación de que el cantautor pretende abarcar a todo y a todos con sus brazos en un intenso y sincero abrazo: relatar la pequeñas cosas que germinan en el fondo del alma de los hombres y mujeres, dar testimonio de los episodios que son ley de vida y describir lo que siente y ve en su entorno más íntimo y cercano.

Amor, esperanza, juventud, emoción, poesía... son algunas de las palabras que evocan canciones tan perfectas y bellas, hoy muchas convertidas en clásicos de la música y letras patrias, como "El titiritero", "Poco antes que den las diez", "En nuestra casa", la soberbia y sobrecogedora "Manuel" o la célebre "Tu nombre me sabe a yerba"... Aunque no hay ningún tema menor en "Joan Manuel Serrat (La Paloma)".

Es importante destacar la presencia de Ricard Miralles en los arreglos, que ya llevaba un año trabajando con Serrat y que aquí parece escribir una profecía en cuanto a cómo sonará el catalán durante los próximos años. También, aunque en menor medida, pone su arte en las musicalizaciones Juan Carlos Calderón.

Para terminar, no voy a ocultar la especial emoción que me produce cada escucha de este disco, me resulta tan bello, humano, ecológico, romántico, poético y sobre todo (no se me ocurre otro adjetivo mejor) inocente, que siempre se detiene el tiempo y aflora la esperanza cuando suenan estas canciones. Una de esas obras imprescindibles, que pueden ayudar a entendernos mejor.