Dan Baird - 'Buffalo Nickel' (1996)

Crítica: Dan Baird - 'Music Nickel' (1996)

...guitarras que rugen o se quejan según la ocasión, baterías y bajos que se funden para dar aliento a unos temas eufóricos, estribillos...

Por Jorge García.


Vuelvo a los noventa con un disco que recientemente ha cumplido 25 años. Mi amigo Juanjo Mestre recientemente lo ha recordado en su programa radiofónico "Melodías Cósmicas" (pinchar podcast), y de paso me lo ha recordado a mi, olvido que nunca debería haber llegado a producirse, y que además pienso que no puedo permitirme.

Me refiero al segundo disco largo y en solitario de uno de los más inquebrantables modelos de supervivencia rockera,  un ejemplo de actitud, pasión, implicación y arraigo para con la música del diablo. Hablo por supuesto, del insobornable Dan Baird.

Su segundo álbum en solitario tras el inefable "Love songs for the hearing impaired" fue puesto en circulación en 1996 y llevó (lleva en realidad) por título "Buffalo Nickel".

En realidad, si esta reseña tiene alguna pretensión didáctica, debe ir dirigida a quienes no conozcan al susodicho Dan Baird, el resto seguramente ya sabrá del disco, y si no es así, conocerá de sobra la trayectoria, andanzas y costumbres musicales del viejo Dan.

Por lo tanto no sorprenderá a los ya iniciados que les diga que "Buffalo Nickel" es un disco de rock and roll puro y duro. 

En realidad debo decir que el rock de Baird se regodea con añadidos southern, blues, country, boogie, Cow punk... que mantiene intacto el epitome de gamberrismo, carreteras, barras de bar, escenarios en llamas, canallesca y amores fugaces en el germen mismo de su esencia y que encierra ese vigor que solo los nacidos para rockear son capaces de transmitir utilizando únicamente tres acordes, en resumen, reitero: un disco de rock and roll puro y duro.

Producción de Brendan O'Brien que no busca tres pies al gato y todo lo que hace es, en realidad, de cajón. Pone al servicio de unas impetuosas composiciones que ya nacen con un carácter definido, lo que la evidencia rockera impone, y consigue que todas las canciones suenen como auténticos pelotazos pletóricos de vida y compromiso.

Desfile de guitarras que rugen o se quejan según la ocasión, baterías y bajos que se funden para dar aliento a unos temas eufóricos, estribillos, punteos, teclas inflamables y la voz arenosa, cercana y auténtica de Dan Baird.

Once capotazos a los prejuicios y complejos que a veces se hacen con el timón del rock, once tragos para dejar claro que el rock and roll es lo que hay en este disco y no lo que suele vender la industria. 

No les doy más la tabarra, den al play y disfruten de "Young face", "Cumberland river", "I want you bad", "On my way", "Li'l bit", "Hell to pay"... En definitiva, de los once motivos que hacen de "Buffalo Nickel" uno de mis discos de los noventa.

Comentarios

  1. Me lo apunto!! No lo sabía de él. Gracias una vez más, Jorge!!

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    1. Te va a gustar seguro, un copazo rockero de solera y tronío.
      Abrazos.

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